SINOPSIS
LOS OJOS DE TAMMY FAYE es un retrato íntimo de la historia detrás del extraordinario ascenso, caída y posterior redención de la telepredicadora Tammy Faye Bakker.
En las décadas de 1970 y 1980, Tammy Faye y su esposo, Jim Bakker, de orígenes muy humildes, fueron ascendiendo socialmente hasta crear la red de teledifusión religiosa más grande del mundo y un parque temático.
Famosa por su mensaje de amor, aceptación y prosperidad, Tammy Faye se convirtió en una imagen inseparable de sus pestañas indelebles, su canto idiosincrásico y su entusiasmo por aceptar a personas de todas las condiciones sociales.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que las irregularidades financieras, las intrigas de sus rivales y el escándalo derrumbaron el imperio que tan cuidadosamente habían construido.
FECHA DE ESTRENO
EN SALAS DE CINE DE ARGENTINA
24 de Marzo 2022
- LA HISTORIA DE TAMMY FAYE EN LA PANTALLA
Hace más de treinta años, parecía que todo el mundo tenía una opinión formada sobre Tammy Faye Bakker aunque, en realidad, nadie conocía bien a la mujer detrás de su personalidad televisiva.
La productora y actriz Jessica Chastain, que era una niña en la década del ochenta, se enteró de la existencia de Jim y Tammy Faye cuando su imperio se derrumbó, se incendió y quedó reducido a cenizas, todo frente a un público televisivo nacional. Inmediatamente reconocible, por su maquillaje característico y su personalidad exuberante, el rostro de Tammy Faye aparecía retratado en las primeras planas de todos los tabloides de las líneas de caja de los supermercados.
Años después, luego de mirar el aclamado documental homónimo del año 2000de Fenton Bailey y Randy Barbato (LOS OJOS DE TAMMY FAYE, RuPaul's Drag Race, Party Monster), Chastain se sorprendió al ver que Tammy Faye era más que un titular de peródico. Se dio cuenta de que Bakker tenía una integridad y una fe genuinas, y que la misoginia y la prensa sensacionalista habían tenido un papel muy significativo en la humillación pública que había sufrido.
Ver el documental inspiró a Chastain a contar una historia más completa de una mujer profundamente compasiva que estaba muy adelantada a su época. Se comunicó con Bailey y Barbato, que quedaron inmediatamente encantados con su pasión por el tema y su visión del proyecto. "El documental fue como abrir un poco la cortina y ver qué había detrás -dice Chastain-. La podíamos ver sin todo el juicio social. Era una mujer llena de amor. Su historia era interesante y compleja, y se desarrolló durante tres décadas. Yo todavía no había fundado Freckle Films, pero contacté a los realizadores del documental y les compré los derechos".
Los realizadores del documental, Fenton Bailey y Randy Barbato, de World of Wonder Productions, siempre habían sentido una fuerte conexión con Tammy Faye. Bailey y Barbato comentan: "Ella tenía el espíritu de una marginada y la valentía de una drag queen. Era el tipo de chica que nos gusta. Siempre habíamos dado por sentado que todo lo que se había dicho en la prensa sobre ella y Jim era cierto. Pero al conocerla, nos dimos cuenta de que era una persona muy dulce y cariñosa. Era transparente, literalmente. Era totalmente honesta, auténtica y franca. Cuando fuimos conociendo la historia de lo que le había sucedido, pudimos ver que la realidad tenía muchos más matices y era mucho más compleja de lo que habían dicho los medios. La increíble traición de Jerry Falwell en la supuesta comunidad cristiana fue tremenda. Sentimos que la gente merecía tener un retrato de ella más tridimensional".
Chastain se reunió con la productora Rachel Shane (Divergente, Sin nada que perder, Huérfanos de Brooklyn), de Madison Wells Media, que se interesó inmediatamente por el proyecto. Las dos ya habían trabajado juntas en la película Los ilegales, producida por Shane y protagonizada por Chastain.
Shane y su socia de producción, Gigi Pritzker (Drive: Acción a máxima velocidad, Sin nada que perder, El juego de Ender), se unieron a Chastain para dar vida a la historia. "Fue una película familiar desde el principio", dice Chastain.
"Estábamos entusiasmadísimas por el potencial que tenía llevar a la pantalla la vida de Tammy Faye -dice Shane-. Cuando era adolescente, recuerdo ver a Jim y Tammy Faye en las primeras planas de todos los tabloides. Pero ella y Jim no solo fueron innovadores sino que iban en contra de la corriente del cristianismo evangélico tradicional".
Chastain y su socia de producción de Freckle Films, Kelly Carmichael (Ava, Mi semana con Marilyn, El diario de la niñera), desarrollaron LOS OJOS DE TAMMY FAYE al mismo tiempo que trabajaban juntas en otros proyectos. Rachel Shane contactó al guionista Abe Sylvia (Muertos para mí, The Affair, Nurse Jackie), con quien había trabajado anteriormente, para que escribiera el guion basado en el documental. Dice la productora Carmichael: "Abe es un gran guionista. Trabajamos juntos hace años en una película dirigida por él. Cuando me incorporé a Freckle Films, Rachel y Jessica ya habían pensado en Abe para escribir el guion. Para mí, fue genial volver a encontrarnos en Tammy. Tenía una visión muy clara de cómo traducir el documental a una película narrativa que incorporaría más de cuatro décadas de su vida".
