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Cintia

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La favorita del Rey, fecha estreno Argentina película francesa 2023 con Maiwenn y Johnny Depp, sinopsis, reparto, ficha Jeanne du Barry

SINOPSIS Jeanne Vaubernier, una mujer de clase trabajadora decidida a ascender en la escala social, utiliza sus encantos para escapar de su condición de pobreza.

C’mon C’mon Siempre adelante, película 2022 con Joaquin Phoenix, sinopsis, reparto, ficha, director

SINOPSIS

Johnny (Joaquin Phoenix) y su joven sobrino (Woody Norman) forjan una relación frágil pero transformadora cuando se ven obligados a estar juntos de manera imprevista en esta historia delicada y conmovedora del guionista y director Mike Mills sobre las relaciones entre los adultos y los niños, el pasado y el futuro.

C'mon C'mon, de Mike Mills, es una oda a la relación entre los adultos y los niños. Es la historia de un hombre de mediana edad que aprende a cuidar a un niño por primera vez, ambientada en un marco panorámico de las ciudades y los problemas estadounidenses del siglo veintiuno.

Es la historia de un adulto que aprende a abordar las necesidades, las preocupaciones y las alegrías de un niño con total respeto. Aprende que son diferentes, pero no inferiores a las de un adulto. Johnny y Jesse se ven obligados a estar juntos en un momento de crisis en su familia y en el mundo.

El tiempo que pasan juntos es un viaje fugaz pero transformador que cambia la manera en que se ven el uno al otro y a sí mismos. A medida que viajan por los Estados Unidos, los altibajos de esta odisea personal y pública se expanden y se convierten en una brillante reflexión sobre el amor, la crianza, los recuerdos y cómo seguimos adelante a pesar de que no tenemos idea de lo que viene.

Joaquin Phoenix es Johnny, un periodista radial trabajador que entrevista a jóvenes de todo el país sobre el futuro. De pronto, sus planes se tuercen a raíz de una crisis familiar en la que su hermana (Gaby Hoffmann), que es separada, necesita que cuide a su hijo, Jesse (Woody Norman). Johnny tiene muchas razones para querer apoyar a su hermana, pero no tiene experiencia en el cuidado de niños y menos aún en el de uno tan inteligente y perceptivo como Jesse.

Es una situación cargada de emociones y a menudo graciosa que Mills transforma en una exploración muy personal de un hombre que se enfrenta al profundo desafío y al absorbente mundo de la crianza, con todas sus dificultades y maravillas. Durante los momentos encantadores, los momentos tristes, las noches en silencio y los días asombrosos, Johnny y Jesse hallan una confianza vacilante pero transformadora. Se alientan para ser pacientes ante la ansiedad, para decir lo que no podía decirse, para no evadirse.

A medida que la relación se profundiza, esta historia, que consta de pocos personajes y está contada con delicadeza, se amplía y toca otros temas más importantes: la interconexión que hay entre nosotros, qué le debemos al futuro, qué recordamos, con quién recordamos nuestro pasado y de qué manera el hecho de cuidarnos unos a otros se convierte en una forma de sanar cuando nos aventuramos a lo desconocido.

Mezclando perspicacia y ternura en cada elemento-con su combinación de fotografía clásica en blanco y negro, inmersiones vívidas en las ciudades estadounidenses, actuaciones muy convincentes y entrevistas sin guion con jóvenes estadounidenses de la vida real-, C'mon C'mon es la película de Mills que más juega con la fotografía y de mayor alcance hasta la fecha.

FECHA DE ESTRENO

EN SALAS DE CINE DE ARGENTINA

7 ABRIL 2022

  • Hacer que la producción sea real

Siguiendo las reglas de las películas de carretera, C'mon C'mon se filmó en orden cronológico. El principio rector era que tuviera un toque ligero, no invasivo y, en palabras de Mills, "que el mundo real se reflejara en la película lo máximo posible". La mayoría de las locaciones eran prácticas, no cerradas al público e incluso las casas utiilizadas eran las de viejos y nuevos amigos, lo cual sumó un poco más a la sensación de familia. No hubo peinadores ni maquilladores y hubo muy poca dirección de arte en sí.

La Nueva York de la película es un barrio de Nueva York. Se filmó principalmente en una parte de Chinatown, cerca de Canal Street. "Intentamos tratar el lugar de una manera coherente", explica Mills. "Entonces Johnny y Jesse caminan cerca de su departamento. Sin embargo, la energía de Chinatown es muy potente. En general, te haces una idea de Nueva York".

Ryan acota: "Manhattan es eternamente cinematográfica y siempre anhelas hacerle justicia. No obstante, siempre te da más de lo que imaginaste. Incluso para una producción pequeña, hay muchos obstáculos para filmar en Nueva York, pero poder rodar en lugares clásicos vale la pena".

Para la parte de Nueva Orleans, Mills no apuntó a lo que ven los turistas, sino a lo que valoran los residentes de muchos años. "Hay un sentimiento de unión encantador en Nueva Orleans que es muy específico de la ciudad y eso es lo que quería en la película", comenta.

La galardonada artista Jackie Sumell y la psicológa y autora Lori Tipton ayudaron a conseguir la locación en Louisiana. Sumell es conocida por trabajos que se encuentran en la intersección entre el arte y el activismo, como Solitary Gardens (Jardines solitarios), un proyecto público de escultura que construye parcelas de jardín del tamaño de las celdas de cárceles, las cuales fueron diseñadas por presos. Le prestó a la producción su casa en el séptimo distrito y le presentó a Mills a Sunni Patterson, poeta, cantante y activista local que se convirtió en un personaje de la película. Dice Patterson de la producción: "La palabra que surge es hospitalidad, palabra que refleja la energía de Nueva Orleans. Llegaron a la comunidad con una energía muy acogedora, con ganas de comprender".

