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Wicked Parte 1, fecha estreno Argentina película 2024 con Cynthia Erivo y Ariana Grande, sinopsis, reparto, ficha

SINOPSIS Después de dos décadas como uno de los musicales más queridos y con mayor tiempo en el escenario, Wicked hace su tan esperado viaje a la pantalla grande como un evento cinematográfico espectacular que definirá a una generación.

Ciclo Distopias: Programacion completa de peliculas desde el 05/08/11: Malba Cine

- Material y articulo de ElBazarDelEspectaculo blogspot com

presenta el ciclo:

D I S T O P I A S

Idea y programación Manuel Pose

malba.cine presenta durante agosto el ciclo D I S T O P I A S ideado y programado por Manuel Pose. El mismo reúne títulos de Chris Marker, Orson Welles, Peter Brook, Jean-Luc Godard, François Truffaut y Esteban Sapir entre otros para, mediante esta diversidad de títulos, reflexionar sobre las posibles aplicaciones de este concepto.

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Entrada general: $18.- Estudiantes y jubilados: $9.-

* Entrada libre y gratuita hasta agotar la capacidad de la sala.-

** Entrada especial: $ 30 - Estudiantes y jubilados: $15.-

Malba - Fundación Costantini | Avda. Figueroa Alcorta 3415 | C1425CLA | BA, Argentina
T +54 (11) 4808 6500 | F +54 (11) 4808 6598/99 | www.malba.org.ar

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Sobre el ciclo

La palabra no figura en el diccionario de la Real Academia, pero su uso es cada

vez más frecuente y ya no sólo en círculos académicos especializados. En las diversas películas que integran la programación de malba.cine en agosto se procura abordar el término desde distintos puntos de vista, en algunos casos tomándolo en su versión más ortodoxa, es decir, la que designa sociedades más o menos futuras, organizadas alrededor de diversas formas de control y represión. Pero el espectador podrá encontrar también un evidente rasgo distópico en la sociedad (pasada, queremos creer) que imaginó el nazismo, o en la burocracia omnímoda de El proceso, o en la alegoría pacifista de Civilización, o en la sátira de El sexo fuerte. Esa diversidad parece necesaria porque, si es cierto que el término nació como antónimo de utopía, entonces hay que admitir que la sociedad real, esa en la que vivimos todos los días, sería la primera y más angustiante distopía.

Programación. Texos de Fernando Martín Peña, salvo donde se indica

Civilización (Civilization, EUA-1916) de Raymond West, c/Howard Hickman, Enid

Markey, Herschel Mayall, Lola May. 100' aprox.

En plena guerra mundial, el legendario productor Thomas Ince estrenó esta fábula pacifista ambientada en un reino imaginario, que describe un segundo regreso de

Cristo a la Tierra para infundir amor y razón a los hombres. Con ese mensaje pertinente pero delirante, narrado con la solvencia típica de los productos de Ince, se logró el éxito que Griffith no pudo obtener para su gran Intolerancia, cuya intención era similar.
Se exhibirá con música en vivo, compuesta e interpretada por la National Film Chamber Orchestra que coordina y dirige Fernando Kabusacki.

El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens, Alemania-1935) de Leni Riefenstahl.

Largometraje documental. 114'.

Para este film sobre el congreso de partido nazi que tuvo lugar en Nuremberg en

1934, la directora contó con la más absoluta colaboración de la organización del evento y así logró planificar la mayor parte de su registro con precisión coreográfica.

También tuvo la invalorable ayuda del genio vanguardista Walter Ruttmann (creador

de, entre muchas otros films, de Berlín, sinfonía de una gran ciudad), quien la asistió en el arduo proceso de compaginación. Posteriormente Riefenstahl procuró restar sentido político al resultado, comparando sus valores plásticos con la experiencias de importantes cineastas abstractos como Fischinger, Richter o el propio Ruttmann, pero ese argumento resulta simplemente absurdo. El triunfo de la voluntad tiene un valor incuestionable como documento, constituye un ejemplo definitivo del cine de propaganda y seguramente es, además, el film más aterrador de todos los tiempos.

El sexo fuerte(México-1946) de Emilio Gómez Muriel, c/Mapy Cortés, Ángel Garasa,

Rafael Baledón, Alma Rosa Aguirre, Emperatriz Carvaja. 81'.

Dos náufragos llegan a un país extraño, en el que los roles de género están invertidos.