Cuando estaban trabajando en otro proyecto con el director Michael Showalter (Un amor inseparable, Search Party), Chastain y Carmichael se dieron cuenta de que sería ideal para dirigir LOS OJOS DE TAMMY FAYE . Como su trabajo como director había sido mayormente en comedia, les intrigaba ver lo que aportaría al guion de Sylvia.
Showalter comenta: "Había estado trabajando con Jessica y Kelly en otro proyecto. Conocía a Tammy Faye de mis años de adolescencia, de modo que estaba muy entusiasmado. Me encantó el guion y les comenté sobre mi visión de la película, y cuál me parecía que podría ser la atmósfera. Tenía una combinación de varias cosas que me encantan: humor, drama, sexo, delincuencia y todo tipo de controversias, por lo que era una historia genial, además del potencial cinematográfico que tenía. Es un acontecimiento importante desde el punto de vista cultural que tuvo eco en mucha gente: por lo bueno y por lo malo. Me entusiasmó mucho dar vida a ese proyecto".
Chastain quedó impresionada con la seguridad con que Showalter dio forma a la historia, además de con su sensibilidad para lo lúdico. Él entendía bien el aspecto alegre y ligero del personaje de Tammy Faye, y vio cómo cada parte de la historia contenía tanto elementos dramáticos como de comedia. "Nos enviábamos entre nosotros historias de Tammy Faye -añadió Chastain-. Realmente sentí que Michael quiere a Tammy tanto como yo. Michael tiene una sensibilidad muy lúdica, y Andrew Garfield, que interpreta a Jim Bakker, y yo, somos personas muy orientadas al trabajo. Nosotros investigamos, somos muy serios, así que tener como director a alguien como Michael nos inspira a sacar nuestra propia parte lúdica, que es algo que funciona muy bien con Tammy y Jim".
- LA ATMÓSFERA VISUAL DE LOS OJOS DE TAMMY FAYE
"Pide. Cree. Recibe".
- Tammy Faye Bakker
Para contar la historia de Tammy Faye es importante incluir sus coloridos atributos visuales. Tammy Faye era una fiesta de color en una época llena de adustos fanáticos de la Biblia vestidos de traje oscuro. Ella no se parecía a ningún otro televangelista de su época, y sus extravagantes pelucas y su maquillaje llamativo se convirtieron en su sello, tanto como lo fueron su compasión y su compromiso con la aceptación y el amor por sus semejantes. Showalter sabía que este lenguaje visual también debía ser aplicado a la rica vida interior de Tammy Faye, comenzando por su aceptación del Espíritu Santo en la iglesia pentecostal de su juventud, y culminando en la edad madura con su adicción al lorazepam y al alcohol. El estado emocional de Tammy oscilaba entre estar locamente enamorada y sufrir una desesperación profunda, entre experimentar un éxtasis religioso y tener alucinaciones inducidas por las drogas, y el director de fotografía, Michael Gioulakis (Te sigue, Nosotros, Glass), creó un lenguaje visual para explorar cada oscilación de ese péndulo.
Para poder recrear fielmente escenas del programa de Tammy Faye y Jim o de su entrevista con Ted Koppel, Gioulakis construyó un metauniverso con cámaras que fluían entre sí sin solución de continuidad. Incluso si la reconstrucción del programa o de un acontecimiento icónico televisado se hacía plano por plano, querían lograr el punto de vista de alguien que estuviera espiando el mundo de los Bakker, y no simplemente reproducir lo que vieron los televidentes en el pasado. Gioulakis trabajó estrechamente con Showalter para encontrar la manera de lograr las imágenes utilizando un vasto archivo de metraje para su investigación ya que gran parte de la vida de los Bakker había sido televisado en vivo. El documental de los directores Fenton Bailey y Randy Barbato brindó un recurso más, y Showalter pudo llenar los espacios en blanco para dar forma a una narrativa más completa.
Showalter comenta: "Hay mucho en la película que está extraído directamente del programa de los Bakker, por ejemplo cuando recreamos su última transmisión, cuando ellos se despiden de su público. Y lo hicimos de dos maneras diferentes. Una es una reconstrucción fiel. Jessica y Andrew tienen mucho que ver con el éxito de esas escenas frente a las cámaras ya que imitaron a la perfección toda su gestualidad, cada pequeña mueca y ademán. Pero luego también tenemos nuestras cámaras dentro de esa escena para generar una perspectiva diferente, mostrando lo que sucede antes del momento que se ve en pantalla y lo que sucede después".
Gioulakis trabajó con dos tipos diferentes de cámaras: antiguas cámaras de televisión y lentes que captan la imagen de la época y cámaras de cine Alexa LF que crean una perspectiva más omnisciente y representa el mundo de los Bakker fuera de cámara. También se usaron cámaras en mano para realzar la relación de Tammy Faye con su entorno a medida que se iba desmoronando y sucumbiendo al trauma emocional y a la adicción.
"Cuando filmábamos el programa de televisión, usábamos al menos dos de nuestras cámaras vintage y dos de nuestras cámaras de cine actuales. Así que para gran parte del metraje de Praise the Lord, tenemos cuatro cámaras rodando para imitar un programa de televisión. Logramos captar el espíritu de esas entrevistas, y espero que también lo que sentía el público que las miraba y lo que sentían los Bakker",explica Gioulakis.
Gioulakis colaboró estrechamente con la diseñadora de producción, Laura Fox, y con el diseñador de vestuario, Mitchell Travers, para establecer el tono de la estética visual de la película y crear una paleta coherente que fue evolucionando junto con Tammy Faye en la pantalla a medida que transcurrían las décadas.
