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Nick y Aaron Carter Ídolos caídos, fecha estreno docuserie, sinopsis: Horario Discovery y Max

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Oppenheimer, personajes película 2023 con Cillian Murphy, sinopsis, reparto, ficha: Max

SINOPSIS

Del escritor y director CHRISTOPHER NOLAN, Oppenheimer es un thriller épico filmado con cámaras IMAX® que sumerge al público en la vibrante paradoja de un hombre que debe arriesgarse a destruir el mundo para salvarlo.

Se trata sobre el físico J. Robert Oppenheimer y su papel como desarrollador de la bomba atómica.

Basada en el libro 'American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer' de Kai Bird y Martin J. Sherwin.

Con Cillian Murphy, Emily Blunt, Robert Downey Jr., Matt Damon, Florence Pugh, Kenneth Branagh, Rami Malek, Casey Affleck, Ben Safdie, Josh Hartnett

FECHA DE ESTRENO EN MAX

7 DE ABRIL 2024


  • LOS PERSONAJES

El libreto de Christopher Nolan para Oppenheimer requería un elenco enorme para interpretar a las decenas de personajes que representaban a algunos de los más importantes impulsores e innovadores del siglo XX. Nolan no quería utilizar personajes compuestos para simplificar las cosas, ya que consideraba erróneo atribuir a una figura de renombre las ideas o innovaciones significativas y emblemáticas de otra. Y como sus personajes entrarían y saldrían de la historia en escenas de ritmo rápido y, a veces, en cameos sustanciosos, quería asegurarse de que el público los reconociera claramente y de que permanecieran vívidos en su mente.

"Cillian Murphy interpretando a Oppenheimer era la pieza central de la película", afirma Nolan. "Pero sabía que Cillian iba a necesitar a su alrededor un ensamble extraordinario, grandes actores que pudieran desafiarlo e impulsarlo. En una película con tantas caras diferentes, cada una tenía que ser distinta y creíble. Por ello, la magnitud del ensamble de actores y actrices que reunió el director de casting JOHN PAPSIDERA es una característica formidable de la película. Es muy importante que el público pueda seguir la pista de quién hace qué, y quién es importante y de qué manera. Estos actores tenían que llegar al set todos los días con un conocimiento preciso y específico del papel que jugaba su personaje en las cosas, de su contribución al Proyecto Manhattan, de lo que aportaban a una reunión, experimento o discusión en particular en un día concreto. Así que todos los días yo estaba en el set rodeado de actores que sabían más que yo sobre lo que estaba pasando desde su punto de vista, y eso es lo que realmente buscas como director".

J. Robert Oppenheimer

Cillian Murphy

Para representar al padre de la bomba atómica, Christopher Nolan seleccionó a un actor que ha aparecido en cinco de sus películas (la trilogía de The Dark Knight, Inception, Dunkirk), pero que hasta ahora nunca había sido el protagonista: Cillian Murphy, la estrella irlandesa de cine y teatro cuya filmografía incluye 28 Days Later, A Quiet Place Part II, y la mundialmente exitosa serie de televisión inglesa, Peaky Blinders. "He tenido la gran suerte de trabajar con algunos actores extraordinarios en los inicios de sus carreras, y Cillian es uno de ellos", dice Nolan. "La primera vez que trabajé con él era muy novato, pero estaba claro que tenía un talento extraordinario y conectamos personal, profesional y creativamente. Así que siempre estoy buscando formas de trabajar con Cillian. Fue maravilloso poder levantar el teléfono y decir: 'Ha llegado; este es el indicado, este es el momento de que seas el protagonista, vas a asumir a un personaje que va a utilizar todos los aspectos de tu talento y desafiarte de formas que nunca antes te habían desafiado'. Y él estaba dispuesto a ello. En realidad fue un sueño hecho realidad para los dos".

Para Murphy, esa llamada telefónica de Nolan fue inolvidable. "Han pasado 20 años desde que conocí a Chris, pero desde entonces era su fan porque yo ya había visto Memento e Insomnia", dice Murphy, cuyo primer encuentro con Nolan fue en una audición para el papel de Bruce Wayne en Batman Begins, que terminó interpretando Christian Bale. "Conocer a Chris para esa película -en lo personal siempre pensé que era una idea absurda: ¡Yo interpretando a Batman!- fue importantísimo para mí. Pero ese encuentro derivó en el personaje de El Espantapájaros y en una experiencia de trabajo extraordinaria. Mi sensación desde entonces ha sido que, si Christopher Nolan te pide que hagas algo, no importa la envergadura del papel, simplemente te presentas. No esperaba que me llamara y me pidiera que interpretara a Oppenheimer. Pero lo hizo. Cuando colgué el teléfono, me quedé algo aturdido. Me sentí muy afortunado. Y luego nos pusimos a trabajar".

El atractivo y el reto de interpretar a Oppenheimer, dice Murphy, era hacer justicia a la inmensa inteligencia del físico y a sus luchas morales. "Siempre fuimos tras la complejidad de Oppenheimer, ya que no era un hombre sencillo", explica Murphy. "Ninguna de las personas de esta película lo es. Tener ese enorme intelecto puede ser una carga; las personas así operan en un plano completamente distinto al de nosotros, los simples mortales, y eso conlleva sus propias complicaciones y desafíos en su vida personal y moral. Esa fue una de las cosas más complicadas: trazar el viaje moral de Oppenheimer a través de esta historia, porque él parece estar esquivando los reiterados ataques políticos durante gran parte de ella, en términos de su posición moral con su trabajo en el Proyecto Manhattan, y años después, sobre cuál es su posición en términos de política nuclear después de la Segunda Guerra Mundial, y cómo sus posturas cambiantes y en evolución lo ponen en conflicto con otras personas".

Para prepararse para el papel, Murphy leyó American Prometheus y otros libros y vio horas de material filmado de Oppenheimer dando conferencias y entrevistas. Trabajó con Nolan y la diseñadora de vestuario Ellen Mirojnick para perfeccionar el aspecto característico de Oppenheimer: su intensa mirada, su postura, su pipa, su sombrero. "No intento imitar a Robert Oppenheimer", dice Murphy. "Es un Oppenheimer destilado del Oppenheimer que vemos en los materiales históricos y del Oppenheimer que conocí en el guion de Chris. Fue un largo proceso para llegar a una síntesis de representación e interpretación".

Murphy consultó al renombrado físico KIP THORNE para conocer mejor la profesión, así como los conceptos de la fisión. Pero no se presionó a sí mismo para comprender plenamente toda la ciencia y la filosofía embriagadoras que le resultaban fáciles a Oppenheimer. "La mayoría de la población no puede y no piensa en la existencia humana, la estructura del mundo y nuestro lugar en el universo como lo hacía Oppenheimer, y menos aún a través de la lente de la mecánica cuántica, con sus complejidades y su apreciación de las paradojas", puntualiza Murphy. "Así que habría sido inútil pasarme seis meses intentando comprenderlo todo. Hay que tratar de obtener un vago manejo conceptual y después minas y extraes la humanidad, que es lo más importante para nuestra película. Es una gran historia desde el punto de vista temático, pero está contada de una manera muy humana. No es una lección de historia; no es didáctica ni normativa. No le dice a la gente: 'Esto es lo que tienen que aprender de esto'. Pero está muy claro que las personas pueden establecer paralelismos y reflexionar sobre lo que está ocurriendo hoy en el mundo de forma alarmante. El cine que estimula el pensamiento y te hace reflexionar es una parte importante del panorama cinematográfico, y creo que Chris siempre lo hace de una manera interesante y provocativa".

Kitty Oppenheimer

Emily Blunt

Katherine "Kitty" Oppenheimer (su apellido de soltera era Puening), papel que interpreta Emily Blunt, era bióloga, botanista y ya había estado casada tres veces antes de conocer a Oppenheimer en una fiesta en un jardín en San Francisco. Se casaron y tuvieron dos hijos: Peter y Toni. Durante los años que vivieron en Los Álamos, Kitty luchó contra la insatisfacción que le provocaba la maternidad, la soledad y la adicción.

A Blunt le intrigaba el rechazo de Kitty a las convenciones o expectativas sociales. "Kitty es un personaje que no habla trivialidades; habla de temas importantes", explica Blunt. "Ella es complicada, volátil y fascinante, todo a la vez. Lo que realmente me atrajo de ella es la idea de una mujer que se negaba a conformarse con el ideal femenino de la época, por el cual tienes que casarte y tener hijos y apoyar a tu hombre; ese es tu trabajo y eso es todo lo que se te permite hacer. Ella desafiaba al sistema de una forma que se sentía tan moderna. Es que Oppenheimer es su cuarto marido, ¡y ella tiene unos 29 años cuando lo conoce! Encuentro que ella sólo quería brillar en la vida a su manera. Lo que sí creo es que ella encontró en Robert Oppenheimer a su par a nivel intelectual. En la relación había un respeto genuino. Ella era su absoluta confidente y su principal aliada a la hora de tomar grandes decisiones. Se apoyaba mucho en ella y su opinión era de suma importancia para él. Ella también era científica, y es el mejor ejemplo de una mujer de esa época con un cerebro brillante que se desperdició en la tabla de planchar, y sufrió por ello. Sin embargo, ella creía en Robert, lo adoraba, lo apoyaba, y era su mayor defensora".

