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Dos jóvenes misioneras se ven obligadas a demostrar su fe cuando llaman a la puerta equivocada donde son recibidas por el diabólico Sr. Reed y quedan atrapadas en su mortal juego del gato y el ratón.
De los directores y guionistas Scott Beck y Bryan Woods ( A Quiet Place) llega un desgarrador descenso a un tema en el que muchos piensan, pero del que pocos abiertamente hablan: la religión y cómo la fe puede guiar y contener, pero también atrapar y arruinar cuando el dogma y las escrituras se utilizan con fines nefastos.
Protagonizada por Hugh Grant en el papel del encantador, cautivador y diabólico Sr. Reed, Hereje mezcla elementos de terror y thriller psicológico a medida que se convierte en un complejo juego del gato y el ratón cuando dos misioneras mormonas (Sophie Thatcher y Chloe East) llaman a su puerta.
Repleto de diálogos ricos y debates intelectuales, Hereje sigue a las jóvenes creyentes mientras se enfrentan al exclusivo intelecto de su anfitrión. Obligadas a elegir entre creencia e incredulidad, se ven inmersas en los laberintos más oscuros de la mente de Reed.
Hereje, la historia del esfuerzo de un hombre por predicar la única religión verdadera, se sirve de los encantos familiares de Hugh Grant, dando lugar a uno de sus papeles más indelebles y deliciosos. En Reed, Beck y Woods dan rienda suelta a un verdadero Hannibal Lecter que se deleita citando filosofías religiosas complejas y tratados discursivos sobre Lana Del Rey, Monopoly y la comida rápida.
Con un diseño de producción a lo Moebius, la compleja mecánica de la casa de muñecas y las alusiones al horror cósmico, Hereje plantea el inquietante interrogante: ¿Y si las puertas del infierno fueran nuestras propias creencias?
"Hereje me pareció atrevida, no sólo porque cuestiona muchas cosas que mucha gente considera sagradas, sino porque además transcurre en una casa durante una larga noche y tiene mucho diálogo, algo poco habitual en una película de terror", afirma Grant.
" Hereje trata sobre la fe, la autodeterminación, las creencias, la precaución, la amistad, la curiosidad y nuestro deseo innato como seres humanos de resolver los grandes misterios de nuestra existencia", afirma la productora Stacey Sher (Django Unchained, Erin Brockovich).
"Cuando nos disponemos a pensar en ideas aterradoras para una película, para nosotros no hay nada más aterrador que la muerte", afirma el coguionista y director Bryan Woods. "Todas las películas de terror, de un modo u otro, tratan sobre la muerte: es nuestro mayor temor en la vida, y utilizamos la religión para intentar dar sentido a qué pasa cuando morimos y sentirnos seguros. Pero cuando profundizamos demasiado en el tema, a veces nos quedamos sintiéndonos más inseguros".
Mejores amigos desde su infancia en Bettendorf, Iowa, los guionistas y directores Scott Beck y Bryan Woods han desarrollado una sociedad cinematográfica a lo largo de una década, de la que surgieron los trabajos más viscerales y aterradores que recordamos, como A Quiet Place, su gran éxito como guionistas en 2018.
En sus posteriores trabajos como guionistas y directores, Beck y Woods dominaron el arte de aterrorizar al público con cualquier cosa, desde criaturas cósmicas (el thriller futurista de aventuras 65) hasta casas rurales encantadas (la película slasher, Haunt), pasando por el lugar más aterrador de todos: la mente humana (The Boogeyman, basada en un cuento de Stephen King).
Woods y Beck destilan un amor evidente por el cine: además de hacer películas, la dupla acaba de abrir un cine de arte y ensayo en Davenport, Iowa, cerca del lugar donde crecieron.
"Ante todo, somos mejores amigos, y nos encantan las películas; venimos haciendo películas desde que éramos niños y seguimos escribiendo y dirigiendo juntos y hablamos sobre películas todos los días", comparte Woods. "Siempre ha existido esta maravillosa colaboración competitiva cuando trabajamos juntos, en la que nos impulsamos mutuamente a hacerlo cada día mejor".
