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¡Prepárense para una experiencia cinematográfica inolvidable este septiembre! Sumérjanse en una cuidada selección de películas que los transportarán a mundos asombrosos e inspirarán su imaginación.
Esta programación internacional celebra las culturas y las historias que nos unen, desde relatos europeos impactantes hasta aventuras épicas en tierras lejanas.
Cada film ofrece una nueva mirada y relatos nunca antes contados, para ver la vida con ojos renovados. No se pierdan la oportunidad de vivir la magia, la diversidad y la riqueza del cine global. Bajen las luces, se abre el telón... ¡Acompáñennos en este viaje!
Este septiembre, prepárense para una experiencia cinematográfica que encenderá los sentidos y los llevará a lugares extraordinarios. Nos entusiasma compartir dos producciones deslumbrantes, cada una con una poderosa combinación de belleza visual e intensidad emocional que los dejará sin aliento. Este evento inolvidable seguirá resonando mucho después de que se cierre el telón.
Desde Bélgica, les presentamos Los Niños Perdidos , donde unas vacaciones de verano se convierten en una pesadilla cuando cuatro hermanos se pierden en el bosque y su padre desaparece sin dejar rastro.
Desde Eslovenia, llega El Enemigo de la Clase , un drama en el que un nuevo profesor de idiomas enfrenta una tensa confrontación con sus estudiantes por visiones del mundo opuestas. Cuando una alumna se quita la vida, la culpa comienza a repartirse... pero la verdad, revelada demasiado tarde, es mucho más compleja.
Estrena el sábado 27 de septiembre a las 18:00 MEX - 19:00 COL/ECU - 21:00 ARG
Bélgica
Elenco:Lohen Van Houtte, Louis Litt Magis, Iris Mirzabekiantz
Director: Michèle Jacob
País: Bélgica
Título original: Les enfants perdus
Género: Horror
Año: 2023
Duración: 81'
Rating: 14
Lo que comienza como un retiro veraniego aparentemente inocente, pronto se convierte en un viaje inquietante donde la infancia se encuentra con lo desconocido, y los límites entre la realidad y la imaginación se desdibujan hasta volverse irreconocibles. Eurochannel presenta Los Niños Perdidos .
Cuando la película comienza, parece que sabemos hacia dónde va la historia: unas vacaciones familiares, una casa antigua en el campo, la promesa de un verano sencillo. Pero en cuestión de minutos, esta silenciosa película belga de la directora Michèle Jacob desarma nuestras expectativas y nos sumerge en algo mucho más surrealista, perturbador e inolvidable.
En el centro del relato están cuatro hermanos, liderados por Audrey, firme y con los pies en la tierra. Su llegada a una casa desvencijada y aislada está teñida de incomodidad desde el primer momento, aunque lleva un tiempo entender por qué. El padre se muestra distante, emocionalmente ausente. Y luego, sin advertencia ni explicación, desaparece. Lo que sigue no es una típica historia de casa embrujada. En cambio, Los Niños Perdidos se desliza hacia una lógica onírica, donde nada es lo que parece y la propia realidad empieza a resquebrajarse.
La casa se convierte en un personaje más: un laberinto que cruje y susurra, que se transforma a su alrededor mientras los niños buscan respuestas. El tiempo se estira. El espacio se dobla. Las puertas se abren a lugares que no deberían existir. Sin embargo, la película evita caer en sustos fáciles o efectos visuales. Jacob apuesta por la atmósfera: luces que parpadean, silencios inquietantes y la tensión sutil de unos niños obligados a convertirse en sus propios protectores.
Lo que vuelve a Los Niños Perdidos tan inquietante no es solo su ambientación, sino su profundidad emocional. Es una película que usa la fantasía para explorar miedos reales y reconocibles: la pérdida, el abandono, y el peso de crecer demasiado pronto. Cada niño encarna una faceta distinta de la inocencia puesta a prueba: la curiosidad, la rebeldía, la necesidad de proteger y un miedo callado. Juntos, forman una unidad frágil pero decidida, navegando un mundo que parece reflejar y amplificar su tormento interior.
