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Una historia optimista basada en la novela corta de Stephen King sobre tres capítulos de la vida de un hombre común llamado Charles Krantz.
Basado en el relato de Stephen King, cuenta tres historias relacionadas con el personaje Charles Krantz, en orden inverso: desde su muerte por un tumor cerebral a los 39 años hasta su infancia en una casa supuestamente encantada.
Con Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Mark Hamill, Mia Sara, Jacob Tremblay, Benjamin Pajak, Carl Lumbly, Trinity Jo-Li Bliss, Q'orianka Kilcher, Antonio Raul Corbo, Harvey Guillén, David Dastmalchian, Kate Siegel.
Cuando leyó la novela corta de Stephen King La vida de Chuck, ¿qué fue lo que lo motivó a llevarla a la pantalla grande?
Leí la novela por primera vez en abril de 2020 como una copia anticipada antes de que se publicara el libro. Stephen King la había enviado a un montón de productores, empresas productoras y directores de cine, como suele hacer, para comprobar su interés. Me sorprendió su mensaje, su alegría, su complejidad y su estructura, que me resultaron fascinantes. Lloré durante toda la lectura.
Sinceramente, nunca había leído algo igual; ni de Stephen King, ni de nadie. Entonces, ese mismo día le envié un correo electrónico a King en el que le decía, "Si pudiera tener una oportunidad con esta historia, podría ser la mejor película que haga en mi vida". Él acababa de cederme los derechos de La torre oscura y su respuesta en aquel momento fue, "Centrémonos en La torre oscuray, si esto prospera, te lo haré saber". Sin embargo, durante años después de aquello, me obsesioné con la historia y a todo aquél que me escuchaba le decía que si pudiera hacer la película que tenía en la cabeza sería la mejor película que haya hecho.
El año pasado, cuando volví a contactarme con Stephen para hablarle sobre una actualización sobre La torre oscura, volví a preguntarle sobre La vida de Chuck y, esta vez, me respondió, "¿Sabes qué? Hagámosla". El resto es historia.
Esta película supone su cuarta adaptación de una novela de Stephen King, después de El juego de Gerald, Doctor Sueño y la serie La Torre Oscura, próxima a estrenarse. ¿Cuáles son las mayores dificultades que se presentan a la hora de adaptar la obra de un autor tan emblemático y, por otro lado, siente cierta presión por hacerlo bien?
Siempre supone un reto para mí en diferentes aspectos, incluido uno muy personal, ya que Stephen King es mi autor favorito y mi héroe literario. Así que defraudarlo en una adaptación sería tremendo para mí.
Además, como asiduo lector y como fan de King de toda la vida, me he subido a la montaña rusa de ver cómo se adaptaban muchas de sus obras, y he experimentado los increíbles altibajos que uno tiene como fan al ver cómo se traslada su obra a la pantalla. También soy muy consciente de no defraudar a la comunidad de Stephen King y de no hacer una película que yo como fan no disfrutaría. Así que siempre siento mucha presión. Esta es mi tercera película de Stephen King. Sentí la misma presión con El juego de Gerald y con Doctor Sueño, ambas consideradas adaptaciones de un nivel de dificultad muy alto. Esta no fue diferente. A pesar de todo, es una historia difícil de adaptar. Pero la presión siempre está ahí y siento una responsabilidad enorme de proteger la experiencia que viví al leer la obra de King y de honrar a mi héroe y de hacer algo de lo que se sienta orgulloso.
Si bien la película contiene elementos de miedo y dolor en torno a la muerte, se siente muy optimista y positiva. ¿Podría hablarnos del tono general de la película que tan delicadamente ha conseguido transmitir?
Una de las grandes sorpresas que me llevé al leer la historia fue lo increíblemente positivo y optimista que era el tono general. En muchos sentidos, brotaba de la página como una auténtica celebración de la alegría y del arte. Cuando empecé a leerla por primera vez, reaccionaba ante esta historia sobre el fin del mundo y sentía muchas de las emociones que, desde la pandemia, han pasado a primer plano para muchos de nosotros. Una sensación de que algo salió mal y el caos va en aumento. Y esa sensación de que una cosa tras otra parece catastrófica. Todo eso estaba ahí, pero sin desesperación ni cinismo, y ese fue el punto de partida de una historia que al final se reveló como una celebración increíblemente alegre de lo que significa estar vivo. No insistir en los finales, sino celebrar los momentos que experimentamos entre nuestro principio y nuestro final, y comprender el modo en que nuestras vidas se desarrollan y cobran sentido cuando las recordamos. No temer el final de las cosas, ya sea el fin de la vida o el fin del mundo. La historia no dibuja grandes diferencias. El fin de un solo ser humano en la historia de King conforma el fin de un universo entero y eso, de hecho, en su historia es algo que no hay que temer.