Mills reconoce el trabajo que hizo la diseñadora de producción Katie Byron para que las locaciones auténticas locales de la película respiraran. (El único set diseñado desde cero fue el departamento de Johnny). "Como estábamos filmando en la calle o en casas de habitantes, Katie tenía que ser una embajadora, lo cual fue clave para la película. Buscamos lugares que ya tuvieran toda una vida a la que pudiéramos incorporar a nuestros personajes. Katie hizo eso con excelencia al tiempo que mejoraba todo lo suficiente como para que fuera cinematográfico".

  • Sonido, música y edición

Aunque la banda de sonido de C'mon C'mon va, al estilo de Mills, de Mozart a Wire al pianista etíope Emahoy Tsegué-Maryam Guèbrou, la música fluye como un trasfondo más delicado de sintetizadores y clarinete. Mills convocó a los hermanos gemelos Aaron y Bryce Dessner, conocidos por fundar la banda de rock The National y con quienes colaboró hace poco en una película de 25 minutos a la que le puso la música del álbum "I Am Easy to Find".

"Aaron y Bryce suelen trabajar de una manera muy sutil, minimalista y delicada", describe Mills. "Atravesamos un proceso largo que implicó explorar muchos lugares que, en última instancia, no funcionaron, pero teníamos que encontrar un sonido delicado, una melodía y un conjunto de acordes particulares que realmente sostuvieran el mundo emocional específico de Johnny y Jesse. Y queríamos crear algo que, en especial para las entrevistas, no fuera demasiado intenso o determinante, que solo les diera espacio. Sin embargo, en las escenas de Johnny y Jesse, la energía de la música se vuelve delicada, vaporosa, íntima".

Además, la música tenía que fundirse con el omnipresente mundo del sonido de la película. El diseño del sonido es clave para la narrativa al igual que la imagen, en especial porque el placer exploratorio de grabar en las calles se transforma en un vínculo compartido para Johnny y Jesse. "Hay muchísimo sonido en esta película", agrega Mills. "Hay muchos efectos sonoros y siempre hay un sonido de fondo importante para todo lo que está sucediendo".

A Mills le llevó un año (el año de pandemia, que también incluyó las clases virtuales por Zoom de su propio hijo) editar la película con la editora Jennifer Vecchiarello. Le gusta filmar muchas variantes, lo cual lleva a tomar muchas decisiones. "Por ejemplo, para la escena de la pizza, realizamos muchísimas tomas con diferencias muy sutiles y mininarrativas, a veces, el trabajo era más de edición de un documental", cuenta. "Ese es el desafío de la edición. Al haber tantos momentos interpersonales, también había muchos caminos abiertos que podíamos tomar".

No obstante, cada bifurcación del camino aportaba más claridad al viaje de Johnny y Jesse, y por extensión lógica, a la propia experiencia de Mills como padre, como recopilador de historias, como persona que piensa sobre las generaciones venideras. En cierto sentido, al permitir que el proceso de filmación sea un acto de descubrimiento, Mills le da al público la oportunidad de hacer lo mismo. Dice Mills: "Me gusta que, incluso durante el transcurso de la edición, tuve un punto de vista de la película que no tuve un año atrás. Me gusta cuando aprendes constantemente nuevas cosas sobre la historia que estás contando, incluso cuando lo estás haciendo".

  • Mike Mills

Mike Mills había realizado antes una película inspirada en su padre (Beginners, así se siente el amor) y una película inspirada en su madre (Mujeres del siglo XX). En C'mon C'mon, cuenta una historia que, en cierto modo, está más cerca de su experiencia de vida: una historia que ahonda en la riqueza, que casi nunca se explora, y en la complejidad de la relación entre los adultos y los niños. Al mismo tiempo, sondea un tema más global: la idea de que el futuro-de nuestra vida y el de la sociedad en general-depende de cómo nos comunicamos.

En el 2014, Mills tuvo un hijo con Miranda July. Para él, fue una transición que lo desorientó al instante y luego fue lentamente reveladora (no muy diferente de lo que experimenta Johnny en C'mon C'mon), si no casi inesperada. Mills sabía que quería explorar lo que estaba pasando. Sin embargo, a su modo, este guion se transformó en una especie de autoficción: un relato propio sincero y muy subjetivo; uno que transcurre dentro de una familia ficticia y que tiene un sinnúmero de influencias de su entorno, como las películas, la música, los libros y las personas que lo inspiraron además de los ritmos y las texturas de la cultura en que vivimos ahora.

"En C'mon C'mon, quise jugar con balanzas opuestas", dice Mills. "Por un lado, la película se trata de pequeños momentos: bañar a un niño, hablar antes de la hora de irse a la cama. Por otro lado, viajas a grandes ciudades, escuchas a los jóvenes hablar sobre su futuro y el futuro del mundo, de modo que la historia íntima transcurre en el contexto de una mucho más grande. Me suele pasar lo mismo con mi hijo: el tiempo que pasamos juntos es muy privado, pero las grandes cuestiones de la vida están allí presentes".

