En el inicio del Quilmes Rock, Radiohead calmó la ansiedad de 35 mil argentinos
Las almas rockeras recibieron el martes a la noche el pago de una de las deudas más importantes en materia de visitas internacionales, al asistir al concierto que el trascendental grupo británico Radiohead ofreció en el Club Ciudad de Buenos Aires. El festival continúa con la presentación de Iron Maden el 28 de marzo en el estadio de Velez.
Unas 35 mil almas rockeras recibieron este martes a la noche el pago de una de las deudas más importantes en materia de visitas internacionales, al asistir al concierto que el trascendental grupo británico Radiohead ofreció en el Club Ciudad de Buenos Aires.
En un día tan especial para los argentinos, el 24 de marzo, los Radiohead, en un tramo del show, entregaron una emotiva versión de "How to disappear completely" del disco "Kid A", que fue presentado en castellano por el guitarrista O' Brien como un homenaje a los desaparecidos, sus familiares y a los sobrevivientes de los campos de concentración de la dictadura militar.
Con sus discos "The Bends" y "OK Computer" Radiohead se convirtió en una de las bandas más influyentes de los '90 y de estos albores del siglo XXI, incursionando en áreas sonoras escasamente visitadas, pero además desandando muchas veces un camino anticomercial.
Además, el grupo liderado por el vocalista y guitarrista Thom Yorke, acompañado por los guitarristas Jonny Greenwood, Ed O'Brien, el bajista Colin Greenwood y el baterista Phil Selway, influencia a una enorme camada de bandas como Coldplay, Travis, Muse, Keane y tantas otras.
Por estas razones y miles más, es que la banda era tan esperada por los argentinos, que seguramente con el correr de los días desarmaron la noche del martes para analizarla parte por parte. Si hay quejas, el eje estará centrado en el "setlist", que incluyó una sola canción de "Pablo Honey" (1992) y solo dos del maravilloso "The Bends" de (1995).
La lista de canciones estuvo mayormente integrada por canciones del último disco "In Rainbows" (2007), varias de los difíciles "Kid A" (2000) y "Amnesiac" (2001), cuatro del trascendental "Ok Computer" (1997) y una tríada del flojo "Hail to Thief" (2003).
La puesta en escena fue una pieza importante del concierto, ya que sobre los músicos se habían colocado decenas de cilindros de papel que reflejaban las luces y daban la sensación de que estuvieran dentro de una celda con barrotes de neón.
También se colocaron decenas de cámaras fijas, similares a las que se usa en seguridad, pero que ofrecían un primer plano de la banda, y que a veces quedaban vacíos cuando los músicos se movían.
La paciente espera terminó cuando los Radiohead emergieron y Yorke saludó a la gente con uno de sus típicos gestos de espástico y el grupo arrancó con "15 steps" del disco "In rainbows", que tiene un inicio discotequero y luego trocó a una canción.
Estos chicos de Oxford son un grupo en el que cada uno desempeña un rol importante: Yorke es el frontman e ideólogo, Jonny Greenwood es el director de la orquesta, tiene una pedalera de la cual salen miles sonidos y toca todo tipo de instrumentos.
Ed O'Brien es más de lo que un guitarrista rockero con claras influencias sónicas puede ofrecer, mientras que la base Greenwod-Selway es muy versátil como para catalogarla de simplemente rockera. En una de las canciones de "Hail to Thief" que Cork utilizó para despacharse con Tony Blair y George W. Bush por la guerra en Afganistán e Irak, "There There", la banda arrancó un lamento discotequero que se convirtió en una lluvia sónica de la mano de los dos guitarristas, en especial Greenwood.
Mientras tanto Yorke repitió hasta casi la exasperación su pose de niño autista introvertido y sus movimientos de epiléptico, aunque con un magnetismo poderoso.
El concierto tuvo tramos discotequeros siniestros con canciones como "Jigsaw", "Idioteque", Bodysnatchers" y "Everytihing in its right place", pero también partes con esa melancolía que la banda erigió en un sello como con "Pyramid Song", "No Surpirses", "Nacional Anthem" y "Plante telex".
Los momentos más álgidos del show fueron los de los hits "Karma Police" coreado por todo el estadio, "Paranoid Android" y el cierre con "Creep", un clásico de regalo para el público sudamericano que los ve por primera vez.
En silencio y con humildad, Radiohead se retiró del escenario luego de la versión de "Creep", más que emocionados por la cálida recepción de la gente que sorprendió a toda la banda.
Previamente actuaron los alemanes de Kraftwerk, los padres de la música electrónica, los cuatro germanos que influenciaron a todos, Depeche Mode, los U2, The Cure y tantos más.
Con una cuidada puesta, en la que lo visual embellecía la música, los alemanes dejaron su estela en su tercera visita a la Argentina. (Telam)