La narrativa es refrescantemente minimalista. Jacob confía en el espectador: lo invita a convivir con la ambigüedad, a reconstruir el significado a través de los detalles más que de los diálogos. Es el tipo de película que deja espacio para la interpretación y que invita a volver a verla, para descubrir lo que pudo haber pasado desapercibido.
Con un presupuesto modesto y un elenco reducido, Los Niños Perdidos consigue crear una experiencia que se siente íntima y a la vez inmensa. No necesita gritar para hacerse oír. Permanece. Susurra. Se instala bajo la piel de la forma más silenciosa.
Para quienes se sienten atraídos por el misterio psicológico, las historias centradas en niños o el cine europeo que coquetea con lo fantástico sin perder el anclaje emocional, Los Niños Perdidos es un hallazgo poco común. Puede que deje más preguntas que respuestas… pero justamente por eso es tan inolvidable.
Sinopsis: Cuatro hermanos se despiertan en una remota casa del bosque y se dan cuenta de que su padre ha desaparecido. Intentan volver a casa, pero el bosque es un bucle sin fin y una presencia oscura empieza a acecharlos.
Premios y festivales:
· Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary 2023 - Nominada - Competencia Proxima
· Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier 2023 - Nominada - Regards d'Occitanie
· Festival de Cine de Estocolmo 2023 - Nominada - Mejor Ópera Prima
· Festival de Cine de Sídney 2024 - Nominada - Europa! - Voces de Mujeres en el Cine
· Festival Internacional de Cine de São Paulo 2023 - Nominada - Competencia de Nuevos Directores
· Festival de Cine de Tesalónica 2023 - Nominada - Mejor Película
· Festival Internacional de Cine de Bruselas (BRIFF) 2024 - Nominada - Gran Premio
· Festival Internacional de Cine de Bruselas (BRIFF) 2024 - Ganadora - Competencia Nacional
La directora Michèle Jacob explora la delicada frontera entre los miedos infantiles y la resiliencia en su inquietante largometraje Los Niños Perdidos , a través de la historia de cuatro hermanos abandonados en una casa en el bosque. Conversamos con Jacob sobre su enfoque híbrido de géneros y la inspiración detrás de esta historia profundamente personal.
¿Qué te inspiró a crear Los Niños Perdidos?
Mi película favorita desde la infancia ha sido Peter Pan, de James Matthew Barrie,no la versión de Disney, sino la original, más oscura y compleja. Siempre me quedó grabada, especialmente por la cuestión del miedo de los niños a crecer y la distancia que existe entre el mundo infantil y el adulto. Me empecé a fascinar con la pregunta de por qué la gente se vuelve tan infeliz al hacerse mayor. En lugar de hacer una película sobre adultos en terapia, me pareció más interesante explorar directamente la infancia. Examinar los miedos y traumas de los niños cuando se expresan más a través de las emociones que de las palabras.
¿Cómo describirías el género de la película?
Es un film de género que mezcla horror, thriller, drama y esperanza. La historia sigue a cuatro niños solos en una casa aislada en el bosque que descubren que su padre se ha ido y no va a volver. La más pequeña, la más temerosa, debe enfrentar sus propios demonios para salvar a sus hermanos. Está estructurada como un cuento de hadas: tenemos un bosque, niños y una bestia, pero quise subvertir los relatos tradicionales.
Cuéntanos sobre "la bestia" en tu película.
La llamamos "la bestia" porque representa la encarnación de una pesadilla infantil. Cuando un niño dibuja una pesadilla, muchas veces aparece como una gran bola negra con ojos, ni humana ni animal, como algo que vive debajo de la cama. Nos inspiramos en los espíritus de El viaje de Chihiro, de Miyazaki. El desafío era hacerla aterradora pero también empática. Ese miedo representa ansiedades del pasado y del futuro, y yo creo que, para crecer de forma feliz, uno debe abrazarlo, no necesariamente entenderlo o aceptarlo, pero sí tomarlo del brazo y decirle que todo va a estar bien.