Mills está fascinado por la relación generalizada entre el mundo pequeño e individual de cada persona y el mundo grande en que el vivimos todos juntos. Para él, se entrelazó la escritura sobre los miedos más personales y los triunfos más íntimos de la crianza con la documentación de parte de la gran complejidad de la vida de los jóvenes a principios del siglo veintiuno en Estados Unidos, ya que los hijos heredan los peligros de nuestros tiempos de adultos desconcertados.

Se le ocurrió esta película de carretera como la estructura ideal para plasmar esa combinación. No pudo evitar pensar en una película que le encanta, Alicia en las ciudades, dirigida por Wim Wenders, la historia de un periodista alemán que viaja con una joven cuando su madre desaparece. "Al principio, pensé en C'mon C'mon como un riff de Alicia en las ciudades", dice Mills, "porque, como Wenders, quise explorar un personaje infantil como una criatura con voluntad, preocupaciones, deseos y miedos que son tan válidos como los de cualquier adulto."

Sin embargo, enseguida la historia despegó en su propia dirección. Mills creó el personaje principal de Johnny como un periodista radial contemporáneo, un hombre dedicado al arte de escuchar, pero tal vez un poco fuera de tiempo. La ocupación de Johnny está inspirada en la vida de Mills. En el 2014, realizó un documental para el MoMA, A Mind Forever Voyaging Through Strange Seas Alone, en el que niños de Silicon Valley imaginan cómo podría ser el mundo tecnológica, ambiental y personalmente. Johnny hace una serie radial parecida, viaja a diferentes ciudades para hablar con un amplio espectro de niños sobre sus alegrías, miedos y esperanzas.

Claramente, Johnny no es el homólogo preciso de Mills. Es estrecho de miras, incluso está solo por voluntad propia, separado de su hermana y de su novia hace mucho tiempo. No prevé cómo afectará su vida el hecho de cuidar a Jesse. Sin embargo, en lo que Mills se centra es en cuán liberador es para Johnny, en cómo revela ciertas cosas que él no había visto de sí mismo y en cuán sanador es cuidar a este niño.

Mills eligió escribir sobre un tío en parte porque fue una forma de sumir a un personaje desprevenido en la intensidad de la crianza literalmente de la noche a la mañana. "Johnny debe aprender todo lo que un padre aprende, pero muy, muy rápido", dice. "Como padre, descubrí que uno siente que siempre es una persona novata que trata de seguir el ritmo mientras las cosas cambian. Esta película fue una manera de recrear esa confusión, esa sensación de que uno no está del todo listo para lo que está sucediendo. Desde luego, no es necesario ser padre biológico para experimentar eso. Puedes ser un tío, una tía, un maestro o un cuidador".

Mills se sintió atraído a transmitir la relación estrecha entre un niño y un adulto -con todas las complicaciones, los diversos móviles y las explosiones de asombro que se encuentran en cualquier relación importante- desde los dos puntos de vista. "Con un niño siempre hay un intercambio constante del que rara vez hablamos", dice Mills. "Puede ser tan ligero como el juego, pero luego puede ser tan profundo como cualquier relación que hayas tenido con un adulto".

Un tema recurrente en el trabajo de Mills es los recuerdos, las cosas que persisten, las cosas que extrañamos y ese particular presentimiento de que esos momentos de dicha tan difíciles de conseguir se nos van a escapar de las manos inevitablemente. En C'mon C'mon, Johnny tiene la sensación imperiosa de que necesita captar de alguna manera lo que está sucediendo con Jesse, aun cuando lo único que tiene para hacerlo es la voces de ellos.

A medida que escribía el guion, Mills se dio cuenta de que, en última instancia, este dependería de dos actores que iban a llevar los papeles a lugares que él no podía prever. Eso es exactamente lo que sucedió cuando Joaquin Phoenix y Woody Norman entraron en escena. De pronto, Mills estaba captando el compañerismo que se desarrolló de manera inmediata y emocionante en las salas y en las calles donde estaba filmando.

"Lo que comenzó como mi intento de documentar y pensar en mi vida con mi hijo se convirtió también en un retrato de la relación que entablaron Joaquin y Woody", agrega Mill. "Realmente intenté captar eso y dejé que la cámara lo captara. Y eso es lo que más me entusiasma como director: cuando las cosas cobran vida y son impredecibles y sorprendentes".

  • Joaquin Phoenix/ Johnny

Elegir a Joaquin Phoenix como Johnny no fue un proceso típico para Mills. En cambio, fue un camino no lineal que consistió en hablar y explorar, luego hablar y explorar más. Representaron el guion juntos de principio a fin y Mills hizo todos los papeles, excepto el de Johnny. "No soy actor y fue bastante intimidante", se ríe Mills. "Pero a Joaquin le gusta experimentar las cosas".

Durante mucho tiempo, Mills no estaba seguro de si Phoenix aceptaría el papel. No obstante, una vez que lo hizo, se dieron cuenta de que sus instintos estaban muy alineados. "A Joaquin no le gusta que se note que es una actuación y, cuanto más verdadera es, mejor puede interpretar su papel y ser libre", describe Mills. "Entonces trabajar con él fue construir una situación en la que esas emociones fluyeran naturalmente". A medida que hablaban sobre cada diálogo, Phoenix se convertía en el confidente de Mills. "Joaquin tiene un superradar para detectar errores y me ayudó a tomar conciencia cuando algo sonaba raro o los diálogos eran expositivos. Fue un gran compañero y amigo. Siempre trataba de ver cómo podíamos mejorar la película, que fuera más específica y real".