"La paleta comienza a partir de la niñez de Tammy Faye en Minnesota hasta el comienzo de su relación con Jim -dice Gioulakis-. Esa estética visual se va apagando y comenzamos a enfatizar los tonos tierra. A medida que los Bakker comienzan su camino en la cadena Christian Broadcast Network (CBN) y sus años en Praise the Lord (PTL), fuimos enfatizando los rojos y azules muy saturados. Los azules eran un color muy importante para ellos en PTL, y entonces la paleta se desarrolla por completo".
- LA CONSTRUCCIÓN DE SU MUNDO
"¡Ay, diosito querido! ¡El extraño juicio a Jim Bakker!".
- PEOPLE MAGAZINE, 1989
La diseñadora de producción, Laura Fox (Un don excepcional, 500 días con ella), también investigó muchísimo para diseñar los platós de todas las épocas de la película, que va de la década del sesenta hasta la del noventa. Fox miró filmaciones existentes, leyó entrevistas y hasta visitó lo que queda del imperio de los Bakker. Investigó la infancia de Tammy Faye en Minnesota, el Bible College y las carpas de avivamiento de los sesenta, los títeres de Tammy Faye en la Christian Broadcast Network (CBN) en los años setenta, y los platós de Praise the Lord (PTL) de los ochenta y los noventa. Se usaron escenarios reales siempre que fue posible para el rodaje, y Fox diseñó platós para cuando no fue posible. Dice le productora Carmichael: "Literalmente, creó cinco décadas que te harán volver al pasado. Cuando entras al plató de PTL, sientes como si estuvieras allí, y lo mismo hizo con todas las épocas y lugares".
Fox sabía que Jim, en especial, estaba muy preocupado por la imagen, por cómo veían las cosas los demás.
"Un comentario muy revelador, para mí, fue después de que Tammy Faye dejó a Jim y alguien le preguntó sobre su casa -dice Fox-. Ella dijo que era fabulosa, que era como un plató de televisión. Incluso tenía muñecos de tamaño real sentados a la mesa de la cocina. Eso me dio una idea muy clara de cómo sería su hogar. Me lo imaginé como un plató muy extravagante de Reportera del crimen, porque era esa época".
Uno de los desafíos más grandes para Fox fue encontrar maneras de acentuar el lujo y la excentricidad que rodeaba a los Bakker. Mantuvo la paleta de colores del fondo a la mínima expresión para que resaltaran las figuras de Tammy Faye y Jim, con algunas honrosas excepciones. También tapizó la extravagante casa de Tammy Faye con sus discos enmarcados y enormes fotos enmarcadas de Jessica Chastain como Tammy Faye a lo largo de los años.
"Cuando fuimos a conocer el lugar real, nos encontramos con que su vestidor tenía las cuatro paredes recubiertas de espejos del suelo al techo. Eran espejos, espejos y espejos. Había espejos por todas partes en el plató porque eran bastante vanidosos, los dos".
Para diseñar la fastuosa mansión, Fox se aseguró de que los platós reflejaran las inseguridades de Tammy Faye, provenientes de su empobrecida niñez.
"Había escuchado decir que Tammy Faye había sido una «maxxinista» original. Iba a TJ Maxx con dos guardaespaldas y un asistente todos los días, literalmente. Había otra tienda de descuento llamada Belk's y no le permitieron comprar más después de un tiempo porque ella compraba ropa, la gente la veía en la televisión con esa ropa, y luego sus asistentes la venían a devolver, toda manchada de maquillaje. Tammy siempre fue ahorrativa y se veía a sí misma como pobre. Solía decir: «Jesús me pidió que pidiera descuento». Nunca había tenido nada y de pronto ella y Jim tenían toneladas de dinero, y la adaptación es difícil. En realidad, Jim era el más dado a los excesos. Él gastaba para impresionar, y la mayor parte de su vida tuvo que ver con la imagen que daba a los demás".
Al igual que los realizadores, el diseñador de vestuario de la película, Mitchell Travers (Estafadoras de Wall Street, El legado Bourne, El Sorprendente Hombre Araña), había quedado prendado de Tammy Faye desde el día en que la vio por primera vez.
Chastain dice: "Mitch hizo una investigación increíble y entendió que no estábamos copiando vestimenta sino tratando al vestuario como una clase de psicología. Creó un guardarropa que contenía más de cien atuendos diferentes. Pude vestirla para reflejar cómo se sentía en cada momento. Fue como si Tammy Faye hubiese estado siempre allí con nosotros, ayudándonos a elegir la ropa y las alhajas".
Travers creó una "biblia" de atuendos, que dividió en períodos de cinco años.
"Tammy era una mujer que creía en enviar y recibir señales. Todo lo que se ponía tenía un sentido -explica Travers-. Pudimos tener una idea cabal de cómo era ella gracias a su guardarropa".
Al diseñador le gustó el desafío del transcurso no lineal del tiempo de la película y usó el color como una herramienta para diferenciar los distintos períodos de la vida de la protagonista. Para sus primeras épocas, Travers usó una paleta de color limitada y de tonos neutros, pero cuando su mundo se expande al Bible College, agrega los tonos damasco, menta y la gama del azul marino. Cuando la historia llega a la década de 1980, agrega malva, azul claro y su color favorito, el rosa. A medida que transcurre esa década, se jugó un poco más con su atuendo y la vistió en colores más impactantes, rojos y azules.
Travers también usó el vestuario para reflejar el estado mental del personaje.