Escrita por el surrealista Max Aub, en términos de sátira social, y llevada a cabo con eficiencia por Gómez Muriel y su elenco, esta comedia disparatada y mal conocida se atreve a llevar su planteo inicial hasta sus consecuencias más extremas. Llama la atención que no se hable más y mejor de ella en los textos sobre cine latinoamericano.

El planeta prohibido (Forbidden Planet, EUA-1956) de Fred MacLeod Wilcox,

c/Walter Pidgeon, Anne Francis, Leslie Nielsen, Warren Stevens, Jack Kelly. 98'.

Obra maestra absoluta, que algunos críticos consideran una adaptación de La

tempestad de Shakespeare, en clave de ciencia-ficción. Un grupo de astronautas que

llega al planeta en cuestión perturba su precaria armonía y desata la furia de un monstruo metafísico. Hay dos sociedades imaginarias en el film, una compuesta sólo

por un padre, su hija y un robot, y otra extinta pero presente y ominosa en sus impresionantes reliquias y maquinarias, que el film pone en escena con un virtuosismo jamás igualado en la historia del cine.

La jetée (Francia-1962) de Chris Marker, c/Jean Négroni, Hélene Chatelain, Davos

Janich, Jacques Ledoux. 28'.

Esta genialidad en forma de corto o mediometraje (29 minutos) no sólo resplandece dentro del cine en general, sino también dentro de la obra de un original absoluto como Marker. Otro francotirador, Terry Gilliam, la rehizo en forma de largometraje, con mucha plata, Bruce Willis y el título 12 monos. Hecha con fotos fijas, a puro montaje, comunica una historia de tiempo y espacio conmovedora, a partir de la voz en off y un solo instante móvil. Exagerando, podría decirse que si el cine desapareciera, su semilla, aquí presente, podría volver a inventarlo. Texto de Elvio E.Gandolfo

El proceso (Le proces / Il processo / Der prozess, Francia / Italia / Alemania Federal-

1962) de Orson Welles, c/Anthony Perkins, Romy Schneider, Jeanne Moreau, Orson

Welles, Akim Tamiroff. 119'.

"Antes de la Ley, hay un guardián..." El cuento que sirve de prólogo al film, narrado por el propio Welles e ilustrado por Alexandre Alexeieff y Claire Parker en la "pantalla de alfileres", establece sin ambigüedades el tono del film, una pesadilla en la que en lugar de elementos fantásticos hay toda clase de horrores cotidianos: culpas imprecisas, actos fallidos, abogados, burocracia, sujetos de incierta influencia, la autoridad enloquecida pero diabólicamente eficaz en su exterminio de todo lo atípico. Con El proceso Welles no sólo logró uno de sus mejores films, sino que también demostró que una adaptación puede ser audaz y original sin perder la fidelidad esencial al espíritu de la obra en que se basa.

Pánico en el año cero (Panic in Year Zero, EUA-1962) de Ray Milland, c/R. Milland,

Jean Hagen, Frankie Avalon, Mary Mitchel. 93'.

El tema del apocalipsis atómico, con sus protagonistas que huyen en busca de un lugar solitario en el que refugiarse y sobrevivir, es ideal para un film de bajo presupuesto. Milland lo hizo con inteligencia, describiendo hasta qué punto está dispuesto a llegar un padre de familia para proteger a los suyos. Muchos clichés de films similares (notoriamente El día después) fueron inventados y llevados a cabo, sin pretensiones trágicas, en esta eficaz historia de aventuras.

El señor de las moscas (Lord of the Flies, Gran Bretaña-1963) de Peter Brook,

c/James Aubrey, Tom Chapin, Hugh Edwards, Roger Elwin, Tom Gaman. 92'.

En un prólogo magistral, resuelto con una serie de fotos-fijas, se describe sumariamente la catástrofe que deriva en la llegada de un grupo de niños a una isla desierta. Lo que importa es lo que sucede una vez allí, que es la progresiva transformación de los niños en una tribu de salvajes regidos por la ley del más fuerte. Brook no sólo logra trabajos memorables de su joven elenco (lo que era más o menos esperable) sino, sobre todo, un tono inquietante que oscila entre la fantasía aterradora y un incómodo realismo semidocumental.

El juego de la Guerra (The War Game, Gran Bretaña-1965) de Peter Watkins. 48'.

Proyección digital.