En el set, a Mills lo maravillaba la transparencia emocional de Phoenix, su capacidad para derribar cualquier barrera entre su mundo interno y la cámara. Su trabajo en la película fue diferente para Mills; sin duda, un marcado contraste con los personajes solitarios irritables y marginados que interpretó en The Master and Joker. "Creo que esta película es terreno nuevo para Joaquin", comenta Mills. "Puede ser el tipo de actuación más difícil cuando no estás transformando algo en ficción, sino reflejando comportamientos cercanos a quien eres de una manera natural".

Phoenix comenzó por zambullirse en el arte de Johnny, las entrevistas tranquilas que realiza por todo el país con Jesse a cuestas en las que escucha atentamente a los entrevistados. "La radio es un forma de comunicación casi nostálgica. Sin embargo, me interesó que Johnny la usara para hablar sobre el futuro a personas que tal vez no tengan un futuro", agrega Phoenix.

Estudió detenidamente el trabajo de Studs Terkel, el pionero de la historia oral que rompió el molde de la transmisión formulando las preguntas más importantes sobre la vida a trabajadores comunes. Además, Phoenix escuchó a Scott Carrier, conocido por sus artículos en los programas This American Life y All Things Considered de NPR. Comenzó su carrera yendo de aventón por todos los Estados Unidos con una grabadora portátil.

Así y todo, su principal influencia fue su compañera Molly Webster, que hace de Roxanne, la colega de Johnny, pero, en la vida real, es más conocida como la corresponsal sénior de Radiolab de WNYC. "Molly tiene esa capacidad, estar en la misma sala que ella te hace sentir cómodo al instante. Tiene una curiosidad genuina por el otro y, si bien usa notas, no las utiliza mucho porque está realmente prestando atención a lo que se está diciendo", observa Phoenix. "Aprendí mucho de eso".

Luego de pegarse a Molly en algunas entrevistas en Los Ángeles y aprender a usar el equipo de sonido, Phoenix comenzó a forjarse sus pequeñas aventuras propias. "Quería comprender cómo funciona y fue muy bueno en esto", expresa Mills. "Joaquin prefería hablar sobre otras personas a hablar sobre sí mismo y siguió su propio camino para descifrar cómo conectarse con los niños".

Una vez que estaba realizando las entrevistas reales en la película, Phoenix afirmó: "Quería estar lo más presente posible para escuchar de verdad a estos jóvenes y no condicionar lo que decían de ninguna manera. Me sorprendió lo cómodos que estaban". Mike comprendió que a los jóvenes rara vez se les hace preguntas importantes, de manera que estaban dispuestos a hablar sobre cualquier cosa y eran muy inteligentes, honestos y considerados. Parte de la genialidad de Mike en la película fue permitir que estas voces reales y sin filtro sean escuchadas.

Phoenix se compenetró tanto en el papel que le preguntó a Mills si podía comenzar a experimentar y grabar a Johnny mientras conversaba sobre su día con Jesse cuando estaban en la cama. En última instancia, esto agregaría una subcapa de descuido a la película. "Te escuchas de manera diferente cuando sostienes un micrófono", observa Phoenix. "Fue una oportunidad para que Johnny verbalizara sus pensamientos más privados".

Estos momentos introspectivos, de confesiones abiertas fueron el contrapeso de las escenas pícaras y llenas de emoción entre Phoenix y Norman. Si bien Mills escribía como padre, Phoenix explotó la idea de que un tío era casi un figura paterna, pero no del todo. "Un tío es más un amigo", manifiesta. "Pero creo que hay algo en la película que da la idea de que todos somos responsables de los niños en términos del mundo que les dejamos y las medidas que tomamos, incluso si no eres padre. Hay algo muy interesante respecto de la idea de que protegiendo a los niños nos convertimos en personas más curiosas y abiertas".

Phoenix observó a Mills todo el tiempo. Aunque Johnny no es una réplica directa, la influencia es evidente. "Literalmente, me puse en sus zapatos para componer a Johnny", se ríe Phoenix, "y me inspiré en su cabello. Honestamente, creo que, cuando una película es tan personal, siempre tratas de obtener información del guionista. Mills tiene una calidez y una sensibilidad que influye en el personaje. Es alguien a quien lo afecta lo que observa en el mundo y siente de una manera intensa".

Además, esa calidez y sensibilidad fue algo que Phoenix sintió en el modo en que Johhny encaja en el mundo de la película. "Lo que se destaca de Mike es cuán equilibrado y justo es con cada personaje", afirma Phoenix. "Johnny podría haber sido fácilmente el personaje más comprendido, pero Mike es igual de curioso respecto de todos los personajes y cada persona está plenamente viva, es compleja y tiene su propio punto de vista".

  • Woody Norman/ Jesse

Las historias de niños en el cine han sido, en su mayoría, historias de inocencia o frivolidad. Sin embargo, hay otras historias de películas que no consideran la infancia un estado mental menos complicado que el de la adultez, sino solo diferente. A eso apuntó Mills con Jesse, quien, a sus nueve años, lleva una vida que, sin duda, tiene encanto y diversión alocada, pero también puede ser compleja, exasperante y tan difícil de manejar como la de un adulto. Jesse es, como dice su madre, "un ser humano completo". El tema era encontrar un actor joven que le permitiera a la cámara captar sus emociones caóticas pero muy profundas. Jesse debía tener tantas aristas como Johnny. Al igual que Johnny, es un poco solitario por naturaleza. Al igual que Johnny, lo motiva la curiosidad y todos sus riesgos. Y al igual que Johnny, está lidiando con su familia, en especial mientras su madre está ocupada ayudando a su padre, que padece trastorno bipolar, a superar un momento de crisis.