Beck agrega: "Siempre intentamos sorprender al otro. Escribimos, dirigimos y producimos codo con codo al cien por cien, así que hasta cierto punto dejamos que el otro sea nuestro primer espectador, lo cual es emocionante. Incluso antes de empezar a escribir algo, discutimos el principio y el ritmo individual de cada escena. Como nos conocemos desde hace mucho tiempo, hemos sufrido reveses y fracasos personales y profesionales, pero todo vuelve a canalizarse en el trabajo".
Con Hereje , un thriller psicológico sobre unas misioneras mormonas que se ven atrapadas en las garras de otro tipo de monstruo de la pantalla, al quien le encanta hablar y utiliza palabras que se convierten en un arma coercitiva, Beck y Woods se enfrentaron a un reto creativo completamente nuevo: maridar una profunda conversación religiosa con la película de terror.
"Hacía mucho tiempo que Scott y yo veníamos hablando de hacer una película sobre religión y de investigar sobre religión. Siempre nos han rodeado grandes preguntas vitales, y los cultos nos fascinaron desde pequeños", expresa Woods. "Pensamos que sería genial hacer algo del mismo estilo que Inherit the Wind, donde la religión se entrecruza con la ciencia, o Contact, de Robert Zemeckis, donde se combina la religión con una historia de ciencia-ficción".
La idea básica de Hereje surgió cuando eran adolescentes y hacían cortometrajes en la universidad. Mientras buscaban locaciones en Iowa para un cortometraje sobre el Armagedón, llamaron a la puerta de una dulce pareja de ancianos cuya propiedad estaba rodeada por un cerco blanco. Los invitaron a pasar a su casa pintoresca y prístina, les ofrecieron té, conversación, y mucho más.
"Eran las personas más modestas que te puedas imaginar, y empezamos a contarles nuestra pequeña película sobre el fin del mundo, en la que llega un meteorito y destruye toda la vida en la Tierra", cuenta Woods. "Mientras tomaban su té y asentían con la cabeza, nos dijeron que sabían que el meteorito se estaba acercando; que, de hecho, llegaría en unos meses e iba a acabar con todos nosotros. Cuando ese trasfondo incierto se coló en nuestra conversación, sentimos que estábamos atrapados en aquella casa".
Beck y Woods se sienten atraídos desde hace tiempo por películas de terror de actualidad como Night of the Living Dead e Invasion of the Body Snatchers, entretenimiento pop que comenta la guerra de Vietnam y el Terror Rojo, respectivamente.
"Son películas de género y eternas favoritas en nuestro léxico cinematográfico que abordan problemas sociales al tiempo que descubren verdades más profundas para la audiencia", señala Beck. "Con Hereje, queríamos incitar al público a pensar qué papel ocupa la religión en sus vidas, y cómo llegaron a esas conclusiones".
"Pensamos que sería especial escribir algo aterrador donde el miedo surgiera del diálogo, a través de las palabras e ideas", continúa Woods. "Era algo que no habíamos visto antes, y si hacíamos bien nuestro trabajo, el público podría aportar a la película sus propias ideas sobre la religión: lo que creemos o no creemos".
Escribieron un primer borrador de Hereje como guion especulativo, sin tener un productor. Pero después de atascarse con el personaje central multidimensional de la historia, el Sr. Reed, que está inundado de teorías intelectuales sobre la religión, la filosofía y el significado de la vida y la muerte, dejaron el guion a un lado y se pusieron a escribir A Quiet Place.
"Lo dejamos en suspenso porque pensamos que necesitábamos aprender más sobre religión para estar al nivel de conocimiento de Reed", señala Woods. "Cuando empezamos a escribir este complejo personaje, nos dimos cuenta de que es un genio que sabe más sobre el tema de lo que nosotros podríamos saber en nuestra vida o, al menos, lo que sabíamos en ese momento".
Cuando retomaron el proyecto, ya habían leído sobre las principales religiones y habían vivido situaciones de la vida que podían volcar en el guion, como el matrimonio de Woods con una mormona. Si bien ambos cineastas habían crecido con la religión, recién cuando se sentaron a dialogar con misioneros mormones reales fueron capaces de reunir la confianza necesaria para completar el guion.
