La historia de Mamma Mia! comenzó en los '80s cuando la productora
Judy Craymer trabajaba con Benny Andersson y Björn Ulvaeus como
productora ejecutiva de su primer proyecto post-ABBA, Chess. Ella
inmediatamente quedó encantada con ellos. "Después de todo, ellos fueron
los hombres que escribieron 'Dancing Queen,' una de las mejores
canciones populares de todos los tiempos," explica Craymer. Inspirada
por el dramatismo de sus canciones, ella decidió crear una obra musical
que usara las canciones existentes de ABBA pero dentro de un formato
nuevo, original y excitante.
Una melodía en particular, 'The
Winner Takes It All,' (interpretada por Meryl Streep en la película)
resultó ser el catalizador. Aunque originalmente tuvo otro título, esta
canción sobre el rompimiento de una relación romántica (la última
canción del grupo que ocupó los primeros lugares de popularidad
alrededor del mundo) sube al que la escucha en una montaña rusa.
A
pesar de asegurarles que la cinta no sería un tributo musical a ABBA o
la historia del grupo, Andersson y Ulvaeus inicialmente rehusaron. Así
que Craymer comenzó una larga campaña para convencerlos que prestaran
sus canciones al proyecto. En 1995, su tenacidad rindió frutos. Ellos
aceptaron, siempre y cuando les presentara una trama con suficiente peso
para incluir las melodías… y un escritor que pudiera crear un argumento
con el potencial que ella había visto. En 1997, dos años después de
haber convencido a los hombres detrás de ABBA, Craymer encontró a la
guionista Catherine Johnson, quien ella pensó tenía el talento y la
sensibilidad para lograrlo.
La productora le hizo la observación a
la escritora que las canciones de ABBA caían dentro de dos categorías
muy distintas: las melodías juveniles, más juguetonas e inocentes como
'Honey, Honey' y 'Dancing Queen' y las más maduras, más emotivas y
reflexivas como 'The Winner Takes It All' y 'Knowing Me, Knowing You.'
Craymer creía que las canciones sugerían una historia que cubría varias
generaciones. También que la letra de Ulvaeus para las canciones sugería
bodas y vacaciones. "Le dije a Catherine que tenía que olvidarse de las
melodías," recuerda Craymer. "Sólo debían usarse como inspiración y la
trama debía funcionar sin ellas. Y eso fue exactamente lo que hizo."
Johnson
comenzó leyendo la letra de todas las canciones de ABBA de la 'a' a la
'z,' creando el marco de la historia aparte y seleccionando sólo las
canciones que se acoplaban lógicamente a su trama. Sin embargo, también
tuvo que tomar en cuenta que el ritmo de las piezas que escogió del
catálogo de ABBA se acoplara a la acción. No fue una tarea fácil.
El
resultado fue un relato alentador y edificante sobre dos generaciones
de mujeres; amor entre jóvenes y segundas oportunidades para amar,
además de amistad; la importancia de descubrir nuestra propia identidad y
sueños que se convierten en realidad. Johnson y Craymer piensan que la
historia tiene resonancia universal y un atractivo que va más allá de la
edad, el género y las nacionalidades. Igual que la música y letra de
las canciones de ABBA.
Con el libreto listo, Craymer comenzó la
búsqueda de un director. Convenció a Phyllida Lloyd, la respetada
directora de teatro y ópera, a que se uniera al proyecto y Lloyd
inmediatamente respondió positivamente a la música de ABBA. "Ésta es la
obra musical que Benny y Björn escribieron sin darse cuenta," dice la
metódica directora.
Björn Ulvaeus colaboró estrechamente con
Lloyd, Craymer y Johnson, dando retroalimentación a cada nuevo borrador.
Otros se incorporaron al equipo, incluyendo al coreógrafo ANTHONY VAN
LAAST, los diseñadores MARK THOMPSON (foros y vestuario), HOWARD
HARRISON (iluminación), MARTIN KOCH (supervisor musical y arreglista) y
ANDREW BRUCE y BOBBY AITKEN (diseñadores de sonido), y todos
participaron en un taller un año antes del estreno en Londres.
"Hicimos
cambios, agregamos algunas canciones y eliminamos otras," dice Ulvaeus.
"Para entonces, Catherine sabía de memoria cada letra y estaba
familiarizada con cientos de canciones del catálogo. La regla fue no
cambiarlas y si tomamos eso en consideración, es asombroso como lograron
entretejer el argumento."
Benny Andersson esperó al primer
pre-estreno para ver la producción y quedó impresionado con el
resultado. "Pienso que la mayor sorpresa para el público que la ve es
que cualquier idea que tenían antes de ir cambia totalmente después de
verla," dice él. "Las canciones son buenas pero el contenido es
inteligente e ingenioso y se combina estupendamente con la letra. El
resultado final me convirtió en un gran admirador de Catherine Johnson."
La obra se estrenó el 6 de abril de 1999 en el Prince Edward
Theatre en Londres, el mismo teatro donde ABBA ganó el Concurso de
Eurovisión en la misma fecha en 1976 y fue un éxito. ¡Mamma Mia! se
estrenó en Estados Unidos de América en noviembre de 2000 en el Orpheum
Theatre en San Francisco y en octubre de 2001 debutó en Broadway. En
2002 recibió cinco nominaciones al premio Tony. En febrero de 2003, se
estrenó en el Mandalay Bay Theatre en Las Vegas y cumplió sus primeras
1000 exhibiciones en junio de 2005. Más de 30 millones de personas han
visto la obra musical en todo el mundo.