La BBC encargó a Watkins hacer un "documental del futuro": qué pasaría en una población inglesa si la golpeara la guerra nuclear. La descripción resultó a la vez tan documental y tan semejante a los excesos "sociales" del nazismo (a partir de caras y costumbres totalmente británicas), que la institución prohibió su exhibición en TV por

"demasiado realista". No hay sin embargo excesos sangrientos: el blanco y negro es opaco, y los habitantes normales del lugar acentúan su conducta de ovejas, porque ya han visto que si se rebelan, son sumariamente ejecutados. Curiosamente, el film ganó un Oscar de la Academia de Hollywood al mejor largometraje documental, cuando en realidad no es un documental ni es un largometraje.

La invasión a Inglaterra (It Happened Here, Gran Bretaña-1965) de Kevin

Brownlow y Andrew Mollo, c/Pauline Murray, Sebastian Shaw, Bart Allison, Reginald

Marsh. 97'. Proyección digital.

Una voz en off, típica de los noticieros de época, inicia el film explicando que los nazis invadieron Inglaterra en 1940, luego de la retirada británica en Dunquerque. Tras cuatro años de ocupación, la resistencia reaparece y se vuelven frecuentes los combates con las fuerzas alemanas. En ese contexto de violencia cotidiana, una enfermera de origen irlandés se debate entre la resistencia y el colaboracionismo. El film es un insólito ejercicio de historia contrafáctica, ya que lo único imaginario es la presencia alemana en suelo británico. Todo el resto está basado en hechos históricos acontecidos en países ocupados, donde el colaboracionismo fue la regla y no la excepción. Esa propuesta narrativa tuvo su correlato en la elección de un estilo crudo y documental, tan bien logrado que buena parte de sus imágenes suelen confundirse con tomas de archivo, aunque no hay una sola en todo el film.

Alphaville (Francia-1965), de Jean-Luc Godard, c/Eddie Constantine, Anna Karina,

Akim Tamiroff, Howard Vernon, Christa Lang. 95'.

El detective-espía Lemmy Caution llega a Alphaville en busca de un hombre y encuentra una sociedad dominada por un extraño fascismo tecnológico. Ese punto de partida resulta en una de las películas más representativas de la filmografía de Godard, quien se dio el gusto aquí de dar vuelta como un guante las convenciones de la ciencia-ficción y del cine de gángsters. En la década del 50, Lemmy Caution era un popular personaje del pulp francés que había saltado con mucho éxito a la pantalla cinematográfica encarnado por el actor norteamericano Eddie Constantine. Esa vida previa del personaje, poco conocida fuera de Francia, agrega a los muchos méritos de Alphaville el de ser la resignificación de un producto comercial de consumo masivo. A la audacia pop de esa apropiación hay que agregar la descripción anticipatoria de un universo en el que las emociones suponen una forma de trasgresión, y el uso insólito de locaciones parisinas reales.

Fahrenheit 451 (Ídem., Gran Bretaña-1966) de François Truffaut, c/Oskar Werner,

Julie Christie, Cyril Cusack, Antón Driffing, Jeremy Spenser. 112'.

A Truffaut le molestó no manejar adecuadamente el inglés y la perspectiva con que el actor Oskar Werner compuso su personaje; a Bradbury le molestaron las libertades que Truffaut se tomó en la adaptación y ciertas decisiones de puesta en escena que le parecieron confusas, como hacer que Julie Christie interpretara dos papeles ideológicamente opuestos. Hay críticos que lo encuentran declamatorio y muy inferior al libro, mientras otros celebran que Truffaut haya vuelto más compleja su trama y relativizado sus esquematismos con gran imaginación formal. En cualquier caso, es evidente que un film sobre el que no existe ningún acuerdo merece volver a verse. Sobre todo en una época en que la profecía de Bradbury se ha vuelto cierta, sin necesidad de que los libros se quemen.

La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, EUA -1968) de

George A. Romero, c/Duane Jones, Judith O'Dea, Russell Streiner, Karl Hardman,

Keith Wayne. 96'.

Rodada en blanco y negro y con un escaso presupuesto, la ópera prima de George A.