¿Por qué enfocarse en hermanos y no en niños individuales?
Trabajar con una hermandad era clave, porque los hermanos comparten un pasado y un futuro enormes. Incluso cuando odiamos a nuestros hermanos o hermanas, siguen siendo familia para siempre. Eso genera vínculos más fuertes y desafíos más intensos, donde el amor y el odio pueden convivir al mismo tiempo, muchas veces, odiamos más a quienes más amamos.
¿Cómo fue el proceso de casting?
Encontrar cuatro niños que supieran actuar bien no fue sencillo. Trabajé con mi hija mayor, Lyosha, que ya había actuado en uno de mis cortos, y con mi ahijada Iris, que tiene dislexia y dificultades escolares, pero una sensibilidad y una conexión emocional increíbles. La experiencia le dio confianza y ayudó a sanar algunos de sus
En Los Niños Perdidos , una casa rural aislada se convierte en mucho más que un simple escenario: se transforma en una trampa surrealista y cambiante que refleja el caos emocional de sus jóvenes habitantes. La película utiliza ese espacio no solo para provocar miedo, sino también para explorar ansiedades más profundas: el abandono, la memoria y el hecho de crecer demasiado rápido. Este tipo de narrativa, en la que la casa en sí se convierte en un laberinto psicológico, tiene una larga tradición en el cine. A continuación, cinco películas destacadas donde las paredes encierran más que secretos, y la arquitectura misma parece deformarse junto con la mente de los personajes.
Los otros (2001)
El thriller gótico de Alejandro Amenábar crea una atmósfera cargada de tensión dentro de una mansión envuelta en niebla. Mientras una madre espera el regreso de su esposo de la guerra, extraños sucesos sugieren que la casa podría estar embrujada. Pero lo que se desarrolla es mucho más complejo, convirtiendo esa casa señorial en una caja de acertijos sobre el duelo y la percepción. Su ritmo pausado y su tensión a la luz de las velas hacen que el hogar se sienta como un ente vivo.
El resplandor (1980)
La versión de Stanley Kubrick de la novela de Stephen King es quizá el ejemplo más icónico de un lugar -en este caso, un hotel- que descompone a sus huéspedes desde dentro. Los pasillos interminables del Hotel Overlook, su arquitectura inexplicable y los bucles temporales disuelven cualquier noción de espacio seguro. A medida que el aislamiento consume a Jack Torrance, el entorno se convierte en símbolo de locura y de desintegración familiar.
El orfanato (2007)
La joya del cine español dirigida por J.A. Bayona está impregnada de emoción y de un terror sutil. Una mujer vuelve al orfanato donde creció, con la esperanza de reabrirlo como hogar para niños con discapacidades. Pero su pequeño hijo desaparece sin dejar rastro. La casa, que alguna vez fue un lugar de contención, se transforma en un espacio marcado por la pérdida, los secretos y el trauma no resuelto. A medida que ella busca respuestas, el tiempo, la memoria y el dolor parecen distorsionar la estructura misma del edificio. El orfanato utiliza su escenario inquietante no solo para asustar, sino para reflejar el dolor profundo del peor miedo de una madre, envuelto en ecos persistentes del pasado.
Somnia: Antes de despertar (2016)
En este drama sobrenatural, una pareja en duelo adopta a un niño cuyos sueños -y pesadillas- se manifiestan físicamente mientras duerme. La casa se convierte en un paisaje onírico, que muta con cada emoción. Lo que debería ser un refugio se vuelve inestable, difuminando la línea entre memoria y manifestación, especialmente cuando el dolor reprimido comienza a aflorar.
Tenemos la carne (2016)
Esta película mexicana lleva los límites al extremo con su imaginería perturbadora y su surrealismo. Después de un evento apocalíptico, dos hermanos se refugian en un edificio en ruinas, que poco a poco se transforma en un espacio psicodélico y claustrofóbico moldeado por el deseo, el control y el trauma. La casa, en este caso, es una caída libre hacia el subconsciente: una cámara donde la realidad se desintegra por completo.