Es raro, especialmente de un autor tan conocido por sus historias de terror, leer algo tan lleno de luz y tan lleno de esperanza, particularmente por el momento en que yo lo estaba leyendo, que era durante la cuarentena de 2020, cuando la pandemia era algo completamente nuevo y no se sabía cuándo seríamos liberados de nuestros hogares, y había una sensación de que el mundo se estaba desmoronando. Este mensaje me llegó en un momento en el que realmente lo necesitaba y yo ni siquiera tenía ni idea de que lo necesitaba. Lo que me asombra es que sigue teniendo la misma resonancia hoy en día, donde todavía parece que las cosas no están bien y el caos se multiplica.
Más que nunca, historias como ésta son fundamentales. Mi misión en la película era presentar la realidad de lo que está en juego en la vida de Chuck y en esta historia, pero hacerlo sin desesperación ni cinismo. Y destacar todas las cosas bellas que King tenía que decir sobre la vida y el arte. Nunca trabajé en algo más alegre. Nunca trabajé en algo así, una película que no tiene ni una pizca de cinismo. Deseaba tanto que algo así existiera en el mundo para mis hijos. Es una película que quería que mis hijos pudieran encontrar en sus vidas cuando la necesitaran, particularmente porque es algo especialmente nuevo para mí. Quería proteger ese dolor que sentí en mi corazón cuando la leí.
Tanto la película como la novela parecen trastocar las expectativas de lo que debería ser una historia de Stephen King y un proyecto de Mike Flanigan y lo que el público podría esperar inicialmente de cada uno de ustedes respectivamente. Háblenos de ello:
Si nos centramos en la obra de Stephen King, sobre todo en títulos como The Shawshank Redemption y The Green Mile, siempre ha mostrado un enfoque increíblemente humanista de la narración y ha abarcado muchos géneros más allá del terror, aunque el terror sea principalmente por lo que se lo conoce. En lo que a mí respecta, durante toda mi carrera profesional he pertenecido al género de terror, pero lo que él y yo tenemos en común es un profundo amor por los seres humanos.
King ha dicho abiertamente que lo que diferencia su terror del de sus contemporáneos es que en sus historias no puede haber terror sin amor, y tampoco puede haber terror sin esperanza. Sus fieles lectores lo saben.
No cabe duda de que ambos nos aventuramos mucho más allá de nuestras expectativas, lo que ha hecho que para mí sea más importante intentar dejar lo más claro posible que no se trata de una película de terror, e intentar ir en contra de esas expectativas a medida que la gente se acercara a la película. El género no importa tanto como el mensaje y los personajes y, en este caso, me llegan al corazón. Al leer su historia y sentí lo que mismo que sentí la primera vez que vi Ikuri de Kurosawa o Rudy o Searching for Bobby Fischer, It's a Wonderful Life..., películas que se sienten profundamente sinceras y bellas y optimistas. Y es un honor poder transitar con Steve este camino que, en general, es menos transitado por nosotros.
La película cuenta con un reparto increíble, muchos de los cuales han trabajado con usted en proyectos anteriores.
Una de las cosas que me parecen sumamente geniales de la película es que representa una fascinante combinación de artistas con los que he trabajado a lo largo de mi carrera, junto con increíbles caras nuevas. Hay actores con los que he trabajado ocho o nueve veces; actores que la primera vez que trabajé con ellos eran niños, como Jacob Tremblay y Annalise, y con los que hay una especie de vínculo familiar sinceramente visible.
Háblanos de la decisión de contar la historia en tres partes, hacia atrás en el tiempo
Una de las cosas que más me gustó del relato corto fue su estructura. Nuestras vidas sólo tienen sentido cuando las miramos hacia atrás. Él adoptó esta hermosa estructura de tres actos en la novela, estructura que el cine ha estado empleando desde prácticamente el comienzo del entretenimiento cinematográfico. Así que fue una oportunidad maravillosa para proteger la estructura que él creó, que se tradujo tan limpiamente al medio en el que yo estaba trabajando. Inmediatamente me di cuenta de que quería hacer exactamente lo mismo que él, y que dentro de esa estructura había más posibilidades para jugar incluso más y hacer conexiones visuales y temáticas entre estos tres capítulos, cosa que no se puede hacer en un libro, gracias a la naturaleza visual de nuestro medio. Es una estructura que adoro. Me resultó inesperada e increíblemente poética. La historia es la misma si se cuenta de otra manera, si se cuenta linealmente, pero el impacto y el significado disminuyen. Y creo que eso se debe a que el impacto de nuestras vidas adquiere otro nivel cuando se mira hacia atrás, de forma retroactiva.
¿Cuál es el recuerdo más lindo que tiene del rodaje de esta película y cómo se gestó la gran escena de baile de Tom Hiddleston?