"Tenemos un montón de amigos íntimos de distintas religiones, desde el cristianismo básico y la cienciología hasta el mormonismo, al que nos hemos acercado mucho y nos fascina", comparte Woods. "Empezamos a tener esta idea sobre dos misioneras que llaman a la puerta equivocada, y cómo eso podría ser una plataforma para un debate sobre las principales religiones. También nos interesó mucho el modo en que la religión se convirtió en un sistema de control".
Ese sistema de control se manifiesta en el personaje del Sr. Reed, que a primera vista es un anciano amable que quiere entablar conversación con sus jóvenes visitantes. Pero a medida que se desarrolla la historia, y los conocimientos enciclopédicos de Reed sobre el tema golpean con fuerza a las misioneras, las chicas se dan cuenta de que están atrapadas dentro de algo más grande que todas ellas.
Tras el éxito de A Quiet Place, que recaudó casi 400 millones de dólares en taquilla, el guion de Hereje llegó completo a manos de Sher, a quien le resultó igual de sugerente y espectacular.
"Lo que más me llamó la atención de Hereje fue que era sumamente espeluznante y que el tema se había investigado meticulosamente", afirma Sher. "La profundidad de los personajes es extraordinaria, pero también es muy divertida. Es una película de género que combina suspenso y terror que también es provocativa y que, además, trata de algo. El público se sube a una montaña rusa, pero sale del cine pensando en cosas muy serias".
Hereje comienza con un intercambio subido de tono entre la hermana Barnes y la hermana Paxton, jóvenes misioneras, mientras toman un descanso de tocar timbres y bautizar conversos en los suburbios de Colorado. La hermana Paxton (Chloe East) es ingenua y acaba de conocer los misterios de los preservativos Magnum, mientras que Barnes (Sophie Thatcher), proveniente de las calles de Filadelfia, ha experimentado más golpes duros, está intentando superar el dolor provocado por la muerte de su padre y su propia experiencia cercana a la muerte.
"El principal punto de conexión entre ellas es su devota fe en la iglesia, pero en cuanto a su personalidad, no podrían ser más diferentes", afirma Thatcher, quien trabajó con Beck y Woods en su película anterior The Boogeyman. "Paxton viene de una familia estricta de Utah, familia de ocho hijas, mientras que Barnes, hija única, ha visto la vida fuera de la iglesia. Mientras que Barnes tiene una personalidad tipo A y es estudiosa, Paxton es alegre y espontánea".
East añade: "Probablemente, estas dos no habrían sido amigas si se hubieran sentado juntas en la escuela; parecen incompatibles. Cuando uno sale a misionar, no puede elegir con quién formar pareja. Tanto Paxton como Barnes están buscando a la próxima persona a quien convertir, y resulta ser el Sr. Reed".
En Paxton y Barnes, los cineastas querían crear personajes inteligentes y también exploradores, en el molde de los misioneros que conocieron cuando investigaban el guion. "A veces se podía percibir esa ingenuidad casi superficial en los misioneros con los que pasamos tiempo, de la que resulta fácil burlarse y moldea de cierta manera la escritura", señala Woods. "Pero notamos que eran muy inteligentes, geniales e incluso malvados en sus puntos de vista sobre la religión, la sociedad y la cultura.
Entonces, incorporamos esa característica a nuestros personajes, porque lo que más queríamos de Paxton y Barnes era que Reed las subestimara".
Un regalo para la producción fue el hecho de que tanto Thatcher como East habían crecido yendo a la iglesia mormona y las dos la habían abandonado en la adolescencia para convertirse en actrices. "Barnes es otra versión de mí si hubiera seguido un camino diferente en la vida", afirma Thatcher, quien saltó a la fama como la rebelde 'Natalie' en la exitosa serie de Showtime, Yellowjackets. "Dejé la iglesia mormona a los 13 años porque estaba muy ocupada actuando; se convirtió en mi vía de escape".
East llegó al proyecto a través del proceso de audición, recién llegada de su labor en el drama juvenil de HBO Genera+ion, y de su papel como la adolescente 'Monica Sherwood' en The Fabelmans, de Steven Spielberg. "Paxton es más de lo que se ve a simple vista con su personalidad alegre; es alguien que uno creería que no tiene mucha profundidad, pero a medida que se desarrolla la película, se hace evidente que es mucho más inteligente de lo que parece", comparte East. "Llegué a respetar mucho a la hermana Paxton. Como ha crecido en una burbuja mormona, uno piensa que no ha conocido el mundo. Pero ella analiza profundamente la religión y confía en su propia fe. Probablemente sea la misionera perfecta al peregrinar, en contraste con Barnes, quien llegó a misionar por razones diferentes".