"A medida que diversas influencias fueron afectando su vida y ciertas personas tuvieron un poco más de control sobre ella, uno ve que su propio control sobre su ropa cambia. Comienza a ser extremadamente expresiva. Usa llamativos colores metálicos, lentejuelas, muchas alhajas y, para mí, eso era un intento de mostrar lo abrumadora que era gran parte de su vida", dice Travers.
Travers creó también un traje especial para mostrar al público los embarazos y las fluctuaciones de peso de Tammy Faye.
"Es un proceso extremadamente complicado que empieza con un molde de todo el cuerpo. Luego hicimos piezas de diferentes tamaños de espuma reticulada y, dependiendo de la Tammy Faye que estaba en pantalla ese día, lo armábamos como una especie de rompecabezas".
Travers también prestó mucha atención a la evolución del guardarropa de Jim Bakker. Durante años, Tammy Faye tuvo influencia sobre el aspecto de Bakker. Travers vistió a Bakker en una amplia variedad de cardiganes y suéteres de mangas rectas con escote en V, el tipo de vestimenta informal que él usaba. Más adelante, cuando se convirtió en el Johnny Carson de la televisión cristiana, se lo ve vestido como un presentador de un programa nocturno, en un solo tono y con trajes hechos a medida.
Si el personaje de Tammy Faye es ilustrado por un guardarropa siempre cambiante y ostentoso, el de su madre, Rachel, sirve como adusto contrapunto. Como un retrato de decencia moral y una crítica a los excesos de su hija, Rachel lleva vestidos de tela de poliéster floreada en tonos neutros que nunca cambian de corte ni de estilo a pesar del paso del tiempo. Travers considera que la vestimenta de Tammy Faye expresaba a los gritos lo que ella era, y reflejaba su deseo de ser escuchada, no solo por su madre sino por el mundo entero.
"Para mí, Tammy es alegría. Tammy se divertía de una manera que poca gente podía hacerlo. Era una persona que se vestía para impresionar, ya fuera para el desayuno con sus hijos o para un público de 500 personas. Me encanta su exuberancia, me encanta su valentía", dice Travers.
- CONVERTIRSE EN TAMMY FAYE
"Somos todos personas hechas del mismo barro. Y Dios no hace basura".
- Tammy Faye Bakker
Para reproducir los rasgos de Tammy Faye, su peinado y su característico maquillaje permanente, Chastain llegaba al tráiler de maquillaje para comenzar su transformación física a partir de las tres y media de la mañana. Al igual que con el uso de un vestuario especial que le cambiaba la forma del cuerpo, las prótesis faciales le permitían a Chastain desaparecer en su personaje.
La maquilladora Linda Dowds (Mamá, True Detective, X-Men: Dark Phoenix) y la estilista Stephanie Ingram (X-Men: Dark Phoenix, It (Eso), Apuesta maestra, La cumbre escarlata) trabajaban muchas veces en conjunto para terminar el trabajo a tiempo.
"Trabajo con Linda y Stephanie desde el 2011 -comenta Chastain-. No podría interpretar este papel sin ellas".
Tanto Dowds como Ingram investigaron a fondo para asegurarse que la Tammy Faye de Chastain fuera fiel a la original. Lo hicieron tan bien que cuando la hija de Tammy Faye, Tammy Sue, visitó el plató, quedó pasmada por la similitud.
Ingram hizo hacer a medida diez pelucas para el personaje de Tammy Faye. Algunas fueron elaboradas combinando dos pelucas diferentes para crear el espectacular peinado batido por el que se la recuerda. Otras pelucas se hicieron para revelar una segunda peluca o una calva artificial debajo para mostrar los varios grados de caída del cabello.
Dowds llegó al extremo de conseguir maquillaje de todas las épocas que tenía que representar. Como muchas de las sombras que son definitorias de una época ya no se producen y estaban muy intrincadamente ligadas a diferentes momentos de la vida de Tammy Faye, Dowds sintió que generaría una distracción si no eran exactamente iguales. Al igual que con el guardarropa, Ingram notó lo mucho que cambiaba el maquillaje de Tammy Faye para reflejar lo que estaba pasando en su vida.
"El maquillaje se convirtió en una especie de máscara para ella. Al principio, se ve frescura y optimismo en su rostro -dice Dowds-. Hasta que comenzó a aparecer en televisión, no descubrió hasta qué punto el maquillaje podía transformar sus rasgos, y entonces comenzó a maquillarse más los ojos y a usar más rubor. Pero a lo largo de la mayor parte de los años ochenta, los colores todavía eran más claros".
Cuando la vida de Tammy Faye comenzó a desmoronarse, sus colores cambiaron abruptamente. "Su guardarropa y su maquillaje se hicieron más oscuros. Hasta las uñas se vieron afectadas. Comenzó a usar uñas postizas que eran tan largas que se curvaban como garras -continúa Dowds-. Hacia fines de los ochenta y comienzos de los noventa, su contorno facial era muy duro, y tenía maquillaje permanente delineándole los ojos y los labios. Cuando ella estaba en su peor momento, el maquillaje le sirvió como escudo contra el mundo".
- UN ÍCONO ADELANTADO A SU ÉPOCA
"Jesús me ama como soy. Jesús ama de la misma manera que amo yo".