Aunque Blunt hurgó en las profundidades de American Prometheus para encontrar la visión de Kitty, afirma que el guion de Christopher Nolan y su estilo de dirección fue todo lo que necesitó para encontrar al personaje. "Chris escribió un personaje extraordinario para que me sumergiera en él", dice Blunt. "Kitty estalló fuera de las páginas en dirección a mí; había algo colosal en ella como persona. Chris te da mucha libertad, como director, para explorar las vulnerabilidades de un personaje. Si ves a alguien atada a una especie de volatilidad, o si es agresiva o dura, siempre busco qué hay debajo de eso, de dónde viene y cuántas cosas puedes interpretar en este momento para que no sea sólo de ira. Se trata de dolor, se trata de humillación, se trata de sentirse expuesta. Todas esas cosas estaban ahí para que yo las encontrara, y tenía la libertad creativa para explorarlas".

Blunt afirma que la química fue fácil para ella y Cillian Murphy, ya que ambos trabajaron juntos no hace mucho en A Quiet Place Part II, película en la que sus personajes desarrollaron un estrecho vínculo y lucharon contra demonios de otro tipo. "Esta era mi segunda película con Cillian y como ya habíamos trabajado juntos, nos sentimos cómodos y confiábamos el uno con el otro", relata Blunt. "Fue muy fácil interpretar a una pareja casada tan unida y con espíritus tan afines. Estar a su lado en una escena, con alguien que no tiene ego, concentrado en servir, que sólo quiere crear algo bueno y verdadero contigo, fue una experiencia increíble".

Leslie Groves

Matt Damon

Leslie Groves, Jr., un hombre trabajador, mordaz y con un gran sentido del deber, era un distinguido oficial del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos que acababa de supervisar la construcción del Pentágono cuando se le asignó la misión de dirigir el Proyecto Manhattan. A pesar de las diferencias políticas y de temperamento con Oppenheimer, el conservador y pragmático Groves quedó inmediatamente cautivado por el genio y la visión de Oppenheimer y lo reclutó, por encima de las dudas de muchos, para que fuera su compañero en la misión. Groves contribuyó de forma significativa a la construcción de la bomba atómica, entre otras cosas por su fe en los compromisos de Oppenheimer en medio de las preocupaciones por sus inclinaciones comunistas.

Para interpretar al brigadier general los cineastas seleccionaron a Matt Damon, quien a principios de este año añadió a su brillante currículum de interpretaciones nominadas al Óscar® (habiendo ganado un Premio de la Academia® por coescribir Good Will Hunting) una aclamada actuación en la película Air, que también produjo con su amigo Ben Affleck. "La relación entre Oppenheimer y Groves es una gran fuente de diversión en la película", dice Emma Thomas. "Puesto que gran parte de la película se cuenta desde la perspectiva de Oppenheimer, necesitas que quien interprete a Groves pueda atraer inmediatamente al público, que sea alguien que tenga esa confianza de estrella de cine, con un poco de arrogancia, pero alguien que también se sienta profundamente digno de confianza. Matt era el hombre perfecto para eso. Aportó mucho humor y calidez al papel, y es una delicia ver la dinámica que hay entre él y Cillian".

Para Damon, el atractivo de trabajar en Oppenheimer fue la creación de una historia de origen para el mundo que ha conocido toda su vida, creada a partir de las secuelas del Proyecto Manhattan. "Yo soy hijo de la Guerra Fría", dice Damon. "Crecí con las consecuencias de este fragmento de la historia. Así que siempre lo he visto a través de esa lente. Lo interesante fue volver atrás y tratar de entender lo que pensaban estos tipos y lo que les estaba ocurriendo, así como las terribles decisiones que se les plantearon. Pero también hay todo un desorden humano de política, ambición y moralidad ligadas a esta tarea. También podría relacionarme mucho con esta idea de las personas -en este caso, científicos- que sólo quieren saber si pueden hacer algo que nunca se ha hecho antes. Existe esa increíble curiosidad, esa fascinación y ambición humanas naturales por llegar al límite para ver qué se puede aprender, para ver qué pasaría. Y después está el idealismo o la ingenuidad de algunos de ellos. Oppenheimer realmente creía que esto significaría el fin de todas las guerras. Sin embargo, hemos estado viviendo bajo esta especie de 'Espada de Damocles' durante toda mi vida y en las décadas por venir, y a menudo no pensamos lo suficiente en ello. Así que no me cabe duda que esta es una de las historias más importantes de nuestro tiempo".

Damon desarrolló el papel centrándose en lo esencial de la personalidad de Groves. "Groves tenía un ego muy grande y no le caía bien a nadie", dice Damon. "Pero le caía bien a Oppenheimer; tenían cierto tipo de entendimiento y conexión. Groves nunca dudó de lo que hacía Oppenheimer o por qué lo hacía. Groves estaba muy orgulloso de esta hazaña de la ingeniería y de la importancia científica de sus iniciativas. No hubo mucha reflexión de su parte. Fue algo así: 'Dije que lo iba a hacer y lo hice'. Fue fascinante interpretar a alguien con ese tipo de certeza y enfoque, así como a alguien que era muy, muy inteligente, pero que de repente estaba rodeado de genios que operaban en un nivel diferente -genios que tenían la misma ambición que Groves, pero que también tenían más conflictos sobre lo que estaban haciendo y lo que podría resultar de ello".

Damon agrega que no le resultó demasiado difícil conectar con Groves y la tensa táctica del Proyecto Manhattan. Aunque lo que estaba en juego en la creación de la primera arma nuclear era infinitamente mayor, a nivel interpersonal no era tan diferente de la realización de películas. "Hay muchos paralelismos con nuestro negocio", afirma Damon. "Los diferentes conflictos, las personas que se reúnen que provienen de mundos diferentes y tienen diferentes objetivos y diferentes expectativas, esperanzas y sueños. Nos juntan a todos y tratamos de hacer aquello que queremos. Hay mucha fricción y tensión, así como fisión y fusión. Creo que eso facilitó que el elenco se sintiera identificado con lo que estaban viviendo nuestros personajes".

Lewis Strauss

Robert Downey, Jr.

Lewis Strauss fue comisionado fundador de la Comisión de Energía Atómica en 1947, desempeñando un papel clave en la configuración de la política nuclear estadounidense de la posguerra. Strauss conoció a Oppenheimer ese mismo año en su calidad de administrador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton. Así comenzó una tensa relación entre dos hombres obstinados, sumamente ambiciosos y, a su manera, fervientemente patriotas. Strauss era un sureño devotamente religioso, que al sólo haberse graduado de la escuela preparatoria siempre se sintió profundamente inseguro por su falta de educación formal, un político conservador y dogmáticamente anticomunista; mientras que Oppenheimer era del noreste del país, brillante por naturaleza y altamente educado, un entusiasta liberal con políticas de tendencia izquierdista.

Para interpretar a Strauss, Christopher Nolan y Emma Thomas buscaron a un actor con el que querían trabajar desde hacía muchos años: el dos veces nominado al Óscar® (por Chaplin en 1992 y por Tropic Thunder en 2009) y muy conocido Iron Man, Robert Downey, Jr.

La oportunidad de Oppenheimer llegó a la vida de Downey Jr. en un momento en el que intentaba ser cuidadoso en la elección de sus proyectos tras su éxito de taquilla interpretando al principal vengador del universo cinematográfico de Marvel. "Antes de la pandemia llevaba casi un año sin hacer nada, simplemente reconectando con mi familia y otros intereses, porque había estado trabajando sin parar", dice Downey Jr., que acaba de producir "Sr.", el aclamado documental sobre su difunto padre, el venerado cineasta experimental Robert Downey, Sr., y su relación con él."Pero se trataba de Christopher Nolan haciendo algo que era importante para él. El elenco era este gran ensamble de personas que pueden elegir sus proyectos. Y tan pronto como nos pusimos en marcha, los acontecimientos mundiales se alinearon de una manera que convirtió a esta película en una metáfora importante que podía hablar de un sinnúmero de cosas. Así que fue una decisión muy fácil de tomar".

Cuanto más investigaba Downey sobre Strauss y su compleja relación con Oppenheimer, más crecía su percepción de Strauss como una figura complicada cuya visión del mundo tenía sus méritos, al menos en el contexto del momento histórico. "Les daré un ejemplo", dice Downey Jr. "El Teatro Asiático-Pacífico en la Segunda Guerra Mundial fue crucial. Nuestros torpedos no explotaban a la profundidad o distancia adecuadas de sus objetivos. Strauss sabía que la espoleta de proximidad ayudaría a la causa y como la impulsó enérgicamente, con todas sus ventajas burocráticas, ayudó a acortar la guerra. Pero, ¿alguien dijo alguna vez que Lewis Strauss ayudó a acortar la guerra? No. Más tarde, cuando se dio cuenta de que los rusos tenían armas atómicas y empezó a abogar por las pruebas de la bomba H, a lo que Oppenheimer se opuso, Strauss lo hizo creyendo que podría salvar vidas, del mismo modo que la innovación de la espoleta de proximidad salvó vidas. Su razonamiento no es tan simple como 'necesito ganar' o 'necesito que pierdas'. Siempre hay alguna motivación de su parte en la que puedes decir: 'Bueno, pero él tiene razón'".

Y en cuanto al corte de pelo que le exigió interpretar a Strauss, Downey Jr. no se inmutó. "Lo gracioso de afeitarme la raya del nacimiento del pelo es que me recordaba a mi padre, lo cual nunca es malo, aunque también supuso para mi sufrida esposa una vista previa de lo que vendrá", relata Downey Jr. "Pero sin duda era adecuado para el personaje. Creo que Chris estaba un poco preocupado o se preguntaba si yo querría evitarlo. Pero eso es lo último que haría. Y lo único que terminó pasando fue que usé gorras de béisbol durante una temporada".

Jean Tatlock

Florence Pugh

Intelectual, introvertida, sensual, excéntrica y propensa a episodios de melancolía, Jean Tatlock fue una psiquiatra que estudió en Stanford que tuvo un intenso pero torturado romance con J. Robert Oppenheimer.