Romero aparece hoy como un título seminal del cine contemporáneo. Rompiendo con todos las clisés del genero (vg. el presunto héroe muere antes de los diez minutos), el director desarrolla una orgía de terror y violencia en la que las expectativas del espectador se ven constantemente desmontadas por los bruscos cambios de tono de la narración. Film obsesivo y claustrofóbico, en el que los personajes apelan a todo tipo de recurso para sobrevivir, desemboca en un final marcadamente nihilista que también destruye cualquier atisbo de resolución edificante. Imitada hasta cansancio incluso por el propio director, es una de las obras maestras indiscutidas del género.

Texto de Jorge García.

Invasión (Argentina-1969), de Hugo Santiago, c/Lautaro Murúa, Olga Zubarry, Juan

Carlos Paz, Roberto Villanueva, Martín Adjemián, Hedy Crilla. 125'.

Como recuerda Hugo Santiago, "Primero propuse el tema; la trama fue elaborada por

Borges y Bioy Casares. Luego, a partir de esa línea argumental, creí que iba a trabajar solo en el guión. Sin embargo, nuevamente encontré una colaboración impensada y maravillosa en Borges. Trabajé espléndidamente con él. Tenía una visión anticipada de los hechos; concebía en términos cinematográficos y eso facilitó la labor. Era, contrariamente a lo que se pueda creer, muy accesible a las objeciones y a las sugerencias. Tenía una captación rápida y se ponía muy pronto en condiciones de seguir trabajando sobre un esquema recién modificado. Fue una larga tarea de ocho meses, de sucesivos carteos (durante un tiempo Borges estuvo en Norteamérica y yo en Europa). Fue una colaboración constante, donde él hizo un gran esfuerzo para comprender el tipo de escritura de imagen, la deseada comunicación con el espectador. Fue un trabajo estructural, donde situaciones, personajes y diálogos nacían a veces de una visión ya corpórea de lugares, movimientos de cámara y encuadre".

THX 1138 (EUA-1971) de George Lucas, c/Robert Duvall, Donald Pleasence, Maggie

McOmie, Ian Wolfe. 88'.

Hoy es una marca relacionada con salas de cine bien equipadas, pero en un principio fue el título del primer largometraje de Lucas, una pesadilla futurista que amplió ideas temáticas y formales de un cortometraje universitario. En el ritmo del film y en sus imágenes -a veces rabiosamente experimentales- no hay nada que permita anticipar algo parecido a La guerra de las galaxias. En cambio, la visión aterradora de lo que vendrá se aproxima a la de Orwell en 1984 y las ingeniosas soluciones visuales para representar el mundo futuro con bajo presupuesto recuerdan a Alphaville de Godard.

Greaser's Palace (EUA-1972) de Robert Downey, c/Allan Arbus, Luana Anders,

Albert Henderson, George Morgan. 91'.

El "Palacio de Greaser" es un gigantesco saloon, que se impone como el edificio más importante de un pueblito indeterminado. Greaser es su propietario, un señor que sufre una constipación crónica. Un día llega Jesse desde los cielos, realiza algunos milagros y dice que quiere triunfar como cantante y bailarín. Mientras Jesse atraviesa diferentes situaciones hasta alcanzar la crucifixión, una mujer es víctima de sanguinarios ataques que parecen no tener fin, una bella muchacha india se pasea en topless, el Espíritu Santo se queja de la poca importancia de su rol y el enano de La isla de la fantasía vive en pareja con un travesti barbudo. Downey suma un disparate tras otro, con una libertad que muy pocos cineastas se permitieron en toda la historia del cine norteamericano. El suyo es un film irreverente, sacrílego, políticamente incorrecto y lleno de sangre. Pero al mismo tiempo tiene un estilo riguroso que proporciona al resultado una curiosa sobriedad que potencia su imprevisible sentido del humor.

Solaris (Solyaris, URSS-1972) de Andrei Tarkovski, c/Natalya Bondarchuk, Donatas

Banionis, Jüri Järvet, Vladislav Dvorzhetsky. 165'.

Algún adepto a la comparación fácil habló de "la respuesta soviética a 2001". Otros, en cambio, dicen que es "una película que te cambia la vida". Algo que suena exagerado hasta que llega la toma final. Basada en una gran novela del polaco Stanislas Lem, es una de las obras maestras del otro gran cineasta ruso de todos los tiempos (cronológicamente el primero es Eisenstein). De manera enloquecedora, el poder de su país le costeó a Tarkovski películas caras y arriesgadas y lo sometió después a presiones crueles, destructivas (como a Eisenstein). El planeta en forma de océano del título es demoledor sin saberlo: se limita a corporizar los deseos de quienes lo visitan, y los enloquece. El montaje, las actuaciones y la energía de las emociones son simplemente inexplicables en palabras: por una vez, para eso está el cine.

