Ya llegan los Premios PLATINO XCARET 2024 Entre el total de las 44 obras nominadas , figuran producciones argentinas, chilenas, costarricenses, cubanas, ecuatorianas, españolas, mexicanas, peruanas, portuguesas, puertorriqueñas y venezolanas , que muestran la diversidad de ópticas y relatos que convierten a la iberoamericana en una de las industrias con mayor fuerza creativa y capacidad de crecimiento en la actualidad.
El documental de producción original, cuenta con una editorial de JORGE LANATA, quien además entrevista a Enrique Piñeyro, familiares de las víctimas y sobrevivientes de la peor catástrofe aérea del país.
A casi 12 años del accidente aéreo más grande de la Argentina, INFINITO pone en pantalla, su producción original: "VUELO 3142, LA TRAGEDIA DE LAPA", presentado por Jorge Lanata, que además cuenta con una entrevista a Enrique Piñeyro, director de cine y ex piloto de LAPA, quien en el 2004 dirigió y protagonizó "Whisky, Romeo Zulu",la película que llevó la historia del accidente al cine.
Los televidentes también podrán presenciar la charla entre Jorge Lanata y Rubén Alabi, miembro de la Asociación de Familiares de Víctimas Aéreas, quien perdió un hermano en el accidente. Además, el periodista conversa con Alfredo Nóbile, uno de los sobrevivientes de la tragedia, quien recuerda cómo logró salvarse: "La noche del accidente me tiré por un agujero que se había abierto en el fuselaje. Caí sobre una de las alas y entré a correr. Tenía la piel de los brazos colgando". Por último, en su entrevista con Lanata, Rafael Dobón, cuenta "Cuando estalló el incendio en el avión, salté hacia el campo de golf con el pantalón en llamas. Traté de sacármelo, pero tenía las manos tan quemadas que no podía".
ESTRENO: domingo 15 de mayo, 21.00 hs.
"VUELO 3142, LA TRAGEDIA DE LAPA"
El avión del vuelo 3142 de LAPA, era un Boeing 737-200. Su vuelo inaugural fue el 14 de abril de 1970, bajo el apodo de "La Chancha". "Se le decía así por las características del avión: cortito porque da la posibilidad de mayor maniobra, muy gordito, de patitas cortas y naricita media chata", cuenta Jorge Pérez Tamayo, Presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas.
El martes 31 de agosto de 1999, ese avión era comandado por el piloto Gustavo Weigel. Fue esa noche cuando se estrella en el Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires, en el momento en el que despegaba hacia la ciudad de Córdoba. Así protagonizaría el accidente más grave de la historia de la aviación argentina, con 67 muertos y decenas de heridos.
Entre los 95 pasajeros del vuelo, se encontraban Marité Hereñú, Oscar Nóbile y Rafael Dobón, quienes recuerdan a lo largo del documental sus primeros años de vida, el día del accidente y cómo a partir de ese momento, sus vidas cambiaron. "Siempre pensé que mi vida iba a ser casarme y tener hijos, la casa y la comida. Ni siquiera pensaba qué iba a estudiar y llegar a ser una profesional. De muy chica, mi papá nos llevó a conocer Buenos Aires, en avión. Quería que aprendiéramos a volar y no tengamos miedo para ir a cualquier lado cuando lo necesitemos", cuenta Marité Hereñú. "Era un acontecimiento ver el despegue o aterrizaje de un avión. Mi papá siempre nos llevaba a mí y a mi hermano para ver a "esas moles", siempre pegados al alambrado, escuchando el ruido de las turbinas y viendo el ruido de semejante máquina", recuerda Oscar Nóbile.
"VUELO 3142, LA TRAGEDIA DE LAPA", entrecruza la historia de cada uno de los protagonistas de esta tragedia: los sobrevivientes, los familiares y amigos de las víctimas, entre ellos del piloto, y un recorrido por el avión y la empresa.
Poco después de haber egresado del bachillerato, Gustavo Weigel, toma la decisión de ser piloto, y en 1977 ingresa en el ejército para realizar las horas de vuelo necesarias para volar en forma profesional. Al comenzar la guerra por la soberanía de las Islas Malvinas, fue dado de baja del ejército por familia numerosa. En ese entonces, Weigel contaba con las horas de vuelo suficientes para ingresar a cualquier aerolínea comercial. Sin embargo, decidió dedicarse a otra actividad que lo acompañaba desde joven: la restauración.