- Steve Pieters, pastor y activista en la lucha contra el VIH y el sida
En un mundo en el que los hombres poderosos, religiosos o no, escapan a los escándalos con pocas o ninguna consecuencia, Tammy Faye se destaca. A diferencia de Jim, Tammy nunca se alejó de su fe o rechazó su versión amable y bondadosa de Dios reemplazándola por una de fuego y azufre. Porque su corazón siempre estuvo abierto a las experiencias de los demás. A ella la quisieron a pesar de sus trasgresiones, y logró evolucionar después de su estrellato como televangelista y el que le brindaron los tabloides. Dice la productora Shane: "Ella quería realmente llegar a los seres humanos que vivían en el mundo moderno. Quería ver qué era lo que necesitaba la sociedad moderna de sus pastores. Visto desde ahora, aparecer en las pantallas de televisión de los hogares de la gente fue algo extraordinariamente audaz. Detrás de toda la ropa y el maquillaje, había una humanidad real".
Cuando el matrimonio de los Bakker finalmente se derrumbó en la década del ochenta, Tammy Faye se descontroló públicamente mientras Jim hacía malversación de fondos y tenía aventuras amorosas. El escándalo sexual y las irregularidades financieras de Jim terminaron siendo la perdición de ambos, y en la mirada de los medios, los Bakker como pareja se convirtieron en un chiste. Aunque fue Jim el que iría a prisión, Tammy Faye se llevó la peor parte de la humillación, y Jerry Falwell, en quien Jim había depositado su confianza, tomó el control de toda la operación y despidió a los Bakker de su propia cadena.
A pesar de su odisea, Tammy Faye se recuperó y volvió más fuerte que nunca. Ya en la década del noventa, se había divorciado de Jim, había dejado el televangelismo y revivió su propio ministerio. En su programa, Tammy Faye siempre había desafiado al público invitando a personas que podrían ser consideradas controvertidas. Alentaba al público a ser compasivo y empático, demostrando que personas cuyas convicciones y vidas podrían parecer muy extrañas en realidad no eran tan diferentes. Continuó con esa misión en la década del noventa y se convirtió en una firme defensora de las personas con sida y una partidaria muy querida de la comunidad LGBTQ en una época en la que los pacientes con VIH eran mayormente rechazados y condenados al ostracismo. Vio crecer a sus hijos y finalmente se casó con Roe Messner, el promotor inmobiliario que construyó su parque temático, Heritage USA, en 1978.
Tammy Faye pasó más de una década luchando contra el cáncer hasta que finalmente sucumbió en 2007. Antes de morir, permitió que los documentalistas Fenton Bailey y Randy Barbato entraran en su vida para dejar registrada la verdad. Los realizadores plasmaron a la verdadera Tammy Faye, dándole la oportunidad única de recuperar su propia narrativa y restablecer su legado. Dicen Bailey y Barbato: "Te gusten o no, Jim y Tammy Faye fueron pioneros en la televisión. Fundaron tres canales de televisión, no uno, y su estilo íntimo de transmisión, que invitaba a los televidentes a su hogar y a que compartieran su vida dejó una marca indeleble en todo lo que va desde la televisión matinal hasta los programas de entrevistas y los reality shows. Sentimos que era importante contar esa historia. Sin Jim y Tammy Faye no existirían los Kardashian, Oprah o Good Morning America". Chastain espera que el compromiso con su memoria continúe con LOS OJOS DE TAMMY FAYE : "Tammy Faye Bakker inspiró amor en los demás. Ella creía que todos queremos que nos miren, nos quieran y nos acepten como somos, sin juzgarnos. Tengo la esperanza de que todos puedan aprender a querer a los demás de la manera en que lo hacía ella, y esperamos que esta película inspire a nuestro público de la misma manera en la que ella inspiró al suyo".
7 de marzo de 1942 | Nace Tammy Faye LaValley, hija de Rachel Minnie Fairchild y Carl Oliver LaValley. |
1960 | Tammy Faye conoce a Jim Bakker cuando ambos estudiaban en el Central Bible College en Minneapolis (Minnesota). Tammy Faye trabajaba en una boutique y Jim en un restaurante dentro de una tienda departamental. |
1° de abril de 1961 | Tammy Faye y Jim se casan en Minneapolis (Minnesota). |
1962 | Tammy Faye y Jim se mudan a Carolina del Sur en donde comienzan juntos su ministerio, viajando por Estados Unidos. Jim predicaba y Tammy Faye cantaba y tocaba el acordeón. |
1964 | Tammy Faye y Jim crean un programa religioso con títeres para niños llamado Come on Over en la cadena de televisión Christian Broadcasting Network (CBN) de Pat Robertson. |
1966 | Jim Bakker se convierte en el primer presentador permanente de El Club 700, de CBN, un programa cristiano nocturno de variedades de dos horas de duración, con música, sermones, plegarias grupales, estudio de la Biblia y entrevistas. |
1970 | Tammy Faye da a luz a su hija, Tammy Sue "Sissy" Bakker. |
1972 | Jim y Tammy Faye Bakker dejan la CBN. El programa Come on Over de CBN se termina. |
1974 | Jim y Tammy Faye Bakker crean el programa The PTL (Praise the Lord) Club, también conocido como The Jim and Tammy Show, y luego PTL Today y Heritage Today. Fue su programa principal en la cadena PTL Satellite Network fundada por Jim Bakker y generaba más de 120 millones de dólares por año en la década del 70. |