Al igual que la casa de los suburbios, detalladamente cableada y aparentemente sobria, en la que Paxton y Barnes terminan atrapadas en su misión, su anfitrión, el Sr. Reed, a simple vista parece inofensivo, efusivo y modesto cuando conduce a sus jóvenes visitantes al interior de su santuario en una tarde lluviosa. Pero a medida que se desarrolla la historia, y las hermanas se convierten en prisioneras de las maquinaciones gárrulas de Reed, surge una personalidad diferente de este hombre. Aislado en la fortaleza de su casa, inmerso en la teoría de la simulación y en Dante's Inferno, Reed se ha atrincherado en el singular estudio de la religión y, más concretamente, del control religioso.
"Se trata de una mente muy compleja y curiosa que experimenta, investiga, simula y trata de descubrir la única religión verdadera en los confines de su casa suburbana", expresa Woods. "Llega a lo más extremo para encontrar la respuesta para sí mismo".
Conducidas a su biblioteca y a la trampa que les ha tendido, Paxton y Barnes llegan a descubrir la verdadera naturaleza de Reed, hábilmente interpretado por Hugh Grant mediante un equilibrio entre la amenaza creciente y los encantos despreocupados del clásico caballero inglés.
"A Reed le encanta ser un iconoclasta y le encanta hacer estallar las burbujas de la fe; de hecho, le emociona y puede que incluso le excite", señala Grant. Además, le encanta la atención, y la compañía, que las visitantes le proporcionan". Decenas de actores de renombre querían el papel del brillante e insidioso Sr. Reed, pero pocos podían aportar lo que Hugh Grant entrega luego de ser elegido para el papel de Hereje. Recomendado por su agente para interpretar a este personaje, Grant admiró el guion, aceptó el papel y se sumergió en la preparación de un personaje que se presenta una vez en la vida si un actor tiene suerte.
"Me pareció una síntesis fascinante y atrevida de terror y thriller psicológico", advierte Grant. "Al principio, me pareció vislumbrar una forma divertida de interpretar el papel del Sr. Reed. Lo veía como el 'profesor canchero' de la universidad, el que resultaba un poco chocante pero 'hacía que la teología fuera divertida'".
Los cineastas eligieron a Grant después de ver al carismático y emblemático protagonista británico encarnar una serie de perso- najes de lo más extraños y nefastos durante la última década, en una amplia y admirable variedad de películas. La idea de trabajar con él había estado rondando desde que la dupla vio Cloud Atlas, de las hermanas Wachowski, hace más de una década, una película cuyo estatus de obra maestra de culto no ha hecho más que crecer en los últimos años.
"Hugh se ha convertido tranquilamente en uno de los mejores actores de personaje de la actualidad", afirma Beck. "Y como todo gran actor de personaje, se roba todas las películas en las que participa".
Vimos Cloud Atlas en el cine y, al terminar la película, nos quedamos atónitos en silencio, porque la película era tan hermosa en su ambición y valentía, y a una escala tremendamente masiva. Recuerdo que miré a Bryan y lo primero que salió de mi boca fue: "¡Maldita sea, Hugh Grant!", y Bryan me miró e inmediatamente dijo: "Tal cual, ¿verdad?". Nos quedamos boquiabiertos por los riesgos que asumió en esa película, y siguió asumiendo grandes riesgos papel tras papel, más allá de lo que el público conocía de él".
A partir de entonces, creó villanos memorables y personajes desconcertantes y conflictivos en películas como A Very English Scandal, sobre un miembro liberal del parlamento que se ve envuelto en un escándalo sexual, Paddington 2 y Wonka, en las que combinó la crueldad con la comedia de alto nivel.
Beck continúa, "mientras nos preparábamos para hacer Hereje, sabíamos que un material aún más oscuro podría ampliar e incluso mejorar el deleite que ha brindado al público a lo largo de los años a través de sus comedias románticas".