Este proyecto es una de mis experiencias favoritas en un set en toda mi carrera. En primer lugar, tengo muchísimos recuerdos lindos de este rodaje, estar nuevamente en Alabama, lugar donde empezó mi carrera profesional, y ésta siendo la quinta película que estaba rodando allí con gran parte del mismo equipo que había estado allí para Oculus en el comienzo de mi carrera, los mismos actores. Annalise Basso y Karen Gillan, tú sabes, estábamos en esa película interpretando el mismo personaje. Entonces, aquí estaban, de nuevo. El hecho de hacer esta película supuso esta enorme sensación de regresar a un lugar familiar. Pero debo decir que los primeros cuatro días de rodaje filmamos la secuencia de baile del punto medio con Tom Hiddleston, Annalise Basso y Pocket Queen en la batería. Sabíamos que estábamos empezando con una de las secuencias más importantes de toda la película. Pero esos cuatro días que nos llevó filmar esa secuencia representaron un comienzo increíble, y recuerdo que por las noches, cuando volvía al hotel, me dolía literalmente la cara de haberme reído tanto durante el día viendo a Tom y Annalise y a PQ (que era como llamaban a Taylor "the Pocket Qeeen") viendo cómo interpretaban ese baile que hacían de principio a fin.
Y, bueno, aun así, fue muy difícil y tuvimos que lidiar con todo lo que uno lidia en cualquier set cinematográfico; teníamos que cortar porque el sol se ponía detrás de una nube o porque estábamos luchando con 150 fondos para rellenarlo, lo cual se tornaba complicado. Supuso todos los dolores de cabeza que naturalmente conlleva, pero quedaban totalmente eclipsados por la alegría de verla, de ver ese baile. Cuando piense en esta película, esa será siempre para mí la imagen más destacada de lo que es La vida de Chuck.
A veces sentimos, tú sabes, rodamos toda esa semana, lo que conforma todo el segundo acto de la película. Y entonces fue como si la película se hubiese terminado, ya que todos esos actores se fueron a sus casas. Y, de repente, teníamos un nuevo reparto y una nueva directiva. Y decíamos, bueno, parece que estamos empezando una nueva película. Era como si acabáramos de rodar una película completa con Tom Hiddleston. Y él estaba de vuelta en un avión, y Chiwetel acababa de aterrizar para empezar a rodar y, entonces teníamos que contar esta otra historia sobre el fin del mundo o teníamos que contar esta otra historia sobre Ben Payjack y Mark Hamill y Mia Sara, en la infancia. Y fue, en realidad, sobre todo después de haber trabajado en televisión durante los últimos cinco años, donde habíamos fijado rodajes de 100 días para una larga historia para un acto completo de la película y sentir que terminábamos una historia cada semana y media. Fue una locura.
¿Cuál fue el mayor reto que afrontó durante la producción y cómo lo superó?
Uno de los mayores retos de esta película es absolutamente tener que considerar y hacer malabares con estas tres historias distintas que conforman una historia mucho más grande. Cada una cuenta con un reparto completamente diferente. Cada una tiene una estética completamente distinta, hasta la relación de aspecto de la película. Cada una tiene un enfoque visual, tonos y prioridades narrativas completamente diferentes. Pero luego deben unirse para pintar un solo cuadro de una vida y un mensaje claro, manteniendo todo eso junto y sorteando las dificultades logísticas de una película independiente de bajo presupuesto, especialmente el rodaje del otoño pasado.
¿Qué espera que el público se lleve de La vida de Chuck?
Espero que el público se lleve algo de la alegría inherente a la historia. Espero que los ayude a contemplar el mundo actual, los retos que presenta cada una de nuestras vidas, y los anime a dejar a veces el maletín y dejarse llevar y bailar, sea lo que sea lo que eso signifique para cada uno, sea cual sea el tipo de expresión de alegría que el baile represente.
MIKE FLANAGAN (Director/Guionista/Productor)Mike Flanagan es el fundador de Red Room Pictures y uno de los creadores más influyentes de la industria del género, habiendo escrito, dirigido, editado y producido numerosas películas y series exitosas a lo largo de las dos últimas décadas. Como guionista-director-editor, ha realizado ocho largometrajes, entre ellos las adaptaciones de Stephen King de DOCTOR SLEEP y GERALD'S GAME, así como OUIJA: ORIGIN OF EVIL, HUSH, BEFORE I WAKE, OCULUS, ABSENTIA y la próxima THE LIFE OF CHUCK, basada en la novela corta de Stephen King y protagonizada por Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan y Mark Hamill.
STEPHEN KING
Stephen King nació en Portland, Maine, en 1947. Es el segundo hijo de Donald y Nellie Ruth Pillsbury King. En 1967 realizó su primera venta profesional de relatos cortos a Startling Mystery Stories. En otoño de 1971 empezó a dar clases de inglés en Hampden Academy, la escuela secundaria pública de Hampden, Maine y continuó escribiendo por las tardes y los fines de semana, produciendo relatos cortos y trabajando en novelas. En la primavera de 1973, Doubleday & Co. aceptó la publicación de la novela Carrie, lo que le proporcionó los medios para dejar la enseñanza y dedicarse a escribir a tiempo completo. Desde entonces ha publicado más de 50 libros y se ha convertido en uno de los escritores de más exitosos del mundo.
TREVOR MACY (Productor)
Trevor Macy es productor y fundador de Intrepid Pictures, líder mundial en la producción de películas y series de género de alto nivel. Macy ha producido o servido de productor ejecutivo de 22 largometrajes y varios éxitos de streaming, cosechando constantemente un éxito comercial y de crítica. Además, colabora habitualmente con el prolífico creador de género Mike Flanagan.
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