Texto de Elvio E. Gandolfo.

Soylent Green (EUA-1973) de Richard Fleischer, c/Charlton Heston, Edward G.

Robinson, Joseph Cotten, Leigh Taylor-Young, Chuck Connors. 97'.

El policía Thorn comparte su vivienda con el anciano Sol Roth, producto de la superpoblación en los lugares más pobres. Los que no tienen vivienda duermen en los pasillos y escaleras de los edificios. Todos ellos están privados de comer carne o cualquier otra cosa que estimule los sentidos y se alimentan a base de unas galletas de nombre Soylent que son producidas por Simonson, un magnate que vive en la zona más adinerada (y alejada) de la ciudad. Pero cuando Simonson es asesinado en su casa sin oponer resistencia, Thorn será el encargado de develar que fue lo que sucedió. Y para eso tendrá también que descubrir LA verdad. Fue la última película de Edward G. Robinson. Se estrenó en Argentina con el título Cuando el destino nos alcance.

Texto de Jorge Bernárdez y Sebastián Rostsein.

Dark Star (EUA-1974) de John Carpenter, c/Dan O'Bannon, Dre Pahich, Brian Narelle.

83'.

Tres astronautas de extracción claramente hippie se pasean por el espacio haciendo estallar planetas inestables, que molestan. Sus principales herramientas son bombas inteligentes, capaces de sostener interesantes conversaciones sobre fenomenología.

Esta comedia negra con música surf fue escrita por Carpenter y Dan O'Bannon con la evidente intención de burlarse de la solemnidad de 2001 de Kubrick. En parte funciona también como un anticipo de Alien, escrita después por O'Bannon. Nunca fue estrenada comercialmente en Buenos Aires.

Zardoz (Ídem, Gran Bretaña-1974) de John Boorman, c/Sean Connery, Charlotte

Rampling, Sara Kestelman, Sally Anne Newton. 105'.

Un mundo de fantasía futura bien descripto cae en ropajes y escenas kitsch cuando debe mostrar a la clase privilegiada (y débil) que sostiene la vida salvaje de los Exterminadores. Uno de ellos (Connery) logra entrar en la cabeza de piedra voladora que circula por los cielos, entregando armas a sus soldados. La zona argumental primero atrae y después provoca la sonrisa, incluso la carcajada. La zona visual del film mantiene hoy en cambio toda su potencia, gracias a la intuición y energía de Boorman. El realizador la filmó poco después de tratar de hacer (infructuosamente) una versión de Tolkien, y se basó parcialmente en El mago de Oz.

Texto de Elvio E. Gandolfo.

Carrera mortal (Deathrace 2000, EUA-1975) de Paul Bartel, c/David Carradine,

Simone Griffeth, Sylvester Stallone, Mary Woronov, Roberta Collins. 84'.

Frankenstein es un hábil corredor de autos fabricado por el sistema. Y en el futuro eso puede significar demasiado, ya que el nuevo deporte nacional es el de atropellar gente, acumular puntos y eliminar, de paso, el problema de la superpoblación. Y si esto no alcanza, el evento también se transmite por televisión, lo que genera fanáticos dispuestos a dar la vida por sus héroes del volante. De acuerdo a la edad y el género del atropellado varía la cantidad de puntos que se reciben. El film tiene algunos vínculos con Rollerball donde la violencia es el deporte, y a la vez la distracción de una sociedad cada vez más sumisa.

Texto de Jorge Bernárdez y Sebastián Rotstein.

¿Quién puede matar a un niño? (España, 1976) de Narciso Ibáñez Serrador,

c/Lewis Fiander, Prunella Ransome, Antonio Janzo, María Luisa Arias, Miguel Narros.

90'.

La película de Chicho Ibáñez Serrador es puro clima e incertidumbre. A un pueblo paradisíaco y ambiguo llega una pareja de ingleses con el fin de pasarla bien, pero las primeros descubrimientos del lugar no son nada alentadores: solo los chicos y nada más que ellos habitan el territorio. ¿Dónde están sus parientes mayores, progenitores o tutores? El paisaje se funde con la historia y el misterio aparece en cada rincón del lugar. Como en El pueblo de los malditos (1963) de Wolf Rilla, y también en la remake de los '90 de John Carpenter, los púberes son los protagonistas y los personajes que desencadenan los conflictos. Chicho filma a los chicos a través de miradas y siniestros silencios (el mejor terror, obvio), sin demasiadas truculencias y con el objetivo de incomodar al espectador. Un año antes moría el Generalísimo Franco y su dinastía dictatorial de más de cuatro décadas al frente del gobierno español. Cualquier lectura política también es lícita y posible.