"Lo que hace a Hugh tan perfecto para el papel de Reed es que no se parece a ningún papel que lo hayamos visto interpretar jamás, y aun así, utiliza todas las técnicas que nos resultan familiares de él, y que nos encantan, de un modo completamente diferente", añade Stacey Sher.
"Se inspira en algunas personas que he conocido que, por alguna razón, siempre se han sentido un poco solas y, para llamar la atención, lo han compensado con bromas, trucos de magia y emitiendo opiniones provocadoras en las charlas", cuenta Grant. "Probablemente Reed haya sido un académico y profesor que atraía a muchos seguidores entre sus alumnos, pero que en algún momento las autoridades lo animaron a abandonar la universidad".
Para el papel, Grant estudió a iconoclastas religiosos como Richard Dawkins y Christopher Hitchens, e investigó a asesinos en serie y líderes de sectas para averiguar qué los motivaba a hacer el mal.
"El proceso de Hugh es tan minucioso e intenso como el de cualquier otro actor con el que hayamos tenido la suerte de trabajar", señala Woods. "Investiga el material en profundidad, dándole vueltas y más vueltas en su cabeza, y viene a nosotros con preguntas y más preguntas. Si había alguna línea de la película que no entendía, volvía atrás e investigaba su contexto. Necesita todo el trasfondo como base, porque cuando está metido en el personaje, está completamente inmerso él".
"Algunos actores odian los diálogos y adoran las tomas de reacción largas y silenciosas, pero por suerte en mi caso, todo lo contrario", bromea Grant.
Ambientada en los suburbios de Colorado, predominantemente en el interior de la casa del Sr. Reed, Hereje no se rodó en exteriores, sino en Vancouver, donde el diseñador de producción Phil Messina (The Sixth Sense, The Hunger Games) construyó múltiples decorados que representan las sucesivas habitaciones interiores de la casa de Reed. Con sus diminutas ventanas, puertas cerradas con llave y pasillos engañosos, este conforma el mundo de Reed en su totalidad: un reino oscuro que contiene multitudes, no muy diferente de su mente.
"Todo en la casa de Reed parece un hogar, excepto que no parece habitada: es estéril, y hay algo raro en cada habitación", destaca Chloe East. "A medida que Paxton y Barnes van descubriendo los recovecos de la casa, las habitaciones van adquiriendo un aspecto cada vez más inquietante".
Para rodar los pasillos estrechos y los espacios de la casa, extraños y vertiginosos, los cineastas recurrieron al veterano director de fotografía Chung Chung-hoon, conocido por sus aclamadas y bellísimas películas de género con el director Park Chan-wook, como las peleas acrobáticas y la venganza violenta de Oldboy, los magníficos lienzos y las tiernas escenas de sexo de The Handmaiden, y los baños de sangre claroscuros de la película de terror erótico vampírico católico Thirst.
Sus trabajos más recientes en lengua inglesa, la taquillera adaptación de Steven King, IT, y el oscuro espejo del Londres de los años 60 de Edgar Wright, Last Night in Soho, demuestran su capacidad para captar y traducir miedos elusivos y primarios en películas de terror impactantes y de gran resonancia.
Para una historia tan plagada de diálogos y debates religiosos, los realizadores no querían que Hereje pareciera una obra de teatro, y recurrieron a Chung-hoon y Messina para dar vida a la siniestra fortaleza de Reed de la forma más cinematográfica posible. "Desde el principio dejamos bien en claro que la casa debía conformar un personaje por derecho propio, un cuarto personaje que se cierne sobre los tres principales", comenta Woods. "De ahí surge la claustrofobia".
"Tuvimos que descifrar la psicología de Reed desde el principio para entender por qué su casa aparece de la manera en que lo hace, sirviendo como una especie de arma contra sus jóvenes visitantes", explica Beck. "En cierto modo, Reed juega a ser Dios, arrastrando a estos personajes por cada habitación, de modo que parece un guante o un juego, evolucionando constantemente hacia lugares cada vez peores. Se trataba de maridar el personaje de Reed con el diseño de producción y encontrar una metodología para mostrar cómo funciona su mente".