Estrena el domingo 28 de septiembre a las 18:00 MEX - 19:00 COL/ECU - 21:00 ARG
Eslovenia
Elenco:Igor Samobor, Natasa Barbara Gracner, Tjasa Zeleznik
Director: Rok Bicek
País: Eslovenia
Título original: Razredni sovraznik
Género: Drama
Año: 2013
Duración: 112'
Rating: 14
Cuando un nuevo profesor irrumpe en un aula marcada por el duelo con frialdad quirúrgica y una disciplina inflexible, sin saberlo enciende la mecha de un polvorín psicológico que pondrá a prueba los límites de la autoridad, la culpa y la tensión colectiva. Eurochannel presenta El Enemigo de la Clase .
El director Rok Biček construye un retrato inquietante y absorbente sobre la juventud, el dolor y esa delgada línea entre el orden y el caos. Ambientada en una secundaria eslovena aparentemente común, la película se sumerge en las emociones a flor de piel de un grupo de estudiantes que intentan procesar la pérdida repentina de una compañera… y la llegada de un nuevo profesor cuyas estrictas y frías metodologías desencadenan una tormenta de rebelión.
Desde el primer momento en que Robert Zupan entra al aula, la tensión se siente en el aire. Frío, formal, defensor acérrimo de la disciplina, es el polo opuesto al profesor cálido y cercano al que los estudiantes estaban acostumbrados. Su insistencia en hablar alemán -con el peso simbólico que eso conlleva en la Eslovenia posterior a la guerra- y su actitud distante lo convierten en blanco fácil. Pero El Enemigo de la Clase no es un simple relato de profesores contra alumnos. La historia es mucho más compleja… y perturbadora.
Lo que comienza como un choque de estilos pedagógicos se transforma en un caldo emocional que hierve con rabia, culpa y confusión. La clase, aún atrapada en el dolor de una tragedia mal comprendida, empieza a volcar sus emociones contra Robert. La rebelión que se desata es intensa y visceral, pero también profundamente desorientada. Biček retrata con maestría cómo un grupo, unido al principio por la pérdida, puede desintegrarse a medida que emergen heridas individuales, motivaciones ocultas y traumas no resueltos.
La fuerza de la película está en que nunca toma partido. Robert no es un villano. Los alumnos no son simples revoltosos. Cada personaje está retratado con humanidad, con fallas, con matices. Desde la joven pianista cuya ausencia se siente durante todo el film, hasta la adolescente furiosa que carga un duelo propio, pasando por la idealista que busca justicia a través de la protesta: cada voz suma a esta sinfonía desgarradora de tensión. Y debajo de todo, late la gran pregunta: ¿Quién -o qué- tiene realmente la culpa?
Visualmente, la película es austera e íntima. Los planos largos y silenciosos nos sumergen en momentos incómodos y tensiones no verbalizadas. La paleta de colores fría y casi clínica intensifica la distancia emocional entre los personajes, subrayando el ambiente institucional que los desconecta. No sorprende que El Enemigo de la Clase haya sido comparada con el cine de Michael Haneke y Cristian Mungiu: por su realismo psicológico y su crítica social afilada.
Más que un drama escolar, es una reflexión cruda sobre cómo las instituciones enfrentan la crisis, cómo el duelo puede volverse arma, y lo borrosa que puede volverse la frontera entre justicia y venganza. Implacable y profundamente conmovedora, esta película no deja respuestas, pero sí preguntas que siguen resonando mucho después de que caen los créditos.
Sinopsis: Un grupo de adolescentes culpa a su exigente nuevo profesor y a sus métodos humillantes cuando una de sus compañeras se suicida.