Texto de Gustavo J. Castagna.

Network (EUA-1976) de Sidney Lumet, c/William Holden, Faye Dunaway, Peter

Finch, Robert Duvall. 121'.

Al saber que será despedido de su noticiero por los bajos ratings, el periodista Howard

Beale anuncia que se pegará un tiro en cámara "dentro de 7 días". Esto le devuelve el

éxito y genera un nuevo programa: "El profeta loco del aire", donde se pone a gritar

verdades sobre el universo. Mientras es parte de un circo inofensivo, los números

mandan y todos contentos. Pero cuando lo que dice empieza a hacer efecto en los que

lo ven, la Cadena comienza a pensar en sacarse el problema de encima y, al mismo

tiempo, elevar las mediciones. Paddy Chayefsky escribió esta película, donde

aprovecha para profundizar aun más sobre la despersonalización del ser humano, uno

de sus temas recurrentes. El film se estrenó en Argentina con el título Poder que

mata.

Texto de Jorge Bernárdez y Sebastián Rotstein.

La última ola (The Last Wave, Australia-1977) Peter Weir, c/Richard Chamberlain,

Olivia Hammett, David Gulpilil. 106'.

El gran critico Rodrigo Tarruella fue uno de los mayores admiradores de la obra de

Peter Weir. Sobre esta película escribió lo siguiente: "La última ola comienza con una magistral secuencia de normalidad aparente en una escuela, seguida de naturaleza amenazante digna del Hitchcock de Los pájaros. Pero las escuelas en Weir toman otro significado, y natura también. La última ola es un thriller de investigación junguiana. Aquí el curioso que se arriesga es el abogado Richard Chamberlain, que pasa de 'mi área son los impuestos' a un caso con aborígenes. Tanto Chamberlain como el aborigen Gulpilil son dos borderline de sus respectivas culturas o tribus. Se relacionan en los bordes, en los límites, así como en los ciclos apocalípticos el límite de una era es el comienzo de otra".

Deathsport (EUA-1978), de Allan Arkush y Henry Suso, c/David Carradine, Claudia

Jennings, Richard Lynch, William Smithers, Will Walter. 82'.

Una producción de Roger Corman, un nuevo disparate embriagador de pretensiones artísticamente comerciales (y viceversa): en el futuro, siglos después de la guerra que acabó con la civilización esta que tenemos ahora y que dejó un paisaje sospechosamente similar al de La guerra de las galaxias (filmada un año antes), un dictador que maneja la Ciudad Helix captura a dos guerreros para que practiquen en su estadio el deporte mortal, que da título al film. Ver a David Carradine en una moto mortífera, diseñada por un científico insano y ensamblada por un chapista sin licencia, es todo lo que motivó a Corman a dar luz verde a una película abyecta por donde se la mire. Y es hoy un motivo importantísimo para verla.

Texto de Agustín Masaedo y Pablo Marín.

Escape de Nueva York (Escape from New York, EUA-1981), de John Carpenter,

c/Kurt Russell, Lee Van Cleef, Ernest Borgnine, Donald Pleasence, Isaac Hayes, Harry

Dean Stanton, Adrienne Barbeau. 99'.

Snake Plissken es uno de los mejores personajes creados por la febril mente de Carpenter. Ultraviolento, ponzoñoso y con mucha presencia escénica: un "badass" que se balancea constantemente entre el héroe y el antihéroe. La trama: en un futuro no muy lejano -el desbocado 1997-, Manhattan hace las veces de isla prisión para los delincuentes más peligrosos. Un día, el avión del Presidente es secuestrado por terroristas y cae en el medio de esta tierra de nadie. El único que lo podrá salvar es Snake, el hombre del parche y las armas voluminosas.

Texto de Marcelo Alderete y Pablo Conde.

Ella (She, Italia-1982), de Avi Nesher, c/ Sandahl Bergman, David Goss, Quin

Kessler, Harrison Muller. 102´.