Para interpretar a Tatlock los cineastas seleccionaron a Florence Pugh, cuyas actuaciones en Black Widow, Midsommar y en Little Women (fue nominada al Óscar® por esta última), la han convertido en una de las estrellas jóvenes más brillantes de Hollywood. Aceptó el papel por la oportunidad de trabajar con un director a quien admiraba. "En primer lugar, es una película de Christopher Nolan", anota Pugh, "y en segundo lugar, tiene uno de los protagonistas más increíbles. Cillian Murphy es un actor al que he estado observando durante algún tiempo y con el que llevo años deseando trabajar. Tendría que estar loca para decir que no. Me sentí como si estuviera haciendo deporte con algunos de los mejores atletas, así que realmente fue una de las mejores experiencias que he tenido".

Pugh disfrutó interpretando a una personalidad fuerte que se oponía a las convenciones sociales que degradaban y limitaban a las mujeres de esa época. "Jean es contundente y sabe lo que quiere, y en ningún momento es castigada por ello, especialmente por Oppenheimer", señala Pugh. "Con Oppenheimer, Jean tiene todo el control y está en su elemento. Crear una mujer con tanto poder, así como todos estos otros aspectos complejos de ella, y crear su relación con Oppenheimer en colaboración con Chris y Cillian, fue en sí misma una experiencia poderosa, empoderante e infinitamente interesante".

Ernest Lawrence

Josh Hartnett

Cuando el físico Ernest Lawrence conoció a Oppenheimer, se hicieron amigos de inmediato. Oppenheimer se sintió atraído por la personalidad sociable y extrovertida de Lawrence.

Para interpretar a Lawrence, Nolan eligió a Josh Hartnett, a quien no le son ajenas las grandes películas que abordan la moralidad de la guerra y el heroísmo militar, habiendo interpretado a un piloto del Ejército en Pearl Harbor, del director Michael Bay, y a un sargento del Ejército en Black Hawk Dawn, cinta dirigida por Ridley Scott.

Hartnett, quien regresa al cine después de tomarse un tiempo libre para dedicarse a la crianza de sus hijos, se reencuentra con el género que lo convirtió en una estrella a través de un tipo de personaje diferente. "Conocía un poco sobre Oppenheimer, pero no sobre Lawrence y su papel decisivo en la creación de las armas nucleares y lo cual ahora es nuestro dilema del siglo XXI", explica. "Él es la figura histórica más importante e impresionante del siglo XX de la que no sabía nada. Desarrolló el ciclotrón, desarrolló el concepto de megaciencia, básicamente dio origen a lo que hoy en día es el supercolisionador. Todo ha cambiado gracias a este hombre y sus soluciones".

Hartnett se inspiró en su tío abuelo, un físico que trabajó en el programa espacial Gemini que llevó a los estadounidenses a la luna, y el actor investigó todo lo que pudo encontrar sobre Lawrence. "Quería asegurarme de que Lawrence no sonara contemporáneo y que fuera una persona de su época y entorno", comenta. "Por suerte, vengo del mismo lugar que Lawrence. Él estudió en Minnesota y yo crecí allí, así que conozco el acento y sé como habla la gente de allí. Y crecer en una familia de científicos me ayudó a entender a un hombre que estaba inmerso en la academia y al que se le había dado mucha libertad para rebasar los límites de lo que era posible".

Hartnett enfocó su actuación destacando todo lo que había en Lawrence que no había en Oppenheimer. "Una de las cosas que aprendí fue que Lawrence era el tipo de persona que todos habrían elegido como primera opción para dirigir el Proyecto Manhattan. Era extrovertido, una persona sociable, era bueno recaudando fondos -todas esas cosas para las que, francamente, Oppenheimer no tenía talento natural", dice Hartnett. "Eso me ayudó a tener una buena perspectiva del personaje, porque lo último que quería era interpretar a Lawrence como un científico. Él es un ser humano que era claramente diferente de los científicos que lo rodeaban, sobre todo de Oppenheimer".

Rodar en locaciones de Nuevo México fue estimulante para Hartnett. "Cuando empecé a filmar, muchos de nosotros nos alojábamos en un pequeño hotel que sólo eran un montón de cabañas alineadas una al lado de la otra", relata Hartnett. "Después del trabajo, todos regresábamos y cenábamos juntos; había una sensación de familia, algo que es muy diferente a las películas de hoy en día. Era una gran cantidad de personas reunidas en un lugar minúsculo, trabajando duro para hacer una película tan importante, y sin embargo todo era informal y fácil. Fue una de las mejores experiencias de mi carrera".

Niels Bohr

Kenneth Branagh

Premio Nobel de Física de 1922, Niels Bohr fue venerado por Oppenheimer y otros científicos de su generación por su estudio de la estructura atómica y la famosa "Interpretación de Copenhague" de la mecánica cuántica.

Para interpretar a Bohr, Christopher Nolan buscó a otro de sus colaboradores frecuentes: Kenneth Branagh, quien interpretó al valiente comandante Bolton en Dunkirk y al villano Andrei Sator en Tenet, y cuya propia carrera como guionista y director tuvo nuevos alcances en 2021 con Belfast, película que le valió nominaciones al Premio de la Academia® a la mejor película y mejor director y ganó el Óscar® de la categoría de mejor guion original.

"Fue bueno tener un punto de partida", anota Branagh sobre esta última tarea que Nolan le solicitó. "Niels Bohr es un gran hombre de ciencia, premio Nobel, uno de los artífices del cambio de la física clásica a la cuántica, todo lo cual formó parte del movimiento mundial hacia el conocimiento que trajo la bomba atómica, la energía nuclear y todo lo que vino con ella. Hay una gran cantidad de material sobre él. Puedes oírlo; puedes verlo; puedes observarlo y puedes leer mucho sobre él. Lo que más me ayudó fueron los pequeños detalles que seleccioné cuidadosamente. A Bohr le encantaba el fútbol. Su hermano jugaba en la selección danesa e incluso él era un futbolista bastante bueno. Siempre le gustó estar al aire libre. Cuando estuvo en Los Álamos, esquiaba. Le encantaban las películas western mudas de los años veinte. Y también era, según cuentan quienes lo observaban, absolutamente despistado. Era un hombre excepcionalmente brillante, capaz de discutir con Einstein, y muy accesible. Podía perderse al cruzar la calle, pero su mente era tan afilada como una navaja".

Nolan ayudó a Branagh a enfocar aún más su interpretación comparando la relación de Bohr con Oppenheimer con personajes famosos de hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana. "Aunque Oppenheimer no pasaba necesariamente mucho tiempo con él, Bohr era muy importante para él", dice Branagh. Chris tenía la idea de que él tenía una especie de relación de Obi-Wan-Kenobi con Oppenheimer, así que valía la pena pensar en ello en esos términos. Bohr era, en cierto modo, un mago, alguien que entendía mejor algunas cosas que el propio Oppenheimer. Pero Bohr también valoraba que Oppenheimer fuera el hombre que presentaría la bomba atómica al mundo. Reconoció que Oppenheimer podría tanto entender la ciencia como soportar los problemas y las dificultades de lo que vendría después, algo que Bohr intuye que será necesario".

Branagh afirma que no deja de sorprenderle la capacidad de Nolan para dirigir a su elenco y a su equipo en la producción de películas tan ambiciosas, de alto riesgo y grandes recompensas. "Es emocionante trabajar con alguien que, como cineasta, es tan naturalmente seguro de sí mismo en todos los sentidos. Chris lleva la batuta con una ética de trabajo extraordinaria. Siempre es divertido, tiene un agudo sentido del humor, es amable y escucha a sus actores. Es un tremendo colaborador y un gran líder natural. Es maravilloso observarlo y poder apoyarlo".

Edward Teller

Benny Safdie

Así como Oppenheimer fue apodado "el padre de la bomba atómica", Edward Teller es conocido como "el padre de la bomba de hidrógeno".

Trabajando bajo las órdenes de Oppenheimer en la búsqueda de descifrar los secretos de la fisión, a Teller le costaba trabajar en equipo y a menudo trabajaba al margen de sus colegas para perseguir sus propios objetivos. Discrepaba con su jefe en cuanto al enfoque del trabajo -él creía que debían dedicarse al objetivo más difícil de construir bombas de hidrógeno más potentes. Incluso cuando instó a su colega a desarrollar las armas termonucleares más fuertes posibles, fue Teller el primero en especular sobre "la terrible posibilidad" que atemorizaba a Oppenheimer: la posibilidad de incendiar la atmósfera terrestre.

Para interpretar a Teller, Christopher Nolan seleccionó al actor Benny Safdie, quien ha actuado en películas tales como Licorice Pizza y Are You There, God? It's Me, Margaret? La cinta Oppenheimer brindó a Safdie la oportunidad de explorar un camino que no conocía. "Estuve a punto de convertirme en físico; estuve así de cerca", dice Safdie. "Hubo un momento en mi vida en el que las opciones eran 'hacer películas o dedicarme a la física'. Elegí el cine, pero cuando estudiaba en la preparatoria aprendí sobre el modelo estándar y la mecánica cuántica. Estuve estudiando con un profesor de la Universidad de Columbia y visitando los principales laboratorios, todas las cosas que uno hace cuando piensa seriamente en convertirse en físico. Así que fue una locura que Chris me pidiera que hiciera esto. Fue una increíble confluencia de mis propios intereses".