"Quería un niño que no solo fuera encantador, lindo y pícaro, sino que tuviera muchos matices de sombras", explica Mills. "Recuerdo que, al principio, Joaquin no paraba de preguntarme '¿Quién es el niño? Vas a necesitar un niño fuera de lo común para esto'".

A medida que Mills reducía la lista de posibles actores, Phoenix comenzó a tener lo que eran, básicamente, sesiones de juego improvisadas con los principales competidores, incluso Norman. "No funcionó de inmediato, pero había algo allí, de manera que reprogramamos el vuelo de Woody para que pudiera volver el día siguiente", recuerda Mills. "Fue entonces cuando le pregunté a Woody a qué solía jugar con su hermano y me respondió que a la lucha libre. Joaquin comenzó a luchar como ese gran personaje que lucha al estilo de la Federación Mundial de Lucha Libre y así empezaron".

Norman creció en el Reino Unido y saltó a un primer plano en la popular serie Poldark de la BBC. Nunca había actuado en una película, pero Mills intuyó que tenía la fortaleza. "En un gran sentido, el objetivo de Woody no es agradarte. El objetivo de Woody es hallar lo que le parece verdadero y real. Es seguro, pero no es particularmente reverencial," Mills reflexiona, "por lo cual se parece mucho a Jesse".

Sobre todo, Norman demostró un talento desconcertante para meterse en las escenas, lo hacía con tanta intensidad que podría desaparecer. "A veces, me pregunto si Woody es consciente de que hay una cámara. Tiene la capacidad inusual de zambullirse y quedarse ahí", dice Mills. "Hay muchos momentos en los que Jesse no está hablando con nadie y, sin embargo, está presente y vivo de una manera extraordinaria".

Norman se identificó con Jesse, aunque no por su amor por la música clásica, ya que él es fanático del heavy metal. En particular, le gustó que Jesse es un típico niño moderno que tiene muchas cosas en la cabeza. "Lo que más me gusta de Jesse es que lo veo mitad niño y mitad adulto", explica Norman. "Parece un niño, pero tiene pensamientos muy adultos, que los niños de verdad tienen".

Además, el guion le ofreció un péndulo emocional que es raro observar en papeles de su grupo etario. "En el lapso de algunos minutos, hay diversión, tristeza, felicidad y enojo", observa Norman. "Y creo que así son verdaderamente las relaciones humanas".

Phoenix apodó a Norman "el factor X" porque se salía del guion. "Es un niño social, muy inteligente y comiquísimo", lo describe Phoenix. "Se le ocurrían cosas que eran impresionantes, improvisaciones que eran muy personales y experimentadas y sugirió la historia completa del personaje".

Eso despertó nuevas reacciones en Phoenix también. "Siempre estoy tratando de volver al tipo de actuación que realizaba cuando era niño porque eres muy libre, no eres afectado o no eres muy consciente de que tienes una imagen en particular. Fue hermoso ser testigo de eso", manifiesta. "Woody fue un referente en muchos sentidos. Nada lo confundía. En mi caso, hace tanto que hago esto que es fácil quedarse atascado en patrones. En cuanto a él, no cometía errores".

Para Norman, trabajar con Phoenix no fue algo que lo intimidó. Más que nada vio la oportunidad de aprender y la aprovechó. "Joaquin me enseñó mucho", agrega y tal vez le hace el mayor cumplido al decirle: "Pienso en Joaquin como alguien de mi edad".

Las características físicas de Jesse se le presentaron espontáneamente a Norman, incluso la mímica que es parte de su estilo de relacionarse. "Se produjo naturalmente", recuerda Mills, "de manera que comencé a incorporarla. Woody es un muy bueno para improvisar con muy pocas instrucciones, como sucedió en la escena con Scoot McNairy, que hacía de su padre, en la que Woody hace mímica todo el día que pasa con él y lo transforma en un momento inolvidable".

Asimismo, Norman pudo introducirse con mucha naturalidad en la vida imaginaria de Jesse (que es vívida y psicológicamente compleja), incluso en el juego en el que simula ser un huérfano. A Mills le gustó evocar estas partes de la niñez que "a veces son muy extrañas, pero también son absolutamente normales", manifiesta. Sin embargo, los detalles específicos del huérfano provinieron de Aaron Dessner, que compuso la música para C'mon C'mon con su hermano gemelo Bryce. "Cuando Aaron me contó lo que hacía su hija, mi primera reacción fue 'Guau, ¿puedo usar eso?'", se ríe Mills.

El director resume: "Woody y Joaquin desarrollaron un vínculo poderoso, ves que su propia relación y cercanía se desarrollan en tiempo real. No fue algo fingido y llevó a momentos en los que Woody de pronto apoyó la cabeza en el estómago de Joaquin en Nueva Orleans. No le dije que lo hiciera. Estaban totalmente conectados".

  • Gaby Hoffmann/ Viv

Uno de los personajes más resonantes en C'mon C'mon es uno que la mayor parte del tiempo está en la periferia de la acción: la madre de Jesse y la hermana de Johnny, Viv. Por más que Viv no esté físicamente con ellos, su presencia siempre se siente, ya que intenta unirlos a la distancia.