Cine clase B, exploitation, bizarro, tan malo que es bueno. Antes de acompañar a Schwarzenegger en Conan el bárbaro, Sandahl Bergman tuvo su primer protagónico en esta saludable irresponsabilidad de Nesher. Se la puede acusar de muchos crímenes contra el buen gusto -la mayoría voluntarios-, pero no se puede negar que es rabiosamente divertida. Enumeremos: futuro apocalíptico, grandotes de barba y tutú rosado, peleas en topless, robots de ojos saltones, momias con anteojos negros, guerreros samurai, viajes en el tiempo, los peligrosos Norks y todo el camp que uno pueda soportar. De postre, Rick Wakeman y Motorhead, a modo de banda sonora.

Una película… distinta.

Texto de Marcelo Alderete y Pablo Conde.

1984 (Ídem., Reino Unido-1984) de Michael Radford, c/John Hurt, Richard Burton,

Susana Hamilton, Cyril Cusack, Gregor Fisher, James Walker. 113'.

Como asegura el crítico Richard Scheib, la novela de Orwell (publicada en 1949) se trata de la obra más influyente de su tipo. No hubo denuncia más potente y salvaje de la anónima maquinaria del poder totalitario que la serie de imágenes que Orwell enfatiza en su libro. Términos como "Gran Hermano" han pasado a ser de uso cotidiano y palabras como "Orwelliano" se utilizan con frecuencia para referir una pesadilla totalitaria. La de Radford es una adaptación que sorprende por su vívida y potente articulación intelectual. El abrumador pesimismo de la historia y el brillo de las ideas del autor emergen en esta versión con una claridad que deja sin aliento. El diseño de Allen Cameron -enormes bunkers de concreto y decorados de un gris lavado y triste- es extraordinario. Toda la película fue diseñada en un estilo que recuerda a la inmediata posguerra, con arcaicos teléfonos con auricular de mano y televisores en blanco y negro.

Los guerreros del viento (Tenku no Shiro no Nausicaa, Japón-1984) de Hayao

Miyazaki Largometraje. 84'. Doblada al castellano.

Se basa en un comic que Miyazaki publicó en la revista Animage a partir de febrero de

1982 y continuó ininterrumpidamente hasta 1989, con apariciones posteriores en los años 1990, 1991 y 1993. Los guerreros del viento implica el cumplimiento de una profecía a manos de una princesa destronada y hay un bosque encantado, convertido en una monstruosidad tóxica, cuna de seres innombrables y pasajes abismales. También hay el equivalente a un dragón en una masa putrefacta y en estado de descomposición, mascota de una reina diabólica. Otro punto recurrente es el protagonismo femenino casi absoluto: aquí las mujeres no sólo no le escapan a la violencia física sino que ésta forma parte de su lenguaje y comportamiento.

RoboCop (Ídem, EUA-1987), de Paul Verhoeven, c/Peter Weller, Nancy Allen,

Kurtwood Smith, Miguel Ferrer, Ronny Cox. 102´.

A fines de los '80 uno podía leer cosas como ésta en el revés de una cajita videoclubera: "La acción se desarrolla en la ciudad de Detroit en un futuro cercano, donde la ley y el orden necesitan, sin duda, un defensor. Treinta policías han sido asesinados y hasta que no se encuentre respuesta, se seguirán cometiendo delitos. Un joven y cínico funcionario presenta un plan brillante que se pone en práctica cuando Murphy, un infortunado policía, es brutalmente asesinado. Utilizando lo que queda de él, crean a RoboCop, un organismo cibernético dedicado a luchar contra el crimen". Una excelente oportunidad para revisitar un verdadero clásico en fílmico, aunque la copia ha conocido mejores épocas.

Texto de Marcelo Alderete y Pablo Conde.

La sonámbula (Argentina-1998) de Fernando Spiner, c/Eusebio Poncela, Sofía

Viruboff, Noemí Frenkel, Lorenzo Quinteros. 107'.

Un director argentino con dos esfuerzos complejos en el campo de la ciencia ficción es algo fuera de lo común. En este caso se sumerge además en un guión con bemoles, con cierto "tono Oesterheld" en el desfile de personajes variados, y en el nostálgico desplazamiento temporal del final. Es fundamental la presencia de Eusebio Poncela, y los cameos recordables de gente como Urdapilleta, Briski y otros. Tiene debilidades, tropiezos y limitaciones de presupuesto, pero en conjunto queda adherida a la memoria.