"Más allá que el mundo del arte era un mundo propio para él, era un trabajo que hacia gustoso, pero no se encontraba. Su vocación pasaba por la aviación, por volar", cuenta su hijo, Roberto Weigel. Fue en el año 1985 cuando se le presentó la oportunidad de volver a volar, esta vez, en LAPA. "Me acuerdo de su cambio de ánimo, de estar con una disposición y alegría que le faltaba en esos tiempos", agrega Roberto. "Nadie tenía un papá piloto, estaba bueno cuando viajábamos con él en la cabina, sentir: este es mi papá, con el que estoy viajando" recuerda Claus Weigel, su otro hijo.
En 1996, con el proceso de privatización impulsado por el gobierno, LAPA continuaba creciendo. Ese año, Andrés Deutsch, dueño de la aerolínea, invierte en la compra de aviones, entre ellos aquel que tres años más tarde sería protagonista del accidente. Esta adquisición permitiría alcanzar vuelos internacionales. Si bien quienes pertenecían a la compañía en ese momento sentían que esta adquisición era empezar a jugar en las ligas mayores, también había muchos cuestionamientos. "Cuando una empresa se larga a una aventura a nivel internacional, y no tiene los elementos necesarios para mantener con el mismo nivel de seguridad de todo lo que es cabotaje, la empresa va por mal camino", explicaJorge Pérez Tamayo, Presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas.
Fue en estas condiciones, cómo se llega al 31 de agosto de 1999. "Era un viaje como los que tenía habitualmente, esta vez para discutir el presupuesto del año 2000, cuando terminó la reunión, me tomé un taxi y me volví a aeroparque"¸ recuerdaRafael Dobón."Viajé a Buenos Aires con todos los intendentes. Transcurre el congreso, me voy al bar de aeroparque y me siento a escribir el informe de todo lo que había pasado en el congreso", cuentaMarité Hereñú, mientrasqueOscar Nóbilerecuerda: "Había hecho algunas cobranzas y organizado un viaje para comprar los materiales que me hacían falta para el trabajo. En el mostrador, las chicas de LAPA se enojaron porque había llegado tarde, casi que no me dejaban subir al avión".
Llega el momento del despegue, y dentro de la cabina, suena una alarma que indicaba que el avión no estaba configurado correctamente. Sin embargo, el comandante decidió continuar con la maniobra. "Comienza a carretear el avión, toma mucha velocidad, y cuando comienza a levantar su trompa, de golpe se siente que se apoya de nuevo en el piso el tren de aterrizaje. Tomé conciencia de que me iba a morir, y como soy creyente, lo primero que hice fue arreglar mis cuentas con Dios", relata Marité Hereñú."El piloto empezó a accionar los frenos, pero obviamente no frenó. La inercia fue llevando al avión, y después se empezó a sentir un ruido de metal contra metal. Hasta que pasó del extremo final de la pista, rompió algunas antenas y elementos de comunicación. Me puse en posición de impacto, con mi cabeza agacha, pensando en mi señora, en mis dos hijos, se venía la muerte", cuentaOscar Nóbile
Fue así como se vivía la peor catástrofe aérea por la que atravesó el país. "La tragedia es una fuente permanente de enseñanza para todos los que hemos estado ahí. Lo primero que aprendí es el mensaje que te deja el ser querido que se va, tratar de vivir intensamente cada momento de tu vida", afirma Raúl Nasi, viudo de Silvia Medeot, bioquímica que se encontraba en se avión.
De esta manera, y a más de diez años de la tragedia que causó la muerte de 67 personas, y mientras los restos del avión descansan en conteiners lacrados, sin saber con certeza lo que pasó aquella noche en la cabina del Boeing 737 de LAPA, INFINITO revive la tragedia que marcó al país, de la mano de JORGE LANATA.
Los televidentes también podrán presenciar la charla entre Jorge Lanata y Rubén Alabi, miembro de la Asociación de Familiares de Víctimas Aéreas, quien perdió un hermano en el accidente. Además, el periodista conversa con Alfredo Nóbile, uno de los sobrevivientes de la tragedia, quien recuerda cómo logró salvarse: "La noche del accidente me tiré por un agujero que se había abierto en el fuselaje. Caí sobre una de las alas y entré a correr. Tenía la piel de los brazos colgando". Por último, en su entrevista con Lanata, Rafael Dobón, cuenta "Cuando estalló el incendio en el avión, salté hacia el campo de golf con el pantalón en llamas. Traté de sacármelo, pero tenía las manos tan quemadas que no podía". 
+(2).png)