Messina comenzó la tarea centrándose en la progresión de los espacios: salón, biblioteca y capilla, sótano. "No hay muchos decorados en esta película, pero se van revelando en secuencia, al ritmo del tono de la historia a medida que ésta se desarrolla", detalla Messina. "A través del diseño de la casa, podemos caminar paso a paso con los personajes mientras tejemos una red que atrae a las misioneras y al público hacia el horror".
La película se adentra en la incomodidad, ya que el salón de Reed parece lo más discreto posible, hasta que se mira más de cerca. "A primera vista, es normal, pero a medida que pasas más tiempo en él, los detalles empiezan a resultar un poco extraños", señala Messina. "¿Por qué las ventanas son tan pequeñas? El diseño floral del empapelado parece un tanto recargado".
Hereje empieza a desquiciarse dentro de la biblioteca de Reed, que hace las veces de capilla y laboratorio rudimentario. En un rincón hay un extraño juego de mesa en el que Reed talla pequeñas figuras. "Esta es la parte trasera de la casa, donde el egoísmo y la destreza intelectual de Reed salen a relucir", aclara Messina. "Quería resaltar la geometría de la habitación con ángulos expresivos, como si fuera una telaraña. En estas escenas hay cosas que pretenden desviar la atención y hacer que el público se inquiete. Como en ese momento de la historia, las chicas están atrapadas en la casa, se siente como la cinta de Moebius".
Cuanto menos se revele sobre el sótano de Reed, mejor, pero justo cuando las chicas creen haber encontrado una salida a su trampa infernal, Beck y Woods le dan un giro hacia otra dimensión completamente diferente. La maqueta de la casa y las diminutas figuras se utilizan con un efecto memorable en el giro del tercer acto, cuando la cámara de Chung-hoon realiza una serie de movimientos vertiginosos e imposibles, retrocediendo, subiendo y bajando para mostrar la visión del maestro Reed sobre sus dominios. "Su casa es su laboratorio y, a medida que avanza la historia, las chicas se encuentran atrapadas en el infierno", añade Messina. "Para salir del sótano, tienen que adentrarse cada vez más en sus profundidades".
Para las escenas subterráneas, Messina investigó sobre demonología, satanismo, paganismo y brujería. A instancias de Beck y Woods, estudió el Dante's Inferno, un texto muy querido por Reed, como demuestran algunas de las ilustraciones sobre su pared, que sirve de corolario visual de los secretos más terroríficos y prohibidos de Hereje.
"Dante's Inferno es algo que tenemos arraigado, debido a las clases sobre los Clásicos, pero también porque se convirtió en este paralelismo maduro para la mente y el entorno de Reed", señala Beck. "En nuestras conversaciones con Phil siempre tratábamos de encontrar la tonalidad para que se tornara cada vez más aterrador, esos niveles y matices de horror progresivos". A cada habitación que las chicas entran, Reed y su casa las enfrentan a algo cada vez más cercano al infierno.
Hugh Grant
Hugh Grant ha recibido premios y elogios por su trabajo en una amplia gama de películas, que han recaudado más de 4.000 millones de dólares en todo el mundo.
Asimismo, recibió nominaciones a los premios Emmy, Critics Choice, Globo de Oro y Screen Actors Guild por su interpretación en The Undoing.
Además del Globo de Oro y el BAFTA, Grant recibió el premio Peter Sellers de Comedia, el premio al Mejor Actor en el Festival de Venecia y un premio César Honorífico.
Sophie Thatcher
Sophie Thatcher es un talento polifacético que ha cautivado al público con sus matizadas interpretaciones, lo que la convierte en una de las jóvenes intérpretes más atractivas a seguir.
Thatcher es más conocida por su papel de 'Natalie' en la serie de drama de Showtime sobre el paso a la madurez, Yellowjackets, nominada al premio Emmy.
Chloe East
Más recientemente East participó en The Fabelmans, película que recibió siete nominaciones a los premios Oscar. En 2021, protagonizó la serie de Max, Genera+ion, creada por Zelda Barnz y Daniel Barnz y producida por Lena Dunham.
Sus demás créditos incluyen la serie de comedia y drama de fantasía de ABC, Kevin (Probably) Saves the World junto a Jason Ritter. En 2013, irrumpió en escena al conseguir su primer papel como actriz en la serie de HBO aclamada por la crítica, True Blood.
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