EL "OBSESIVO" GONZALO HEREDIA EN DALE LA TARDE
Este viernes 25 de enero, el ex protagonista de Lobo mostró una faceta nunca vista en Dale la Tarde, el programa que conducen Florencia Peña y Mariano Iúdica en El Trece.
El galán de telenovela admitió que no es fácil trabajar en espectáculo: "Tus convicciones no las tenés que cambiar", afirmó al referirse a las denominadas "reglas de juego" que no comparte del todo. También comparó su debut como productor teatral en "El montapatos" con el nacimiento de su hijo -Eloy- y rescató tener menos presión al estar actuando en "El don de la palabra", que cuando lo hace en la televisión.
Durante toda la entrevista, Heredia habló de su vida cotidiana con Brenda Gandini ("me modificó mucho como actor y como artista porque te da una sensibilidad excelente", dijo) y reveló que "soy muy obsesivo con las cosas que sacan de la heladera: no puedo ver una bandeja con los platos sucios y migas en la cama; no lo soporto y Eloy viene y desparrama las tostadas", manifestó con la ambigua expresión de apretar los dientes y pensar en su hijo con amor. Como padre, coincidió con Iúdica que "tengo muchas más cosas de mi viejo que no quería tener". Acto seguido, tuvo su momento de catarsis efusiva dedicada al "arquitecto de su casa y a un crítico de espectáculos" y escribió "Estás en casa" en el ipad.
BRIEVA, ÚNICO Y RELAJADO
El ex MiDaChi confesó que desde que realiza su unipersonal, "Me da vértigo estar sólo (en el escenario), pero eso también me da cierta libertad". Mientras espera su segundo hijo con Mariela Anchipi, contó que le gustaría tener más hijos pero que también le gustaría que su mujer continúe con su carrera de bailarina y coreógrafa porque "baila hermoso". Mientras la rompe en Mar del Plata, admitió que no le entusiasma volver a la pantalla chica porque "Me parece que no tengo la energía, aunque no creo en los años sabáticos". Con respecto a la propuesta de Marcelo Tinelli de realizar el Bailando de políticos, propuso al juez federal Norberto Oyarbide como parte del jurado.
LA POLÉMICA DE LOS SHOWS GRATUITOS: HABLÓ AXEL
El cantante cantó en la playa de Las Toscas (Mar del Plata) y se metió de lleno en la polémica: "A veces hay gente que viaja con lo justo, entonces está bueno que tengan un espectáculo libre y gratuito (porque) las ciudades grandes también merecen tener artistas convocantes", infirió. No obstante, negó estar al tanto de las repercusiones de la discusión generada por este tema: "vengo de estar un mes en la montaña, sin radio, tele ni diarios, desconectado de todo".
LA PRINCESA DE CÓRDOBA
Desde Carlos Paz, Dale la Tarde se sumó a los festejos de "Stravaganza" por los 60 mil espectadores que la ubica primera a nivel nacional y a pesar que todos lo consideran el "rey" de la Villa, Flavio Mendoza consideró eufórico que "Soy la princesa y, aunque este año Nazarena es la reina, Flor (de la V) es la reina eterna". Sobre las declaraciones cruzadas en lo que se denomina la temporada de la lágrima, afirmó que "los que se quejan son los que no van a perder plata, después que se haga cargo cada uno de lo que le pasa en su espectáculo. Adhiero a que los espectáculos gratuitos no se hagan los días sábados porque perjudica a todos pero el intendente cambió el lugar y el horario". Sobre las ternas de los premios Carlos, Flavio consideró que "Hay algunos que no están: yo como director no figuro, mi cantante mujer y guión tampoco; la terna de Mejor bailarín la va a ganar Hernán (Piquín), pero nosotros ya estamos consagrados, tendrían que haber otros bailarines".
LOS CUATRO PASOS DE RAMPOLLA
La sexóloga definió los momentos clave del acto sexual: la excitación, la meseta, el pico orgásmico y el descanso: "Los hombres tienen que separar el orgasmo con la eyaculación, entonces para la mujer es más fácil", aunque aclaró que "el multiorgasmo no nos interesa a todas las mujeres, si sientes que estás satisfecha, descansa y se acabó". Alessandra se basó en un estudio de Estados Unidos para exponer que "3,5 veces por semanas es el promedio en que las parejas tienen sexo"; y le recomendó a la tribuna generacional que aprovechen sus disfraces para continuar con la fantasía de los personajes en su intimidad.