1975 | Tammy Faye da a luz a su hijo, Jamie Charles "Jay" Bakker. |
1979 | El PTL es investigado por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) por supuesta malversación de fondos recaudados a través del programa. |
1980 | Se rumorea que Tammy Faye y el productor musical ganador de premios Grammy Gary Paxton tienen una relación amorosa en Nashville. |
6 de diciembre de 1980 | Según Jessica Hahn, cuando tenía 21 años y era secretaria de la iglesia, fue drogada y violada por Jim Bakker y otro predicador, Wesley Fletcher. Roe Messner compró su silencio con fondos de PTL. |
1983 | Se descubre que 350.000 dólares recaudados a través del programa para misiones en el exterior, en realidad se invirtieron en Heritage USA, y que fondos de PTL fueron usados para consumo personal de los Bakker. La FCC abandona la investigación después de que Bakker vende el canal de televisión de su propiedad. Jim Bakker logra usar el incidente para recaudar más fondos por televisión. |
1985 | El Servicio de Impuestos de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) informa que 1,3 millones de dólares de los fondos recaudados para la iglesia fueron usados por los Bakker para beneficio personal desde 1980 hasta 1983, pero no se adopta ninguna medida. |
1985 | Tammy Faye entrevista a Steve Pieters, un pastor gay diagnosticado con sida, y hablan sobre haber hecho pública su orientación sexual, sobre su diagnóstico y sobre la muerte de su pareja. |
1987 | Se revela que se pagaron 287.000 dólares de la organización PTL para comprar el silencio de Jessica Hahn, quien alega que Jim Bakker la había violado en un viaje de negocios a Clearwater (Florida). Jim renuncia a su puesto de director de PTL Satellite Network y Heritage USA. |
1989 | Jim Bakker es imputado, declarado culpable y enviado a prisión por varios delitos de fraude y conspiración, provocando la disolución de The PTL Club. |
1992 | Tammy Faye se divorcia de Jim Bakker. |
3 de octubre de 1993 | Tammy Faye se casa con Roe Messner, el promotor inmobiliario que construyó Heritage USA y muchas otras grandes iglesias. |
1996 | Tammy Faye Messner es diagnosticada con cáncer de colon. |
20 de julio de 2007 | Tammy Faye fallece luego de una larga lucha contra el cáncer de colon. |
LOS OJOS DE TAMMY FAYE está protagonizada por Jessica Chastain (La noche más oscura, El árbol de la vida), Andrew Garfield (Hasta el último hombre, Silencio), Cherry Jones (El cuento de la criada, Succession), Gabriel Olds (Identidad sustituta), Fredric Lehne (El gran showman), Mark Wystrach (Johnny Christ), Sam Jaeger (Parenthood, ¡Shazam!), Chandler Head (El castillo de cristal) y Vincent D'Onofrio (La celda, Hombres de negro).
La película es una producción de Searchlight Pictures y está dirigida por Michael Showalter (Un amor inseparable; Hello, My Name Is Doris), sobre un guion de Abe Sylvia (Muertos para mí, Dirty Girl). Chastain también fue productora de la película, junto con Kelly Carmichael (Nine, Mi semana con Marilyn) a través de su productora, Freckle Films, con Gigi Pritzker (Huérfanos de Brooklyn, El laberinto) y Rachel Shane (Huérfanos de Brooklyn, Sin nada que perder), de Madison Wells. Fenton Bailey, Randy Barbato y Meredith Milton fueron los productores ejecutivos, junto con Jordana Mollick, de Semi-Formal Productions, y Adrian Alperovich, de Madison Wells.
- JESSICA CHASTAIN COMO TAMMY FAYE BAKKER
"No voy a ir para adelante si voy mirando el espejo retrovisor de mi vida."
- Tammy Faye Bakker
Es sabido que cuando Jessica Chastain desarrolla a sus personajes, lleva a cabo una preparación e investigación meticulosas, y convertirse en Tammy Faye no fue le excepción. Estudió a Tammy Faye Bakker durante siete años, llegando a memorizar todos sus gestos e inflexiones vocales de las horas de filmaciones que miró. Michael Showalter se quedó impresionado: "Tiene estándares muy elevados. Su nivel de dedicación, de perfeccionismo y de preparación es extraordinario. El nivel de su actuación, las profundidades a las que está a dispuesta a llegar. Es impresionante trabajar con un actor como ella, porque dan mucho de sí".
Construir un personaje basado en una figura pública muy conocida siempre es un desafío, pero el obstáculo más grande con el que se encontró Chastain fue el de superar la percepción que tenían los demás de Tammy Faye.
"Pasé años mirando filmaciones de ella y nunca vi que se le corriera el rímel -dice Chastain-. Tammy Faye no tenía nada que ver con la caricatura que hicieron de ella los medios. Ella era la pastora ordenada, Jim no lo era. Ella predicaba la aceptación y la compasión, y era sincera. Y eso era lo que yo quería que la gente viera en esta película. Cuando todo el mundo les dio la espalda a las personas con VIH y sida, ella invitó a un pastor conocido gay que tenía sida a su programa. También presentaba los programas de la red Praise The Lord todo el día, escribió cuatro libros y lanzó 24 álbumes. Nunca le pagaron por nada de eso. Ella dio todo su dinero a la iglesia".