Mills consideró a Viv la encarnación de una frase que se usó en la película basada en el libro de Jacqueline Rose Madres: Un ensayo sobre la crueldad y el amor. "Las madres son el chivo expiatorio de nuestras frustraciones personales y políticas, de todo lo que está mal en el mundo, lo cual se convierte en la tarea -desde luego, irrealizable-que ellas deben reparar". Él quería rendirle homenaje a ese rol que se puede marginar e idealizar, pero siempre es esencial. "Mi experiencia como padre es que aprendí más sobre el tema a partir de mi esposa y de las otras madres que conozco", afirma.

Mills observa que el personaje, casi por necesidad, contiene características de Miranda July. "Hay un poco de Miranda en Viv en el sentido de que es muy inteligente y tiene su propia vida, pero también tiene una relación profunda, casi espiritual, con la maternidad de la cual Johnny, como hombre, está aprendiendo".

Para evocar totalmente la mezcla de contradicciones y perspicacia en el personaje, Mills recurrió a Gaby Hoffmann, actriz que ganó tres premios Emmy por su trabajo en Transparent y Girls. Creía que ella era esa persona poco común que, principalmente mediante una serie de conversaciones telefónicas lejanas, podría ser el alma de la película.

"Gaby siempre fue mi primera opción", dice él. "Es una actriz inteligente, auténtica y que sorprende todo el tiempo. Siempre soñé con poner a Joaquin y Gaby juntos. En primer lugar, parecen familiares y sospeché que congeniarían".

Así resultó una vez que, en efecto, se conocieron. Todos acordamos que podría ser interesante que los dos estuvieran separados hasta que se filmara la escena en que Johnny toca el timbre de Viv. Esto implicó tener que esconderse durante la preparación, lo cual fue divertido. "Cuando Joaquin y yo por fin nos conocimos, tuvimos una familiaridad casi mágica y una energía de hermano‑hermana desde el principio", cuenta Hoffmann. "También tenemos un enfoque similar con respecto a la actuación, que, en realidad, no puede describirse porque no es exactamente un proceso, pero ambos sabemos cuándo está presente. Gran parte de quién es Viv en la película se pone en evidencia por lo que comenzó a existir naturalmente entre Joaquin y yo".

Phoenix agrega: "Viv y Johnny se están conociendo de nuevo, de modo que Gaby y yo dejamos que nuestra relación evolucionara sin la necesidad de definirla. Me impresionó mucho como actriz y sentí que la conocía desde hacía mucho tiempo. Es simple, autocrítica y audaz".

Hoffmann recuerda el inconfundible amor por Viv que Mills demostró cuando ellos se conocieron, lo cual la motivó. "La forma en que Mike hablaba sobre Viv y sobre los vericuetos de la relación con su hijo, su esposo y su hermano era dinámica, muy conmovedora y, claramente, provenía de un sentimiento profundo en él", comenta. "Como madre, podía ver cuánto de Mike había en la historia y quería ser parte de esta".

Hoffmann también adoptó la fascinación de Mike con todas las expectativas contradictorias puestas en las madres y la manera en que las mujeres reales tratan de manejarlas. "Viv se dedica a su hijo en un ciento por ciento, pero, al mismo tiempo, se ocupa de vivir su propia vida (y hacer que estas dos cosas funcionen). Ella no cree que toda su persona debe ser subsumida por la maternidad", acota Hoffmann. "Viv cree que puede ser intelectual, una buena compañera, hermana y, por supuesto, madre, pero no de una forma sacrificada. Y tienes la sensación de que esto es lo que la lleva a criar a Jesse de esa manera: como alguien que piensa lo que significa ser una persona en el mundo".

Observar que su hermano intenta hacer lo mismo es estimulante para Viv, en especial porque se da cuenta de que Johnny necesita esto tanto como Jesse. "Viv comprende mucho antes que Johnny que el tiempo que va a pasar con Jesse, con todos sus padecimientos y alegrías, va a ser un gran regalo para él", observa Hoffmann.

La renovada capacidad de hablar de la familia desemboca en un concepto más amplio: los jóvenes que hablan francamente sobre el mundo y las vidas que se encuentran frente a ellos. "Para mí, la película es sobre cómo nos cuidamos unos a otros, ya sea en el núcleo de nuestra familia o en nuestra familia humana", sintetiza Hoffmann. "Hay dos preguntas que penden sobre la historia y son '¿Quién va a cuidar de estos niños que son nuestro futuro? ¿Cómo nos vamos a cuidar unos a otros, tengamos 9 años o 50?'".

  • Entrevistas

Mientras va construyendo una relación estrecha con Jesse, las entrevistas de Johnny abordan preguntas importantes sobre cómo será la vida en el futuro: ¿Cómo será la naturaleza? ¿Cómo cambiará tu ciudad? ¿Serán iguales las familias? ¿Qué recordarás y qué olvidarás? Las respuestas, que suelen ser sorprendentes, se transforman en una especie de película dentro de la película, enclavadas dentro de la historia de Johnny y Jesse.

Mills tuvo este concepto desde el principio. "Sabía que quería momentos sin guion con niños reales. Fue importante para mí no usar la parte documental solo para ayudar a contar la historia de Johnny y Jesse. Debía cobrar vida según sus propios términos y darles un lugar de expresión a las personas maravillosas que conocimos.