Safdie estaba fascinado por la mezcla de genio y vanidad de Teller, y de cómo, incluso en medio de la aparentemente heroica misión del Proyecto Manhattan, las debilidades y flaquezas personales amenazaron con perjudicar el trabajo. "La película es muy fiel a la ciencia, pero también a cada científico", afirma Safdie. "Cada uno de ellos es un personaje, con estas personalidades complejas y logros extraordinarios. Es increíble que hubiera un período en el que todos trabajaran en la misma sala. Todos estaban allí para lo mismo, persiguiendo el mismo objetivo, pero no dejaron sus egos en la puerta, que es parte de lo que lo hace tan interesante. También hay una cualidad de respeto mutuo que es particular de esa época, incluso entre Oppenheimer y Teller, hasta cierto punto. Es agradable ver cómo eso también se materializa en la película".

Al igual que todos los miembros del elenco de reparto del Proyecto Manhattan, Safdie recibió películas de su homólogo de la vida real para hacerse una idea de la voz, los gestos y la personalidad de su personaje. "En gran parte del material fílmico que tenemos de estos científicos, ellos están dando conferencias o explicando cosas, así que están actuando para los demás o para los estudiantes", dice Safdie. "Ellos son personas inteligentes tratando de ser inteligentes y alardeando. Y Teller hablaba con un tono amenazante, haciendo todas esas pausas y movimientos. Pero había un video en el que habla de su amigo John von Neumann, un matemático y físico, donde suena suave y sutil. Ahí fue donde me dije que ese era el tono de la voz. A partir de ahí, era cuestión de afinar las sutilezas, como su leve ceceo y su tono, o ajustar y modificar la voz para las escenas en las que ya es una persona mayor".

Para Safdie, uno de los placeres de trabajar en Oppenheimer era ver a un colega director en el trabajo, específicamente a uno que suele trabajar a un tamaño y escala superiores a las propias películas de Safdie. "Rodamos una secuencia situada en una fiesta con 100 personas", relata Safdie. "Tuvimos que rodar tres o cuatro escenas en la fiesta antes de ir a una locación diferente para hacer otra escena completa. Fue un gran día de trabajo, y Chris orquestó todo como si nada. Fue realmente impresionante ver algo tan grande como esto. Y también inspirador. Chris se movía con una rapidez y eficacia, pero lo que es más importante y más sutil, con una confianza que le permite jugar y obtener exactamente lo que necesita de todos en el tiempo que estamos juntos. La puerta de la sala se cierra, y todos saben que estamos todos dentro, trabajando juntos para resolver las cosas sobre la marcha. Fue divertido de verlo y fue genial ser parte de ello".

Frank Oppenheimer

Dylan Arnold

Frank Oppenheimer, el hermano menor de Robert Oppenheimer y físico de partículas, fue reclutado por Robert para trabajar en el Proyecto Manhattan.

Para interpretar a Frank, Nolan seleccionó a Dylan Arnold (las recientes películas de Halloween). Pero Arnold no tenía certeza de a quién iba a interpretar después de su segunda audición. Al igual que la mayoría de los actores que fueron seleccionados para interpretar a los científicos del Proyecto Manhattan, Arnold en su primera audición Arnold leyó un monólogo sobre agujeros negros que no era atribuible a ningún personaje. "Luego, cuando me volvieron a llamar, me dijeron que el personaje era el hermano menor de uno de los personajes principales", relata. "En ese momento yo realmente esperaba formar parte de la película, y estaba investigando todo lo que podía sobre Oppenheimer. Sabía que Robert tenía un hermano menor llamado Frank, así que supuse que estaba haciendo la audición para ese personaje, y actué a la altura".

Arnold se preparó aún más para el trabajo hablando con el hijo de Frank Oppenheimer, Michael, e investigando la relación de Frank con Robert. "Leí mucho sobre Frank", señala. "Miré algunos videos. No hay mucho material sobre él. Sin embargo, fue muy fácil prepararlo y hacer la investigación porque lo encontré infinitamente fascinante. Frank era todo curiosidad, siempre tratando de explorar y jugar. Cuando tenía 16 años desarmó el piano de su padre sólo para ver cómo estaba construido y lo volvió a armar antes de que su padre volviera a casa del trabajo. Y los dos hermanos tenían una relación fascinante. Empezaron a ser más cercanos cuando Frank entró en la adolescencia y se interesó por la física. Pero más adelante, cuando eran adultos, se distanciaron, en gran medida, debido a las ideas políticas de Frank. Frank era alguien que hacía lo que consideraba correcto y estaba dispuesto a aceptar las consecuencias cualesquiera que fueran. En aquel momento pensó que afiliarse al Partido Comunista era lo correcto porque era la antítesis del fascismo, que se estaba extendiendo por todo el mundo. Así que, para él, esa parecía la respuesta lógica".

Arnold afirma que fue especialmente significativo rodar en las mismas regiones remotas de Nuevo México que tanto significaron para Frank y Robert cuando eran niños, y luego como adultos trabajando en el Proyecto Manhattan. "Estar en la locación del rodaje fue muy intenso", señala. "Chris tampoco permite los teléfonos en el set, y como las escenas de Nuevo México tienen lugar en los años cuarenta, cuando obviamente nadie tenía teléfono celular, me hizo pensar en cómo sería estar allí y pasar el tiempo en los cañones, subiendo la ladera de una montaña a caballo, lidiando con el viento, la lluvia y los elementos, lejos de todo el mundo. Se sintió mágico. Como actor, hace mucho del trabajo por ti. No tienes que mirar una pantalla verde, no tienes que imaginarte todo para situarte en un lugar y un tiempo diferentes. Estás allí presente".

Hans Bethe

Gustaf Skarsgård

Hans Bethe dirigió la división teórica del Proyecto Manhattan y desarrolló el diseño de las bombas detonadas en Trinity y Nagasaki.

Para interpretar a Bethe, Christopher Nolan eligió a Gustaf Skarsgård, un aclamado actor sueco conocido en todo el mundo por su actuación en el programa de televisión Vikings y en la película Air, el reciente proyecto dirigido por Ben Affleck. "Tuve la ventaja de disponer de mucho material para prepararme", expresa Skarsgård. "Hay toda una serie de videos en YouTube en los que Hans cuenta prácticamente la historia completa de su vida y toda su experiencia de trabajo con Oppenheimer y el Proyecto Manhattan. Me sirvió de pauta para poder inspirarme. Aun así, no quería imitarlo. Quería llevar el sabor de esta persona a las escenas, y entendiendo de qué y de quién tratan las escenas, calibrar cuánto de ese sabor llevar a ellas".

Al igual que Matt Damon, Skarsgård afirma que se sintió atraído por Oppenheimer por la forma en que resonó en él personalmente, porque creció con miedo a la guerra nuclear y porque también plantea preguntas sobre nuestro futuro. "Vivimos en un mundo que se creó como consecuencia directa del Proyecto Manhattan", señala. "Crecí en los años ochenta en Suecia, justo al lado de la Unión Soviética, y recuerdo que teníamos que hacer simulacros de seguridad en búnkeres debajo de nuestra escuela. Esa era la realidad entonces, y ahora debemos preocuparnos por si volvemos a eso".

Isidor Rabi

David Krumholtz

Robert Oppenheimer trató de reclutar a su amigo Isidor Isaac Rabi para el Proyecto Manhattan -Rabi se destacaba en los campos de la física y la química nucleares- pero Rabi rechazó tener un puesto oficial. No quería mudarse a Los Álamos y tenía objeciones personales y morales hacia la iniciativa de fabricar bombas. Pero Rabi apoyó a Oppenheimer trabajando como consultor, y estuvo allí, con Oppenheimer, para la prueba Trinity.

Para interpretar a Rabi, Nolan llamó a David Krumholtz, que había capturado la atención de Nolan muchos años antes durante la aclamada actuación del actor en el drama de la CBS Numb3rs, en la que interpretó a un genio de las matemáticas que resuelve crímenes para el FBI. "Conocí a Chris hace muchos años, cuando yo estaba participando en Numb3s y él me dijo que le gustaba mi trabajo en la serie", dice Krumholtz, cuya destacada participación en el teatro y el cine incluye otro papel que le sirvió para Oppenheimer cuando interpretó al físico Werner Heisenberg en la obra de teatro de Michael Frayn, Copenhagen. "Siempre tuve en mente que Chris Nolan era mi fan, porque ese tipo de fans son difíciles de encontrar. Entonces, cuando surgió la oportunidad de Oppenheimer, pensé: ¡Lo logré! Sabía que él había visto mi trabajo y que le gustaba, así que me fui a Los Ángeles para la audición. No pudo ser más amable, pero en mi audición me dijo: 'Hazlo de vuelta, pero esta vez, hazlo como si estuvieras manejando a casa después de esta audición y pensaras: Debería haberlo hecho de otra manera'. Me dije: 'Acabo de arruinarlo'. Estuve deprimido unas cinco horas, y ese mismo día me llamaron y me dijeron que me habían seleccionado".

En su investigación sobre Isidor Rabi, Krumholtz se centró en las cualidades espirituales del físico y en lo que ofreció a Oppenheimer como modelo a seguir y aliado. "Me sorprendió lo realista y práctico que era Rabi", señala Krumholtz. "Rabi era un filósofo-científico que creía que la ciencia era una forma de arte y que los científicos eran verdaderos artistas. Era lógico que simpatizara tan profundamente con la carga que Oppenheimer tenía sobre sus hombros y que hasta pudiera ser su amigo. Hay una cierta clase de arquetipo científico en el que todos son absolutamente brillantes, pero les falta un chip. Tienen un don de análisis, pero tienen problemas para socializar. Parte de la película trata de Robert Oppenheimer, quien no necesariamente tenía todos los chips. Era un genio extraordinario, pero le faltaba equilibrio en su vida. Pero Rabi era el opuesto de Oppenheimer; Rabi tenía un equilibrio extraordinario. Yo quería aportar esa sensación de sabiduría al papel, esa cualidad de alma vieja que tenía, esa compasión que mostraba especialmente hacia Oppenheimer. Era como un hermano para él, como de la familia".