Texto de Elvio Gandolfo.

Código 46 (Code 46, EUA-2003) de Michael Winterbottom, c/Tim Robbins, Samantha

Morton, Om Puri, Togo Igawa, Mick Jones. 93'.

El prolífico, muy desparejo y osado Winterbottom se le anima a la ciencia ficción, con bajo presupuesto que no se nota y con una mezcla de situaciones de otras películas

"sobre el futuro". Hay algunos apuntes interesantes sobre la división de clases y la división del mundo, que se hacen más potentes dado que la película está rodada en escenarios realmente existentes. No hay mucho de novedoso aquí, por momentos el relato parece funcionar a media máquina y la pareja protagónica conecta sólo de a ratos. Pero como película de género europea Código 46 -una película que reflexiona mejor de lo que narra- tiene la virtud de conocer sus limitaciones y de hacer de algunas de ellas virtud, e incluso generar algunas imágenes impactantes.

Texto de Javier Porta Fouz (www.elamante.com).

La antena (Argentina-2007) de Esteban Sapir, c/Rafael Ferro, Florencia Raggi,

Alejandro Urdapilleta, Julieta Cardinali. 90'.

Como la historia transcurre en una ciudad que ha perdido la voz, es perfectamente lógico que Sapir tome ciertos recursos formales del cine mudo, desde Griffith hasta el expresionismo, y los despliegue en un torrente incontenible de ideas visuales originales. Sobre ellas circula una fábula sobre padres e hijos narrada con un sentido del humor estoico y bastante marciano, y con un sistema estético propio, en el que las palabras se integran gráficamente a la acción y, eventualmente, la protagonizan.

Grilla de programación:

Viernes 5

14:00 Pánico en el año cero, de Ray Milland

16:00 Deathsport, de David Susa, Allan Arkush

18:00 Carrera mortal, de Paul Bartel

00:00 La noche los muertos vivientes, de George Romero

Sábado 6

16:00 El señor de las moscas, de Peter Brook

00:00 ¿Quién puede matar a un niño? de Narciso Ibañez Serrador

Domingo 7

14:00 El planeta prohibido, de Fred McLeod Wilcox

16:00 Zardoz, de John Boorman

22:00 El proceso, de Orson Welles

Jueves 11

14:00 RoboCop, de Paul Verhoeven *

16:00 El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl

18:00. La última ola, de Peter Weir

Viernes 12

14:00 El señor de las moscas, de Peter Brook

16:00 La jetée, de Chris Marker + El juego de la guerra, de Peter Watkins

18:00 1984, de Michael Radford

00:00 Fuga de Nueva York, de John Carpenter

Sábado 13

14:00 El sexo fuerte, de Emilio Gómez Muriel

16:00 THX 1138, de George Lucas

00:00 Dark Star, de John Carpenter

Domingo 14

14:00 Alphaville, de Jean-Luc Godard

16:00 Civilización, de Raymond West + MV

22:00 1984, de Michael Radford

Jueves 18

14:00 Fahrenheit 451, de Francois Truffaut

16:00 El proceso, de Orson Welles

18:00 El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl

Viernes 19

15:00 Invasión, de Hugo Santiago

18:00 La última ola, de Peter Weir

00:00 Guerreros del viento, de Hayao Miyazaki

Sábado 20

14:00 Alphaville, de Jean-Luc Godard

16:00 Fahrenheit 451, de Francois Truffaut

00:00 La antena, de Esteban Sapir

Domingo 21

14:00 La invasión a Inglaterra, de Kevin Brownlow

16:00 La jetée, de Chris Marker + El juego de la guerra, de Peter Watkins

22:00 Invasión, de Hugo Santiago

Jueves 25

16:00 Poder que mata, de Sidney Lumet

18:00 Código 46, de Michael Winterbottom

Viernes 26

14:00 Guerreros del viento, de Hayao Miyazaki

16:00 La sonámbula, de Fernando Spiner

18:00 Greaser's Palace, de Robert Downey

00:00 ¿Quién puede matar a un niño? de Narciso Ibañez Serrador

Sábado 27

15:00 Solaris, de Andrei Tarkovsky

00:00 Ella, de Avi Nesher

Domingo 28

14:00 Soylent Green, de Richard Fleischer

16:00 El planeta prohibido, de Fred McLeod Wilcox

22:00 La última ola, de Peter Weir

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