En primer lugar, Mills trazó el mapa de la película: de Los Ángeles a Nueva York, luego a Detroit y después al sur, a Nueva Orleans. "Me gustaba que estas ciudades eran del este, oeste, norte y sur", aclara él. "Y hay razones por las cuales elegí cada ciudad. En Nueva York, hablamos con hijos de inmigrantes porque muchas generaciones vinieron a Nueva York en busca de una nueva vida. Detroit es la ciudad industrial de los autos que una vez representó el futuro de los Estados Unidos, futuro que concluyó antes de lo que pensábamos. Y Nueva Orleans sabe que algunos barrios estarán bajo agua, lo cual veremos en vida. Además, es un lugar con una historia hermosa y desgarradora".

Para hallar a los entrevistados, el productor (y periodista radial) Kaari Pitkin pidió ayuda a tres directores de escuelas públicas sobresalientes de las ciudades: MS 131 (también conocida como Dr. Sun Yat Sen Middle School), en Hester Street en Nueva York; Boggs School en Detroit y Homer Plessy Community School en Nueva Orleans, una escuela primaria innovadora ubicada en el barrio francés.

Mills señala que "una de las cosas que aprendí como padre es la importancia de los maestros" y, para él, significó mucho dar a conocer escuelas que estaban llevando a cabo la tarea de estimular el cambio en la comunidad. Los mismos niños fueron a menudo revelaciones. "Muchos de los niños que ves están pasando por situaciones difíciles", cuenta, "y nos conmovió mucho lo dispuestos que estuvieron a hablar".

Molly Webster menciona temas que, con frecuencia, cobran relieve: el cambio climático, la comunidad y el medio ambiente. "Pero lo más interesante fue con cuánta resiliencia estos niños abordan el mundo. Cuando escuchas sus preocupaciones sobre el futuro, sientes la responsabilidad de hacer las cosas bien", manifiesta.

Los niños reaccionaron de distintas maneras cuando Phoenix los entrevistó. Algunos no se dieron cuenta de que era una estrella de cine. Otros decían enseguida: "Ah, eres el guasón". Sin embargo, Mills acota: "Joaquin tiene el poder de crear un espacio en el que no es una estrella y dice 'OK, solo estoy hablando contigo'".

Además, a Mills le gustó la interacción de agregar las entrevistas a los diversos canales de comunicación que usan Johnny, Viv y Jesse, de hablar por teléfono a enviar mensajes de texto, de susurrar a gritar, de simular a confesar algo. "Lo que más me suele interesar es el hecho de que la gente trate de contar a otras personas quiénes son", afirma, "y las entrevistas abren otro canal de comunicación más".

En Nueva Orleans, uno de los entrevistados fue un niño de 9 años llamado Devante Bryant, quien, después de la producción, en el verano del 2020, murió a causa de una bala perdida mientras estaba sentado en una esquina del séptimo distrito. Mills le dedicó C'mon C'mon. "Devante fue un niño muy inteligente, fuerte, gracioso y valiente. Su fallecimiento fue una tragedia para la comunidad de Nueva Orleans, que fue tan generosa con nosotros. Fue muy triste y sentimos que teníamos que hacer un reconocimiento por su presencia y su muerte".

Si C'mon C'mon es una película que juega con los contrastes -familia y mundo, juventud y vejez, grandes interrogantes y preguntas insignificantes-, el contraste también radica en el centro de su estilo visual. Al principio, Mills tenía la idea de filmar en blanco y negro, crear una ambientación en la que el realismo y el mito se enfrentaran. La escala de tonalidades pareció captar enseguida la energía de las grandes ciudades, la melancolía que a veces sienten Johnny y Jesse y el brillo de esos momentos que solo pueden percibirse como recuerdos.

"Siempre concebí la película como una fábula entretejida con cualidades de los documentales", afirma Mills. "El blanco y negro funciona para ambos géneros. Es íntimo, pero también te da más espacio, saca a los personajes del contexto temporal, hace que tomemos distancia de lo cotidiano y convierte la imagen en algo similar a un dibujo".

Además, a Mills simplemente le encantan las películas en blanco y negro. No solo estaba pensando en Alicia en las ciudades, sino en otras películas con una toma en blanco y negro más enérgica en vez de austera, como Disparen sobre el pianista de Francois Truffaut, Los amores de una rubia de Milos Forman, Luna de papel de Peter Bogdanovich e I Findanzati de Ermanno Olmi. También tuvo en cuenta los pequeños bosquejos de Pierre Bonnard, el pintor posimpresionista obsesionado con la luz, en los que utilizó la técnica del claroscuro. "Quería esa sensación de franqueza rápida y gestual, esa inmediatez, como el dibujo de Bonnard de su esposa en la bañera".

El director de fotografía, Robbie Ryan, fue nominado a los Premios Óscar por la estética opulenta y estilizada de La favorita, la película de Yorgos Lanthimos. No obstante, es más conocido por el realismo de Dulzura americana y Fish Tank, de Andrea Arnold, así como por varias películas neorrealistas de Ken Loach, incluso Daniel Blake, que ganó un premio Palma de Oro.

En esta película, Ryan mezcla interiores vividos y paisajes urbanos cotidianos con un sentido superpuesto de lo panorámico. El buen ojo que tiene Ryan para el naturalismo no forzado fue un gran factor para Mills. "Pensé en utilizar sobre todo la luz existente para mantener esa sensación de vida", describe. "Robbi es muy bueno para eso y también es muy inteligente para embellecer las cosas sin que resulten burdas".

Cuando se usó iluminación, fue para las escenas nocturnas silenciosas y cálidas (que, en general, se filmaron de día), en esa hora familiar tensa justo antes de acostarse. "No creo que las personas se imaginaran lo excelente que es Robbie para lograr una iluminación de interiores maravillosa", señala Mills. "La hizo simple, pero con habilidad e ingenio".