Krumholtz ve a Oppenheimer, como una historia atemporal sobre un conflicto ético imposible a gran escala y un llamado oportuno para una gestión más sensata de la Tierra. "Cuando se debe tomar una decisión difícil entre dos opciones éticamente cuestionables, sólo esperas tener a las personas adecuadas a cargo de tomar esas decisiones", dice Krumholtz. "A veces, de la elección pueden venir cosas buenas. Rabi realizó un trabajo revolucionario al descubrir la resonancia magnética, que resultó en el estudio imagenológico de resonancia magnética y la capacidad de hacer todo tipo de cosas maravillosas para salvar vidas. De los descubrimientos necesarios para construir la bomba han surgido muchas cosas buenas, pero también mucha destrucción, y aún puede haberla. Como resultado, este es un mundo que da miedo, pero aún tengo esperanza. Me gusta mirar hacia el futuro. Con suerte, las personas adecuadas terminarán haciendo lo correcto con la ciencia a su disposición para salvar el planeta".

Vannevar Bush

Matthew Modine

En 1941, Vannevar Bush fue nombrado director de la recién creada Oficina de Investigación Científica y Desarrollo, con la amplia encomienda de fomentar la innovación en medicina y tecnología armamentista. Ante la creciente preocupación de que otros países estuvieran desarrollando una bomba atómica, Bush movilizó a la organización militar-industrial para entrar en la carrera por descifrar el código de la fisión.

Para interpretar a Bush, Christopher Nolan seleccionó a Matthew Modine, actor reconocido por su papel estelar en el clásico de Stanley Kubrick Full Metal Jacket y por interpretar a una clase de científico más siniestro que persigue secretos cósmicos en Stranger Things. Al igual que sus colegas Matt Damon y Gustaf Skarsgård, Modine tiene vívidos recuerdos de cómo la amenaza nuclear durante la Guerra Fría marcó su infancia. "Hay momentos, acontecimientos y a veces personas que dividen el tiempo", dice Modine. "El 16 de julio de 1945 es un ejemplo extremo de ambas cosas. La primera explosión atómica en Los Álamos desató un monstruo al que nunca más se le pudo poner freno. Yo era un niño que estudiaba en el preescolar y estaba a gatas bajo mi pupitre y no entendía si este simulacro era una amenaza presente y real, o existencial. Hoy entiendo que el simulacro era ambas cosas -y será presente para siempre".

William Borden

David Dastmalchian

Ferviente defensor de la superioridad nuclear de Estados Unidos y anticomunista acérrimo, William Borden era un abogado y académico especializado en cuestiones de seguridad nacional que se convirtió en el director ejecutivo del Comité Conjunto sobre Energía Atómica del Congreso de Estados Unidos. Durante sus últimos meses en ese cargo en 1953, Borden se obsesionó con la idea de que Oppenheimer espiaba para la Unión Soviética.

Para interpretar a uno de los máximos adversarios de Oppenheimer, Nolan contrató a David Dastmalchian, cuyos extensos créditos incluyen Dune y Blade Runner 2049. "Lo que me atrajo inmediatamente fue la carta que Borden escribió a J. Edgar Hoover y el vehemente escrito que hizo sobre Oppenheimer", dice Dastmalchian. "Creo con el corazón que Borden sinceramente creía, de verdad, que Oppenheimer era un enemigo del Estado y que, por tanto, era primordial acabar con él y evitar que tuviera influencia sobre nuestro gobierno y nuestro Ejército. Ese fue un objetivo simple para mí cuando empecé a construir el personaje".

Dastmalchian hizo su debut en el cine en The Dark Knight, dirigido por Christopher Nolan. "Llegué a esa película en un estado tan fuerte de total ansiedad, de ataque de pánico, porque nunca antes había estado en un set de filmación", relata Dastmalchian. "Pero lo que es tan constante y consistente es cómo Chris te tranquiliza y te hace sentir cómodo como actor. Comunicaba sus ideas con tanta claridad, con tanta confianza, que inmediatamente supe que estaba en manos no sólo seguras, sino que iban a sacar lo mejor de mí. Así que en cuanto entré en el set de Oppenheimer, me dije: 'Vaya, ahí está esa sensación'. Y es una sensación muy buena para un actor".

Albert Einstein

Tom Conti

Para interpretar a Albert Einstein, el legendario científico cuya teoría de la relatividad fue el "big bang" de la nueva física que hizo posible la bomba atómica, Christopher Nolan eligió a Tom Conti, cuya carrera de 60 años en el teatro y el cine incluye un premio Tony por su actuación en la obra de teatro Whose Life Is It Anyway? en 1979 y una nominación al Óscar® por Reuben, Reuben en 1983. "Es una historia fantástica", expresa Conti. "La mayoría de las personas de mi edad saben sobre la fabricación de la bomba, pero no todos conocen las artimañas políticas que rodearon el ejercicio y lo que le ocurrió después a Oppenheimer. Fue una situación muy extraña -el gobierno no podía perdonarlo por salvar a los Estados Unidos. Los salvó del desastre total, así que como agradecimiento, trataron de destruirlo".

¿Por dónde empieza uno a prepararse para interpretar a alguien tan emblemático como Einstein? "Por dejarse crecer el pelo y el bigote", dice Conti riendo. "Tener bigote es horrible y, en lo que respecta al bigote, Albert no era minimalista. No puedes comer sopa ni espaguetis, y sin esa comida, la vida se vuelve muy limitada. El acento de Einstein es absolutamente importante. Afortunadamente, es un sonido con el que estoy muy familiarizado. Como vivo en Europa, crecí con personas que hablaban como él -sólo el acento, por supuesto. ¿De física? Quizá no tanto".

  • Apretar el botón: La creación de Oppenheimer

La fabricación de la bomba atómica fue un triunfo del ingenio humano que produjo un aprendizaje que ha sembrado la innovación en innumerables áreas de la ciencia y la tecnología. Pero también inició una carrera armamentista que ha tenido ramificaciones radicales y destructivas para el mundo entero, introduciendo un nuevo miedo existencial en las vidas de las personas de todo el mundo que no ha desaparecido.

El origen del deseo de Nolan de hacer Oppenheimer radica en el miedo que inquietaba a los científicos del Proyecto Manhattan cuando buscaban los secretos de la fisión para fabricar una bomba de fusión; un temor que Oppenheimer denominó "la terrible posibilidad".

"En el período previo a la prueba Trinity, Oppenheimer y su equipo se enfrentaban a la pequeña posibilidad de que, cuando apretaran ese botón y activaran la primera bomba, incendiaran la atmósfera y destruyeran todo el planeta", expresa Nolan. "No había ninguna base matemática o teórica que les permitiera descartar por completo esa posibilidad, por pequeña que fuera. Y aun así, de todos modos apretaron ese botón. Es un momento extraordinario en la historia de la humanidad y yo quería llevar al público a ese sitio y que estuviera presente en esa conversación y después, cuando se aprieta el botón. Cuando lo piensas, es el momento más increíble. El riesgo que eso conlleva. La relación entre la ciencia, la teoría, el intelecto -las cosas que podemos imaginar- versus la naturaleza práctica de llevar estas ideas abstractas al mundo real, tratar con ellas como realidades concretas, y todas sus consecuencias". (La prueba de la fascinación que tiene Nolan por "la terrible posibilidad" se puede encontrar en Tenet, su película anterior, que hace referencia a esa historia).

El libro American Prometheus se convirtió en una biblia que informaba y guiaba todos los aspectos de la producción de Oppenheimer. Durante la fase de escritura del guion, le proporcionó a Nolan un rico acervo de información que le ayudó a crear lo que más le interesaba: un retrato crítico de Oppenheimer que no sólo dramatizara los acontecimientos formativos y revolucionarios, sino que también explorara su psicología y cuestionara las consecuencias de sus acciones.

"La historia de Oppenheimer es una de las grandes historias que existen", señala Nolan. "Está llena de paradojas y dilemas éticos, y ese es el tipo de material en el que siempre estoy interesado. Aunque la película intenta ayudar al público a entender por qué las personas han hecho las cosas que han hecho, al mismo tiempo cuestiona si deberían haber hecho las cosas que han hecho. Y el cine, como medio narrativo, es particularmente adecuado para atraer al público hacia una experiencia subjetiva, permitiéndole juzgar las cosas de la manera en que los personajes las juzgan y, al mismo tiempo, observar a esos personajes con un poco mas de objetividad. En varios momentos intentamos adentrarnos en la psique de Oppenheimer y llevar al público a su viaje emocional. Ese era el reto de la película: contar la historia de una persona que estuvo involucrada en una secuencia de acontecimientos extraordinariamente destructivos pero que lo hizo por las razones correctas, y contarla desde su punto de vista".

La historia de los años posteriores al Proyecto Manhattan de Oppenheimer ofrece una perspectiva externa de su trabajo y su legado, mientras que examina los motivos y las personalidades de las personas clave que influyeron en su vida. Esa narrativa se centra en Lewis Strauss, otro actor clave en la configuración de la política nuclear estadounidense tras la Segunda Guerra Mundial. En 1959, el presidente Dwight D. Eisenhower nombró a Strauss Secretario de Comercio.

Nolan afirma que no suele pensar demasiado en cuestiones de dirección o producción mientras escribe guiones por temor a inhibir su creatividad. Pero con Oppenheimer sintió la necesidad de describir, en las páginas del libreto, por el bien de sus colaboradores y del estudio, sus estrategias visuales para presentar una historia compleja que alternaba continuamente entre la experiencia subjetiva y la objetiva, así como las dos pruebas diferentes que suceden en dos épocas distintas.