Chastain estuvo en contacto estrecho con los hijos de Tammy Faye antes y durante la producción. La hija de Tammy Faye, Tammy Sue, y sus dos hijos, viajaron al plató para la importante escena de la entrevista con el activista de la lucha contra el VIH y el sida Steve Pieters (interpretado por el actor Randy Havens), un pastor gay que habló con franqueza con Tammy sobre su enfermedad, sobre haber hecho pública su orientación sexual y sobre la pérdida de su pareja. Al terminar el rodaje de la escena, los familiares de Tammy tenían los ojos llenos de lágrimas, sorprendidos y conmovidos por la emoción que les produjo la escena. Bailey y Barbato también reconocieron la importancia de la contribución de Tammy a la comunidad LGBTQIA. "La homosexualidad ha sido demonizada muchas veces por la comunidad cristiana. En una época en la que la gente evitaba a los que tenían VIH o sida, Tammy hacía lo opuesto. No creía en etiquetar a la gente. Ella sabía el poder que tenían las cámaras para mirar a la gente a los ojos, a gente de todas partes, y compartir la verdad".
Interpretar a una cantante fue otro desafío para Chastain, cuya experiencia musical previa se limitaba a la universidad. Inspirándose en Tammy Faye, se zambulló de lleno en un área fuera de su zona de confort. "Ella nunca se avergonzaba -añade la actriz-. La gente se deslumbraba con ella porque era única. Usaba su plataforma para abogar por la celebración de nuestras diferencias, y saber eso me hizo más fácil la interpretación". Eso también inspiró a Andrew Garfield para su papel de Jim. "Tammy está muy enraizada en el corazón de Jessica, y eso es extraordinario. Uno la sigue en la lucha por eso, porque ella es tan apasionada y comprometida".
- ANDREW GARFIELD COMO JIM BAKKER
"Recuerden, Dios los ama. Los ama realmente, de verdad."
- Jim Bakker
Desde los comienzos del desarrollo de la película, Showalter y los productores estuvieron de acuerdo en que el actor británico-estadounidense Andrew Garfield (El Sorprendente Hombre Araña, Hasta el último hombre, Nunca me abandones) sería el mejor Jim Bakker. Estaban seguros de que sería capaz de encarnar a un hombre reprimido y sufriente que había perdido su camino, en gran parte debido al abuso y al abandono que había sufrido en su infancia. También pensaban que Garfield tenía las mismas cualidades carismáticas y cautivadoras que fueron las que atrajeron a Tammy Faye, en primer lugar, y a los millones de espectadores, después, que sintonizaban el programa todos los días.
Chastain y Garfield se pusieron en contacto antes del rodaje y comenzaron a enviarse artículos y videos sobre los Bakker el uno al otro, pero el compromiso que ambos tenían con construir la relación entre los personajes no terminó allí.
"Cuando llegamos a Charlotte, en Carolina del Norte, íbamos a la iglesia todos los domingos en Heritage USA -recuerda Chastain-. Se convirtió en un hábito semanal. Veíamos a gente que reconocíamos de haberla visto en documentales, personas que habían trabajado con Jim y Tammy. Fueron generosos y nos brindaron sus conocimientos. Era una manera increíble e inspiradora de comenzar la semana de trabajo".
Garfield, que se crio en Gran Bretaña, no estaba familiarizado inicialmente con la historia de los Bakker, de modo que tuvo una perspectiva neutral de la pareja.
"Sabía que Tammy Faye era un ícono de la comunidad LGBTQ, pero no sabía más nada -dice Garfield-. Es una historia muy estadounidense, incluso el movimiento evangélico es un movimiento muy de Estados Unidos".
A Garfield siempre lo fascinó cómo el ego y el dinero pueden pervertir casi cualquier movimiento espiritual. Jim conoció a Tammy Faye en el North Central Bible College luego de dejar atrás una vida "pecaminosa" como DJ amante del rock y se dedicó a servir a Cristo. Más tarde, cuando él y Tammy fundaron Praise the Lord (PTL), la cadena de teledifusión religiosa más grande del mundo, el éxito que tuvieron y la riqueza distorsionaron la percepción de Jim de su propia fe. Cuando investigaba la decadencia de Jim, Garfield quedó impresionado por la cantidad de predicadores que equiparaban el amor de Dios con la riqueza material en contraposición a la redención en el más allá.
"Jim es en realidad una persona muy complicada -dice Garfield-. Me resultó fácil enamorarme de él. Lo que él y Tammy hicieron fue muy radical. Crearon una alternativa insólita a otras teledifusiones cristianas de la época. Tenían el deseo de sanar a la gente. En lugar de esperar al júbilo en el paraíso, ellos abogaban por la felicidad aquí y ahora. Su desgracia fue que perdió de vista todo eso. Pero su falibilidad me parece fascinante".
Showalter también reconoció la importancia de interpretar a Jim Bakker mostrando todos sus matices. "Andrew le encontró la humanidad a Jim Bakker y nos obligó a todos a no verlo como un personaje bidimensional. Podríamos haber ido por ese camino y estoy muy contento de que no lo hayamos hecho. Andrew creó un personaje increíblemente complicado, con muchos defectos, pero también fascinante".
En 2012, cuando Jessica Chastain protagonizó The Heiress, en Broadway, la aclamada actriz Cherry Jones (La aldea, El cuento de la criada, Succession) pasó a saludarla al camarín. Jones había ganado un premio Tony por el mismo papel, que había interpretado veinte años atrás, y llevó libros y otros materiales de investigación que había usado cuando hizo el papel, para dárselos a Chastain. Profundamente conmovida por el gesto, Chastain quedó con la esperanza de algún día poder trabajar con Jones.
Cuando estaban en el proceso de elegir quien interpretaría a Rachel, la madre de Tammy Faye, una mujer conservadora y profundamente religiosa, inmediatamente pensaron en Jones. Chastain y Carmichael estuvieron encantadas cuando ella aceptó el papel.