Premios y festivales:
• Festival Europeo de Óperas Primas de Angers 2014 - Ganadora - Premio del Público (Largometraje)
• Festival Internacional de Cine de Bratislava 2013 - Ganadora - Gran Premio
• Festival Internacional de Cine de Bratislava 2013 - Ganadora - Mejor Actor
• Festival Internacional de Cine de Bratislava 2013 - Ganadora - Premio FIPRESCI
• Festival de Cine Esloveno 2013 - Ganadora - Premio de la Asociación de Críticos de Cine de Eslovenia
• Festival de Cine Esloveno 2013 - Ganadora - Premio de la Revista Stop al Mejor Actor
• Festival de Cine Esloveno 2013 - Ganadora - Premio Vesna al Mejor Actor
• Festival de Cine Esloveno 2013 - Ganadora - Premio Vesna a la Mejor Fotografía
• Festival de Cine de Venecia 2013 - Ganadora - Premio Fedeora a la Mejor Película
• Panorama del Cine Europeo de Atenas 2013 - Ganadora - Premio FIPRESCI
• Festival Internacional de Cine de Bradford 2014 - Ganadora - Mejor Largometraje
• Festival de Cine Europeo Les Arcs 2013 - Ganadora - Premio Cineuropa
• Festival de Cine Fünf Seen 2014 - Ganadora - Gran Premio
• Festival Internacional de Cine CineFest Miskolc 2014 - Ganadora - Premio Emeric Pressburger
• Festival Internacional de Cine CineFest Miskolc 2014 - Ganadora - Premio FICC
• Festival Internacional de Cine de Vilna 2014 - Ganadora - Premio CICAE
El cineasta esloveno Rok Biček convirtió una experiencia traumática de su adolescencia en una poderosa ópera prima. El Enemigo de la Clase parte de una tragedia real para explorar con intensidad la rebelión juvenil, el duelo y el conflicto generacional. En esta entrevista, Biček revela las dimensiones personales y políticas detrás de su film.
¿Qué te inspiró a hacer El Enemigo de la Clase?
La historia nace de un lugar muy personal. Cuando yo estaba en la secundaria, una chica de tercer año se suicidó, y eso desató una rebelión espontánea por parte de sus compañeros contra el sistema escolar. Encendieron velas en las escaleras, leyeron manifiestos por la radio del colegio y boicotearon las clases. Lo que me fascinó no fue el suicidio en sí, sino cómo esa tragedia fue usada como motor de una rebelión, y lo rápido que encontraron un chivo expiatorio en un profesor.
¿Cómo fue el proceso de casting, sobre todo al combinar actores profesionales con no profesionales?
Me influenció mucho la película Ajami y su trabajo con actores no profesionales. Buscamos entre estudiantes reales de secundaria, no solo a quienes querían actuar, sino también a quienes solían pasar desapercibidos. Para el papel del profesor Robert elegí a Igor Samobor, pero evité que tuviera contacto con los jóvenes durante los ensayos. Quería que se mantuviera como un extraño, para que no se generara familiaridad que pudiera afectar la dinámica en pantalla.
El personaje de Luka es el que más cambia a lo largo de la historia. ¿Qué lo impulsa?
Luka representa a quienes saldan cuentas después de una revolución. Es el alumno más frustrado porque no logra procesar la pérdida de su madre, así que canaliza ese dolor hacia la rebelión contra un enemigo aparente. Las personas heridas emocionalmente muchas veces se vuelven insensibles y vengativas. Su carga emocional es la chispa que enciende el fuego: si el profesor de alemán no hubiera existido, Luka lo habría inventado.
¿Por qué elegiste específicamente a un profesor de alemán?
Cualquier país que haya sido ocupado por los alemanes probablemente haya tenido algún profesor de alemán apodado "Hitler" alguna vez. El idioma trae consigo una memoria histórica. Las palabras de Robert pueden ser sabias, pero el hecho de que hable en alemán despierta algo más profundo. Además, me permitió hacer referencias a la literatura de Thomas Mann y trazar paralelismos entre pasado y presente.
¿Qué temas sociales más amplios aborda la película?