Nolan decidió que las escenas contadas desde la perspectiva de Oppenheimer serían en color (también las escribió en primera persona, una elección poco convencional para un guion), con cortes ocasionales a imágenes evocadoras y surrealistas que expresaban simbólicamente su mundo interior. Las escenas centradas en Strauss serían en blanco y negro. "Eso es algo extraño", afirma Nolan al referirse a la elección poco convencional de escribir en primera persona. "Pero dejó claro a cualquiera que leyera el guion que nosotros, el público, estamos en este viaje con Oppenheimer. Miramos por encima de su hombro, estamos en su cabeza, vamos a todas partes con él".

Cuando leyó el guion por primera vez, la productora Emma Thomas dice que quedó impresionada por lo que Nolan había concebido. "El guion de Oppenheimer definitivamente se siente como un guion de Chris Nolan en el sentido de que siempre le ha fascinado la subjetividad y la objetividad, y es una historia contada desde diferentes perspectivas", dice Thomas. "Pero en las páginas hizo algo que yo nunca había visto antes, y es que las partes de la historia de Oppenheimer están contadas en primera persona; es una forma increíblemente eficaz y eficiente de describir la vida interior de un personaje para aquellos de nosotros que estamos en la producción, incluido el propio Chris, que tenemos que ponerlo en la pantalla. Creo que es uno de los mejores guiones que haya leído".

Nolan escribió el guion durante el verano de 2021 y de inmediato recibió la autorización de Universal Pictures para realizar su película, siendo esta su primera colaboración con Nolan. Así comenzó una misión creativa que se asemejaba al mismísimo Proyecto Manhattan: un grupo de talentos extraordinarios liderados por un director singular, reunidos en un lugar remoto del mundo (incluido el Laboratorio de Los Álamos real) para producir una gran obra que empleara y pusiera a prueba sus notables habilidades.

  • LA PRODUCCIÓN

La cinta la protagonizan CILLIAN MURPHY como J. Robert Oppenheimer, y la actriz ganadora del Globo de Oro EMILY BLUNT interpreta a su esposa, la bióloga y botanista Kitty Oppenheimer. El actor ganador del Óscar® MATT DAMON interpreta a Leslie Groves, el director del Proyecto Manhattan; y el actor nominado al Óscar® ROBERT DOWNEY, JR. es Lewis Strauss, un comisionado fundador de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos.

La actriz nominada al Premio de la Academia® FLORENCE PUGH interpreta a la psiquiatra Jean Tatlock; JOSH HARTNETT es el pionero científico nuclear estadounidense Ernest Lawrence; el ganador del Óscar® CASEY AFFLECK es Boris Pash, jefe de contrainteligencia del Ejército en el Presidio de San Francisco; el ganador del Óscar® RAMI MALEK hace el papel del físico experimental David Hill; y el cineasta y actor ganador del Óscar® KENNETH BRANAGH interpreta a Niels Bohr, el físico galardonado con el premio Nobel.

También actúan BENNY SAFDIE (Licorice Pizza) como el físico teórico Edward Teller; DYLAN ARNOLD (la serie de películas de Halloween) es Frank Oppenheimer, el hermano menor de Robert; GUSTAF SKARSGÅRD (Air) es Hans Bethe, un miembro del Proyecto Manhattan; DAVID KRUMHOLTZ (The Ballad of Buster Scruggs) personifica al ganador del premio Nobel de física Isidor Rabi; MATTHEW MODINE (The Dark Knight Rises) es Vannevar Bush, jefe de la Oficina de Investigación Científica y Desarrollo de los Estados Unidos; DAVID DASTMALCHIAN (Dune: Part One) es William Borden, un ferviente defensor de la superioridad nuclear de los Estados Unidos; y el actor nominado al Óscar® TOM CONTI (The Dark Knight Rises) es Albert Einstein.

El elenco incluye, como miembros del Proyecto Manhattan, al actor nominado al Emmy MICHAEL ANGARANO (Haywire) como Robert Serber; a JACK QUAID (Logan Lucky) como Richard Feynman; a JOSH PECK (Red Dawn) como Kenneth Bainbridge; a OLIVIA THIRLBY (Juno) como Lilli Hornig; a DANE DEHAAN (Valerian and the City of a Thousand Planets) como Kenneth Nichols; y a DANNY DEFERRARI (Shiva Baby) como el premio Nobel de física Enrico Fermi.

ALDEN EHRENREICH (Solo: A Star Wars Story) aparece como el senador Aide; JEFFERSON HALL (Tenet) interpreta a Haakon Chevalier, un amigo de Oppenheimer; JASON CLARKE (Zero Dark Thirty) es el fiscal especial Roger Robb; JAMES D'ARCY (Dunkirk) interpreta a Patrick Blackett, el jefe y tutor académico de Oppenheimer en Cambridge; y TONY GOLDWYN (King Richard) es Gordon Gray, un exsecretario del Ejército que presidió el comité de 1954 que supervisó la audiencia de autorización de seguridad de Oppenheimer.

La película está basada en el libro ganador del Pulitzer titulado American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer escrito por KAI BIRD y por el fallecido MARTIN J. SHERWIN. La cinta es producida por la nominada al Óscar® EMMA THOMAS p.g.a. (Dunkirk, Inception); por Atlas Entertainment, compañía representada por su fundador, el productor nominado al Óscar® CHARLES ROVEN p.g.a. (trilogía de The Dark Knight, American Hustle); y por CHRISTOPHER NOLAN p.g.a.

Las películas de Nolan, que incluyen Tenet, Dunkirk, Interstellar, Inception y la trilogía de The Dark Knight han recaudado más de cinco mil millones de dólares en la taquilla a nivel mundial y han sido reconocidas con once premios Óscar y 36 nominaciones, incluyendo dos nominaciones en la categoría de mejor película.

Oppenheimer está filmada con una combinación de fotografía en formato IMAX® de 65 mm y de película de gran formato de 65 mm que incluye, por primera vez, secciones en fotografía IMAX® analógica en blanco y negro.

El director de fotografía es HOYTE VAN HOYTEMA asc, fsf, nsc (Dunkirk, Tenet), quien ha sido nominado al Óscar®; la diseñadora de producción es RUTH DE JONG (Us, Nope); la diseñadora de vestuario es la galardonada ELLEN MIROJNICK (Fatal Attraction, Speed); la editora es JENNIFER LAME ace (Black Panther: Wakanda Forever, Tenet); y la música es del compositor ganador del Premio de la Academia® LUDWIG GÖRANSSON (películas de Black Panther, Tenet).

  • LA HISTORIA

Las películas de Christopher Nolan han superado los límites de la narración cinematográfica para contar historias épicas sobre héroes inciertos y esquemas audaces que examinan la necesidad, la moralidad y la arrogancia de iniciativas ambiciosas. Inception, la película de atracos que desafía a la mente llevó al público a lo más profundo de los espacios interiores de la mente soñadora, mientras que su espectacular odisea espacial Interstellar lo llevó en un viaje alucinante a los límites y remolinos del universo.

Con Dunkirk, Nolan desplegó múltiples perspectivas y ritmos de tiempos para capturar la angustiosa experiencia de los soldados que intentan sobrevivir a los horrores mortales y deshumanizadores de la guerra; y con Tenet, presentó y manipuló los conceptos de perspectiva y tiempo para hilar un thriller metafísico de ciencia ficción sobre el presente siendo atacado desde el futuro. Cada una de sus películas ha sido realizada con una fascinante pasión por las técnicas de realización del cine clásico, expandiendo al mismo tiempo los límites de las nuevas herramientas, sobre todo las cámaras IMAX®, para reimaginar el propio arte cinematográfico.

Ahora, el escritor y director nominado al Óscar® lleva a la pantalla su película más ambiciosa y crucial de todas. Se trata de un thriller épico y arrollador que se adentra en la psique de una mente estadounidense singular: el brillante científico detrás del trascendental invento que revolucionó el mundo y que representaba la suma total del ingenio humano; un invento que reharía la civilización, incluso cuando su existencia misma amenazaba el futuro de la humanidad. Inspirado por el libro ganador del Pulitzer titulado American Prometheus escrito por Kai Bird y Martin J. Sherwin, la cinta Oppenheimer relata la vida y el legado de J. Robert Oppenheimer, padre de la bomba atómica.

"Lo que yo quería era llevar al público a la mente y la experiencia de una persona que fue el centro absoluto del cambio más grande de la historia", explica Nolan. "Nos guste o no, J. Robert Oppenheimer es la persona más importante que haya existido. Él hizo el mundo en el cual vivimos, para bien o para mal. Y su historia hay que verla para creerla".

  • EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN Y LAS LOCACIONES

La misión de construir el mundo de Oppenheimer le fue confiada a la diseñadora de producción Ruth De Jong, cuyos créditos incluyen las cintas Nope, Us y Manchester by the Sea.

De Jong y Christopher Nolan se dedicaron semanas a investigar para desarrollar una estética auténtica, pero sin servilismo a las referencias. Nolan prefiere una apariencia atemporal para sus películas, incluso para una como Oppenheimer, situada en un período histórico concreto. Nolan motivó a De Jong a que no fuera quisquillosa ni se quedara corta con los detalles de época. Le gustaba la idea de impulsar el modernismo, permitiendo que los autos, teléfonos u otras piezas de tecnología fueran los mejores de la época. Era una opción adecuada para una historia sobre un hombre que persigue el futuro, contada desde su perspectiva. "Chris siempre me decía: 'Ruth, no estoy haciendo un evento documental aburrido'", dice De Jong riendo. "Siempre fue útil escuchar eso, porque yo me quedaba muy arraigada en la investigación. En cambio, nuestro proceso consistía en ver la realidad, comprender su esencia y luego divorciarnos de su forma para ir a hacer nuestra película".