"Cherry Jones le imparte mucha emoción y gran empatía a cualquier papel que hace, porque es extraordinariamente talentosa -dice Carmichael-. En el guion, el papel tiene un poco menos de matices, pero Cherry le aporta mucho al personaje. Nos encanta todo lo que está haciendo".
Jones siempre había tenido una debilidad por Tammy Faye. Aunque los Bakker habían llegado a convertirse en un hazmerreír nacional, tenían muchos seguidores devotos que quedaron muy afligidos por su caída. La conexión que Tammy Faye había hecho con su público era genuina.
"Siempre me fascinaron -dice Jones-. Y me preguntaba qué les habría pasado en su infancia que los llevó a convertirse en lo que se convirtieron".
Jones interpreta a la madre de Tammy Faye con mucho honor y con mucho afecto. Sintió compasión por Rachel, que nunca había sido totalmente aceptada por la iglesia, a pesar de su devoción y su compromiso con la fe. Su divorcio del padre de Tammy la convirtió en una perpetua marginada en esa comunidad. Buscando ser aceptada, y para evitar que juzgaran a su hija, Rachel llegó al extremo de prohibirle a Tammy Faye que asistiera a los servicios religiosos de la iglesia.
"Rachel dio mucho a su iglesia y no le dieron nada a cambio -dice Jones-. Su vida hogareña también era inestable. Estaba estresada física y espiritualmente. A lo largo de su vida, temió por el alma de Tammy. Estaba aterrada por la posibilidad de que Tammy no tuviera vida eterna. Estoy encontrando maneras de ablandarla un poco. Ella amaba a su hija, pero su vida era difícil".
Más adelante, cuando fue a vivir con Tammy Faye y Jim durante el pico máximo de su éxito, comenzó a preocuparse cada vez más porque sentía que la personalidad exuberante de su hija, su dogma de la prosperidad y su estilo de vida desmesurado eran la antítesis de sus creencias cristianas. Tammy Faye estuvo profundamente afectada por la desaprobación de su madre y, de alguna manera, Rachel impidió que Tammy Faye se desviara demasiado de sus creencias.
- VINCENT D'ONOFRIO COMO JERRY FALWELL
Jerry Falwell, un agresivamente ferviente fanático de la Biblia, inflexible y conservador, tenía un enfoque grandilocuente del cristianismo, y era la antítesis de los Bakker. Aunque menospreciaba su fe pentecostal, secretamente envidiaba su éxito. Jim lo admiraba y confiaba en él, pero Tammy Faye siempre lo había mirado con recelo, especialmente porque tenía una actitud abiertamente desdeñosa de sus ideas. La confianza que Jim depositó equivocadamente en Falwell finalmente condujo a la expulsión de los Bakker de la cadena Praise The Lord y de Heritage USA.
Chastain, que admiraba desde hace tiempo el trabajo de Vincent D'Onofrio (Hombres de negro, Jurassic World, Ratched), contactó al actor y le preguntó si le interesaría participar en el proyecto. D'Onofrio miró el documental, luego leyó el guion y quedó atrapado con la historia y el papel.
Falwell interpretado por D'Onofrio es un sosegado lobo con piel de cordero vestido de traje oscuro. Aunque simula una amistad con los Bakker, los ve como pueblerinos de Minnesota de clase inferior, y resiente el hecho de que el programa de ellos sea tan importante y llegue a tanto público. Él quiere lo que ellos tienen y sabe que la única manera de obtenerlo es arrebatándoles lo que ellos construyeron.
"Todo ese mundo es raro porque es como el mundo del espectáculo -dice D'Onofrio-. Esos televangelistas son como actores. Y Falwell es una especie de Judas. Se hace amigo de los Bakker, se gana su confianza y luego dice que casi no los conocía. El ascenso de ellos, la traición de él, y la caída de ellos, es todo muy shakesperiano".
- GARY PAXTON y ROE MESSNER
"¡Pst…Tammy está enamorada!".
- PEOPLE MAGAZINE, 1992
Completando el elenco de personajes de la vida real, Mark Wystrach (Golpe de suerte) y Sam Jaeger (El cuento de la criada) se incorporaron al proyecto para interpretar a los otros hombres en la vida de Tammy Faye. Gary Paxton, el cantante y productor musical ganador de premios Grammy conocido por su exitosa canción "Monster Mash", fue interpretado por el cantante de música country de un metro noventa de altura Mark Wystrach, que encarnó al hombre que le dio a Tammy lo que le estaba faltando en su matrimonio. Showalter observó: "Mark realmente entendió que Gary tenía que ser lo que Jim no era. Gary pudo ver otras cosas, vio un lado sensual de Tammy al que Jim no le estaba prestando atención".
Mark, que coincidentemente se crio en la ciudad natal de Paxton, Tucson, sintió que el productor musical tuvo una enorme influencia en la música de Tammy. "El impacto de Gary en la vida de los Bakker fue bastante importante. Lo más importante para ella, en realidad, era la música. Ella ejercía su ministerio a través de la música, y su relación con Paxton grabando discos tuvo un gran impacto en su vida".
El futuro esposo de Tammy, Roe Messner, había estado profundamente involucrado en los asuntos de los Bakker, financieros y extramaritales, desde los comienzos de Praise the Lord. No solamente fue el promotor inmobiliario que construyó Heritage USA, sino que muchas veces trabajaba en secreto para los asuntos financieros de Jim. Fue Messner quien sobornó a la secretaria de la iglesia Jessica Hahn para encubrir las infidelidades de Jim Bakker.