La película trata, sobre todo, del quiebre en la comunicación entre generaciones. Los estudiantes de hoy parecen apáticos porque lo han recibido todo: los padres creen que están dándoles lo que ellos no tuvieron, pero en realidad los están asfixiando. Los chicos no saben reconocer la autoridad, pero tampoco saben afirmarse por sí mismos. Es un reflejo de una frustración social más grande, donde cualquier excusa sirve para rebelarse contra lo establecido.
¿Qué quieres que experimente el público?
Quise que fuera difícil tomar partido. Cada espectador probablemente simpatice con algún personaje según su propia mirada, pero lo que busco es que nadie quede del todo decidido. En esta historia no hay ganadores: cada personaje sale del aula cargando su propia herida.
En El enemigo de la Clase , una tragedia en una escuela secundaria eslovena desata una tormenta de acusaciones, protestas y agitación emocional. A medida que los estudiantes se vuelven contra su profesor autoritario, la película disecciona magistralmente cómo el duelo puede transformarse en culpa y cómo una mentalidad colectiva, una vez encendida, puede volverse peligrosa. Este tema -cómo las comunidades canalizan su enojo hacia un antagonista aparente en lugar de enfrentar verdades más profundas- resuena en varias películas poderosas. Estas cinco obras exploran ese terreno delicado del juicio colectivo.
La cacería (2012)
En un pequeño pueblo danés, la vida de un maestro de jardín de infantes se desmorona cuando la falsa acusación de una niña desata una histeria colectiva. La comunidad, antes unida, lo rechaza con una velocidad escalofriante, a pesar de la falta de pruebas. La cacería es una exploración inquietante de lo fácil que es quebrar la confianza y de cómo un juicio apresurado -alimentado por la emoción y el conformismo social- puede destruir la vida de una persona. La actuación de Mads Mikkelsen transmite con una contención desgarradora la desesperación de ser excluido por algo que no hizo.
Las brujas de Salem (1996)
Adaptación de la clásica obra de Arthur Miller, esta película histórica revive los infames juicios por brujería en Salem. En una sociedad marcada por el miedo y la represión, acusaciones sin fundamento se convierten en una espiral de paranoia y búsqueda de chivos expiatorios. El film retrata cómo el miedo colectivo, mezclado con rencores personales, puede desencadenar una oleada de injusticia. La rapidez con la que los vecinos se vuelven unos contra otros resulta tan atemporal como inquietantemente actual.
Tenemos que hablar de Kevin (2011)
Aunque no trata del juicio colectivo de manera tradicional, este thriller psicológico examina cómo una comunidad culpa a una madre tras el crimen cometido por su hijo. La película se adentra en el terreno incómodo de la culpa por asociación, mostrando el aislamiento y el juicio social que enfrenta quien es percibido como "el origen del monstruo". Invita a preguntarse hasta qué punto se puede -o se debe- responsabilizar a quienes rodean una tragedia.
El señor de las moscas (1963)
Esta impactante adaptación de la novela de William Golding narra la caída de un grupo de escolares varados en una isla, que degeneran en tribalismo y brutalidad. A medida que el miedo se propaga, la razón se disuelve y se elige un chivo expiatorio para absorber la ansiedad del grupo. Es una mirada cruda a la rapidez con la que las estructuras civilizadas pueden colapsar, y a cómo la psicología grupal puede eclipsar el juicio moral en nombre de la unidad… o de la supervivencia.
La ola (2008)
Basada en un experimento real llevado a cabo en una escuela alemana, esta película sigue a un profesor que, sin querer, da origen a un movimiento estudiantil de tintes fascistas. A medida que los alumnos se sienten cada vez más seducidos por la pertenencia grupal, comienzan a atacar a quienes no se alinean. La ola es un recordatorio inquietante de lo fácilmente que la identidad colectiva puede derivar en autoritarismo, y de cuán rápido el pensamiento crítico desaparece cuando la lealtad se convierte en el valor supremo.
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