Los Álamos

En2021, De Jong empezó a trabajar con Nolan, la productora Emma Thomas y el productor ejecutivo THOMAS HAYSLIP en un diseño que pudiera darles todo lo que necesitaban, con la máxima eficiencia. (La película se rodó en cinco locaciones principales, con Nolan filmando principalmente en Nuevo México). Su primera misión fue desarrollar la versión de Oppenheimer de Los Álamos, la base de operaciones del Proyecto Manhattan. "A Chris le gustaba llamarla 'nuestro pequeño pueblo del oeste', que consiste en unos cuantos edificios pequeños y dos centros de tiro, y eso es todo lo que ves", dice Hayslip. Pero Los Álamos no tiene nada de pequeño y gran parte de nuestro trabajo consistió tanto en crear la ilusión del lugar como en recrearlo".

Nolan tuvo en consideración rodar la película en el sitio real que ocupó Los Álamos, donde se conservan algunas de las estructuras construidas para el Proyecto Manhattan. Pero el lugar actual ya no encaja con Los Álamos del Proyecto Manhattan, ya que ahora hay edificios modernos, incluido un Starbucks -que habrían sido demasiado difíciles o costosos de eliminar con tecnología digital.

De Jong diseñó una elaborada recreación de Los Álamos, que luego se renderizó físicamente como un modelo blanco en 3D en las instalaciones de preproducción. El modelo creció tanto que tuvo que ser guardado en el patio trasero de la oficina de producción. Comenzó a reducirse cuando los productores empezaron a darse cuenta de que construir una réplica a escala real de Los Álamos con exteriores e interiores resultaría prohibitivo desde el punto de vista del costo.

· A medida que los cineastas modificaban sus planes, surgió una estrategia novedosa: construirían los exteriores de su versión de Los Álamos en Ghost Ranch, una reserva de 8500 hectáreas situada en el norte de Nuevo México, y filmarían la mayoría de los interiores en el Los Álamos real. Este enfoque resultó estimulante para el elenco, ya que permitió a Cillian Murphy y Emily Blunt filmar escenas en la misma casa donde había vivido la familia Oppenheimer. "Chris quiere que todo se vea auténtico, ya sea rodando en los lugares reales donde vivieron los participantes del Proyecto Manhattan o construyendo las cosas desde cero", explica el productor Charles Roven. "También le gusta que las películas parezcan hechas a mano, no en un estudio ni con imágenes generadas por computadora. Eso se percibe a lo largo de toda la película, particularmente en el área de los efectos prácticos, ya sea que se trate de poner nieve en el suelo o de crear ondas en un lago, algo que es un motivo recurrente en la película, o de cómo planteó la primera explosión de la bomba atómica".

El lugar de la prueba Trinity

El equipo de Nolan obtuvo permiso para filmar en el Polígono de misiles de White Sands, en el mismo sitio donde se realizó la prueba Trinity. Pero como el lugar sigue siendo una base militar activa, la producción no podía permitirse detener la producción entre seis y ocho horas cada día mientras los militares practicaban bombardeos y probaban radares.

En su lugar, Nolan construyó su versión del sitio de la prueba Trinity -cuya característica distintiva era una torre de acero de 30 metros de altura- así como el lejano búnker desde donde Oppenheimer observó la detonación situado en Belén, Nuevo México.

Otras locaciones

La película Oppenheimer se filmó en los terrenos del Instituto de Estudios Avanzados (IAS por sus siglas en inglés) de la Universidad de Princeton, donde Oppenheimer y Einstein trabajaron juntos después de la Segunda Guerra Mundial, y utilizaron el edificio original del IAS, donde Oppenheimer era el director.

La antigua oficina de Oppenheimer había sido remodelada y lucía demasiado moderna. Pero la antigua oficina de Einstein se había conservado y la producción obtuvo permiso para utilizarla y acondicionarla para crear la oficina de Oppenheimer. Además, Nolan filmó en el interior y el exterior de la casa del director, la casa original en la que Oppenheimer y Kitty vivieron durante su estancia en el IAS, así como los terrenos y el lago circundantes.

  • LA FOTOGRAFÍA

Oppenheimer es la cuarta colaboración de Christopher Nolan y Hoyte van Hoytema, quien también fue el director de fotografía de Interstellar, Tenet y Dunkirk, siendo nominado al Óscar® por esta última. La filmografía de Van Hoytema también incluye Her, Spectre, y Nope. "Mi mayor reto con Oppenheimer reside en que es muy diferente de las otras películas que he hecho con Chris", dice van Hoytema. "En Interstellar, Dunkirk y Tenet hay un énfasis en la acción. Oppenheimer es más como un thriller psicológico; depende de los rostros de sus personajes".

"El estilo de fotografía que Hoyte y yo adoptamos para esta película debía ser muy sencillo y a la vez muy impactante", explica Nolan. "No hay barrera entre el mundo de la película y el público, ni una estilización obvia aparte de las secuencias en blanco y negro. Pero particularmente en las secuencias en color, queríamos una fotografía simple y sin adornos, lo más natural posible, que revelara montones de texturas del mundo. Ya fuera en el vestuario, los sets o en las locaciones, lo que se observa es la complejidad y el detalle del mundo real".

Oppenheimer se rodó exclusivamente con cámaras de gran formato -Panavision® 65mm y IMAX® 65mm. "La fotografía de gran formato ofrece, ante todo, nitidez", afirma Nolan. "Es un formato que permite que el público se sumerja por completo en la historia y en la realidad hacia la que lo estás llevando. En el caso de Oppenheimer, es una historia de gran alcance, gran escala y gran envergadura. Pero también quería que el público estuviera en las salas donde sucedió todo, como si estuvieran allí, manteniendo conversaciones con estos científicos en estos momentos tan importantes".

Las escenas en blanco y negro requerían la invención de un nuevo tipo de película. "Una de nuestras primeras llamadas fue a Kodak", comenta van Hoytema. "Les preguntamos: '¿Tienen película en blanco y negro de 65 milímetros?' Y, evidentemente no la tenían, porque nunca antes la habían fabricado. Entonces, les preguntamos: '¿Pueden hacerla?'. Ellos contestaron: 'Es probable'. Y nosotros no paramos de fastidiarlos pidiéndoles que la hicieran. Para nuestra fortuna, ellos aceptaron el reto. Nos suministraron un prototipo de película -recién fabricada, con etiquetas escritas a mano- y cuando la probamos, la primeras impresiones que vimos nos dejaron boquiabiertos. Fue tan especial y tan hermoso".

El rodaje se convirtió en un ambicioso experimento para producir un drama centrado en el ser humano con las cámaras más grandes del mundo. "Por lo general, IMAX® es un formato que se usa para los espectáculos, para presentar vistas panorámicas y transmitir grandeza", dice van Hoytema. "Pero desde siempre he sentido curiosidad por descubrir si puede ser igual de potente cuando se utiliza para primeros planos. ¿Es posible filmar psicología? ¿Podemos hacer de esto un medio íntimo? Con Oppenheimer ha habido una evolución. Fue la primera película en la que me vi obligado a demostrar con acciones lo que he defendido con la palabra y hacerlo realidad, porque la historia así lo exigía".

· Dada la película de gran formato y los dos tipos diferentes de material, tanto en color como en blanco y negro, el reto de crear Oppenheimer con múltiples formatos continuó en la posproducción, ya que la película tuvo que ser editada, corregida de color e impresa para IMAX®, en presentación digital y estándar.

  • EL DISEÑO DE VESTUARIO

Esta es la primera vez que la legendaria diseñadora de vestuario Ellen Mirojnick trabaja con Christopher Nolan. Su galardonada carrera de 40 años incluye clásicos como Fatal Attraction, Wall Street, Basic Instinct y Speed. "Siempre me han gustado las películas de Chris Nolan", dice Mirojnick. "Me encanta el tipo de historias que cuenta y la forma en que las cuenta. Me encanta que haga pedazos las cosas y las vuelva a armar con una complejidad quirúrgica, una sorpresa y una gran elegancia. ¡Es excitante! Él despierta una energía que hace volar tu imaginación y tu curiosidad con un entusiasmo sin límites. Lo que encontré realmente interesante sobre la historia de Oppenheimer fue enterarme cuán sincronizados estaban ambos genios cuando exploraban un paisaje desconocido a través de la experimentación de la fisión y la fusión, literal y figuradamente".

Mirojnick diseño los trajes de Cillian Murphy para que cuando interpretara a Robert Oppenheimer reflejara a un hombre cuyos finos gustos estuvieran claramente definidos a través de sus adornos textiles. Su atractivo se veía acentuado por la elección de tonos azules para sus camisas, que iluminaban sus penetrantes ojos azules. Oppenheimer conservó la misma silueta durante toda su vida. Mirojnick, a través de su investigación, descubrió que su peso era lo único que afectaba la silueta, que parecía "más voluminosa durante el período de la detonación y los efectos de la bomba", señala Mirojnick. "Su estilo, sin embargo, se mantuvo constante".

La clave de la silueta de Oppenheimer era su sombrero. A Mirojnick y su equipo les llevó un tiempo descubrir su origen. Mirojnick se puso en contacto con sombrereros de Nueva York e Italia para recrear la célebre forma, pero fue Baron Hats, la legendaria marca fabricante de sombreros de Hollywood, la que recreó el sombrero a la perfección.

El sombrero de Oppenheimer tenía líneas distintivas y Nolan conocía cada pliegue, cómo doblaba el ala, cómo daba forma a la copa. "Sólo Chris tenía la habilidad de darle la forma exacta", relata Mirojnick. "Cuando Chris lo tocaba, ocurría la magia. Le daba la vuelta o lo giraba un poco, o apretaba el ala ligeramente para que quedara como él lo veía en su mente".

En contraste con la pulcra sencillez de Oppenheimer, Robert Downey Jr. interpretó a un Lewis Strauss que siempre se veía bien cuidado y a la moda. Todos sus trajes estaban hechos a medida. Incluían trajes hechos a mano, camisas personalizadas con sus iniciales y corbatas creadas exactamente a partir de fotografías. Todo diseñado exclusivamente para evocar su riqueza, prosperidad y éxito.

En una foto de la audiencia de confirmación de Lewis Strauss en el Senado, Strauss usaba un traje estrecho de rayas oscuras, camisa blanca y corbata amarilla con una raya azul oscuro muy separada. Nolan quería que Downey Jr. vistiera el mismo conjunto para la escena de la audiencia en la película. Mirojnick y su equipo recrearon cada prenda para que coincidiera con la foto, aunque la escena es en blanco y negro.

· No se contaba con referencias visuales para el personaje de Jean Tatlock que interpreta Florence Pugh, más allá de algunos retratos. Así que Mirojnick diseñó un vestuario para el personaje que reflejara su personalidad y la forma en que Pugh quería interpretarla. "Jean tenía una pasión ardiente en su interior", dice Mirojnick. "Fuimos conscientes de lo que necesitaría para expresar los movimientos del personaje".

· La Kitty Oppenheimer que interpreta Emily Blunt pasa de ser una socialité e intelectual del Área de la Bahía de San Francisco a una apática ama de casa abandonada en el desierto. Para evocar un alma decaída y estancada, Mirojnick diseñó un look ecléctico para la Kitty de Los Álamos; una mezcla de piezas modernas e informales que sugiere que Kitty ha dejado de preocuparse por su aspecto.

· Mirojnick afirma que el mayor reto fue vestir a los numerosos extras para las escenas de Los Álamos, ya que se necesitaban muchos tipos diferentes de vestuario para ayudar al público a captar rápidamente la naturaleza de ciudad fronteriza de este laboratorio secreto de investigación del Ejército. "Había científicos, soldados, madres, trabajadores y niños de todas las formas y tallas, a lo largo de un período de cierto número de años", explica Mirojnick. "Además, el equipo tuvo que asegurarse de que cada estación del año se representaba correctamente, teniendo en cuenta a los actores que rodaban en exteriores, en el frío invierno de Nuevo México".

  • LA MÚSICA

Para crear la banda sonora de Oppenheimer, Christopher Nolan recurrió nuevamente al compositor ganador del Óscar® Ludwig Göransson (películas de Black Panther), quien había escrito la música original para Tenet. "El trabajo de Ludwig en la película es profundamente personal e históricamente expansivo", afirma Nolan. "Logra el efecto de construir un mundo emocional que acompaña al mundo visual que diseñó Ruth De Jong y filmó Hoyte van Hoytema, y sumerge al público en los dilemas emocionales de los personajes y sus interacciones con las vastas situaciones geopolíticas a las que se enfrentan".

Nolan dice que no tenía ideas preconcebidas sobre la música de la película, pero sí le ofreció a Göransson una idea como punto de partida. "Le sugerí que basara la música en el violín", dice Nolan. "Hay algo en el violín que me pareció muy apropiado para Oppenheimer. La afinación del instrumento es precaria y está totalmente a merced de la interpretación y la emoción del intérprete. Puede ser muy hermosa en un momento y volverse aterradora o amarga al instante. Así que hay una tensión -una neurosis- en el sonido que creo que encaja con el intelecto y la emoción de Robert Oppenheimer".

· Göransson, inspirado por la sugerencia de Nolan y las vívidas imágenes que presenció durante las primeras fases de la preproducción, se embarcó en una exploración creativa, aprovechando el potencial expresivo del violín. Impulsado por un deseo inquebrantable de capturar la delicada intersección entre la belleza y el miedo, los esfuerzos creativos de Göransson se manifestaron en una serie de cautivadores experimentos. Técnicas tales como la incorporación de glissandos microtonales hábilmente empleados para ampliar la paleta sonora, infundiendo a la música una cualidad etérea. En colaboración con prestigiosos músicos de la Orquesta Hollywood Studio, Göransson comenzó a dar forma al mundo musical de Oppenheimer con una íntima interpretación de un solo de violín, capturando la esencia del personaje. A medida que la historia evolucionaba, el ensamble de músicos se fue ampliando para incluir un cuarteto, un octeto y, finalmente, un gran conjunto de cuerdas y metales. Esta orquestación progresiva reflejaba la creciente complejidad del viaje de Oppenheimer, enriqueciendo el lienzo musical con cada nueva incorporación.

· A lo largo de las primeras etapas de su proceso de composición, Göransson se mantuvo firme en su compromiso de preservar la esencia orgánica del violín y las cuerdas, optando por no depender demasiado de las técnicas de producción modernas. "El corazón y el pulso de la música están impulsados por una orquesta orgánica, con un toque humano en la música", expresa Göransson.

· Además del tema de Oppenheimer, otros temas musicales asociados a personajes y temas específicos seguían la misma línea. Por ejemplo, Kitty Oppenheimer y el romance entre Robert y Kitty estaban acentuados por una inquietante melodía de piano. A medida que avanzaba la composición de la música original, Göransson encontró oportunidades estratégicas para introducir elementos de producción más contemporáneos. En especial, se emplearon sintetizadores para simbolizar la inminente fatalidad y las inquietantes consecuencias de la creación de Oppenheimer, creando una atmósfera de otro mundo para el tema de Los Álamos.

· Durante la fase de posproducción de la película, la grabación de la música se unió a ella durante un intenso período de cinco días. Göransson, inspirado por su visión artística, se presionó a sí mismo y a sus compañeros al límite de sus capacidades técnicas. En particular, la secuencia de montaje presentaba una grabación completa e ininterrumpida, lo que supuso un enorme reto y requirió numerosas repeticiones y dedicados esfuerzos para perfeccionarla.

  • LOS EFECTOS VISUALES

Contrariamente a los rumores que circulaban en Internet, Christopher Nolan no detonó una bomba atómica real en Nuevo México para Oppenheimer con el único objeto de filmar el fuego nuclear y la nube en forma de hongo de la icónica prueba Trinity. En su lugar, Nolan y el director de fotografía Hoyte van Hoytema trabajaron con los supervisores de efectos especiales SCOTT FISHER (un experimentado y viejo colaborador de Nolan que ganó premios Óscar® por Interstellar y por Tenet) y ANDREW JACKSON (quien también ganó un Óscar® por Tenet) para producir la versión cinematográfica de la explosión atómica. Nolan les puso una restricción: conforme a su preferencia estética por los efectos prácticos, Nolan les dijo que no podía haber imágenes generadas por computadora.

"Desde el principio supe que la prueba Trinity iba a ser una de las cosas más importantes que debíamos resolver", dice Nolan. "En The Dark Knight Rises yo hice una explosión nuclear a través de gráficos por computadora que funcionó muy bien. Pero también me demostró que con un acontecimiento de la vida real como Trinity, que estaba bien documentado con nuevas cámaras y formatos desarrollados para grabar ese acontecimiento, los gráficos por computadora nunca te darían la sensación de amenaza que ves en las imágenes reales. Hay una sensación visceral en esas imágenes. Se vuelven táctiles, y al volverse así pueden ser tanto amenazadoras como impresionantes. Así que ese era el reto. Encontrar lo que podría llamarse métodos analógicos para producir efectos que evocaran la amenaza, el asombro y la terrible belleza de la prueba Trinity".

Jackson y Fisher empezaron a realizar experimentos -aplastando pelotas de ping pong, tirando pintura contra una pared, inventando soluciones luminosas de magnesio, y otras más- que filmaban con pequeñas cámaras digitales en primerísimos primeros planos a distintas velocidades de cuadro. "Luego se lo mostrábamos a Chris", relata Fisher, "y él decía: 'Sí, esa es la idea correcta. Ahora hay que averiguar cómo filmarlo en gran formato con cámaras IMAX®'". (Para ello fue necesario desarrollar un lente de sonda larga ojo de pez que pudiera acoplarse a las cámaras IMAX® y Panavision®). El modo en que se crearon las imágenes de la explosión atómica para la película sigue siendo un absoluto secreto, pero está claro que su realización fue un Proyecto Manhattan en sí mismo, además de ser bastante divertido. "Toda su unidad era un gran proyecto científico", dice van Hoytema. "Me daba mucha envidia que pudieran jugar tanto con todo ese tipo de cosas".

Algunas de las técnicas utilizadas por el equipo de efectos especiales de Nolan para producir el espectáculo de la fisión nuclear también se utilizaron para ayudar a crear las escenas que retratan el mundo interior de Oppenheimer. Una vez más, Nolan dio prioridad a los efectos prácticos y evitó el CGI (imágenes gráficas generadas por computadora). "La lógica indica que los gráficos por computadora son la forma obvia de hacerlo, pero no me parecía que fuéramos a conseguir algo que se sintiera personal y único para el personaje de Oppenheimer", explica Nolan. "Conseguimos generar esta increíble biblioteca de imágenes idiosincráticas, personales, aterradoras y hermosas para representar el proceso de pensamiento de alguien que está a la vanguardia del cambio de paradigma de la física newtoniana a la mecánica cuántica, que está observando la materia opaca y ve la extraordinaria vibración de la energía que está dentro de todas las cosas, cómo podría ser liberada, y lo que podría traer aunado".

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