A Ryan le intrigaba la oportunidad de filmar cuatro ciudades estadounidenses diferentes en blanco y negro. Nueva York puede prestarse bien al formato, pero rara vez se deja sin saturación a la soleada Los Ángeles o la caleidoscópica Nueva Orleans. Ryan disfrutó ver estas ciudades de nuevo.

"Al ser una película de carretera, creo que el blanco y negro ayuda a dotar a todos los distintos lugares de una uniformidad, es un sentimiento que une todo el viaje", explica Ryan. "Te ves envuelto en este mundo, pero el desafío fue equilibrarlo, de modo que las imágenes nunca predominen sobre las relaciones o las emociones".

Filmar a Phoenix y a Norman cara a cara proporcionó otros placeres. "El equipo técnico era pequeño y filmamos en casas reales, lo cual fue la base para crear intimidad", cuenta Ryan. "Pero Joaquin y Woody se nutrieron mutuamente. Woody es un niño enérgico y Joaquin tiene la capacidad para hacer que los momentos comunes sean completamente nuevos. Entre ellos había un entusiasmo totalmente genuino".

A su vez, los actores valoraron la sensibilidad intuitiva de Ryan respecto de lo que está ocurriendo en el momento. "Robbie tiene una presencia muy tranquila y amable", agrega Hoffmann, "y lo lindo es que casi no te das cuenta de que Robbie está ahí, mientras que está haciendo un trabajo fabuloso".

Además, Ryan destaca el trabajo clave del grip Julien Janigo y el gaffer Nghia Khuu para aportar a las escenas nocturnas esa sensación de vivir el momento, con un gran diseño de iluminación y oscuridad.

Antes de que comenzara la producción, Mills discutió con Ryan la futura política que esperaba aplicar en C'mon C'mon: reducir el impacto ambiental y ocuparse mucho para que los barrios no se sintieran abrumados por los equipos de producción y el típico alboroto disruptivo. "En general, las películas pueden entorpecer la vida común y Mike quería probar algo diferente", explica Ryan.

Ryan se lo tomó a pecho, ya que filmó con las cámaras compactas Arri Alexa Mini (con lentes Pvintage y Primo de Panavision). Al mismo tiempo, siguió con su amor por herramientas formalmente clásicas, como los simples dollies. Un equipo técnico muy unido fue de una ciudad a otra, lo cual realzó la atmósfera creada de una familia que viaja.

Todo se simplificó aún más cuando las entrevistas se filmaron con un equipo técnico reducido al estilo documental. "Es un tipo de filmación que requiere mucho trabajo, pero es la base de la película y era importante hacerlo bien", aclara Ryan. "La recompensa fue que los niños fueron conmovedores y brillantes".

  • El reparto

Joaquin Phoenix actuó en las siguientes películas: Todo por un sueño (1995), Gladiador (2000), Johnny & June: Pasión y locura (2005), The Master: Todo hombre necesita un guía (2012), Sueños de libertad (2013), Ella (2013), Vicio propio (2014), Nunca estarás a salvo (2017) y Guasón (2019).

Gaby Hoffmann Gaby Hoffmann es conocida por su papel en la serie de Amazon Transparent, que fue aclamada por la crítica. Por su interpretación en esta serie, fue nominada a los Premios Emmy como mejor actriz de reparto en una comedia en el 2015 y el 2016. Gaby dirigió un episodio de Transparent en la temporada 4. Actuó en muchas películas, en el teatro y fue actriz invitada en Louie (FX) y Girls (HBO). En el 2015, fue nominada a los Premios Emmy como mejor actriz de reparto en una serie de comedia por su papel en esta última (Girls).

Woody Norman El actor británico Woody Norman tuvo una experiencia de trabajo increíble con Joaquin Phoenix en la película de A24 C'mon C'mon, escrita y dirigida por Mike Mills. Actualmente, está filmando Last Voyage of the Demeter, película de Amblin dirigida por Andre Øvredal en la que comparte la pantalla con Corey Hawkins. En el 2022, se lo verá como protagonista del thriller de Lionsgate Coweb junto a Lizzy Caplan y Antony Starr. Otros méritos cinematográficos incluyen la película de Alexander Jeremy The Space Man conColin Farrell; Bruno de Karl Golden; Una guerra brillante de Alfonso Gomez‑Rejon, en la que hace de hijo de Benedict Cumberbatch; y la película de Justin Molotnikov The Small Hand. Woody fue un personaje recurrente en las series de la BBC Poldark, Troy: Fall Of A City, The War Of The Worlds y Les Miserables. También se lo vio en la serie The White Princess, junto a Jodie Corner, y en Peter and Wendy de ITV.

Molly Webster es una galardonada escritora y actriz que vive en Brooklyn.

Es corresponsal sénior en Radiolab, el programa documental radial que ganó un premio Peabody. Desarrolló, produjo y fue la conductora de la serie de pódcast Gonads, un entretenido programa de educación sexual, que no sabías que sabías, aclamado por la crítica. Molly adaptó su trabajo oral y escrito para el escenario, y lo interpretó en teatros que van del Brooklyn Academy of Music al escenario principal de TED. Durante toda su carrera, colaboró con directores, músicos, diseñadores de sonido y artistas visuales. Es la autora del libro infantil Little Black Hole, que próximamente será publicado por Philomel, y está trabajando en un documental que todavía no tiene título.

C'mon C'mon es su debut cinematográfico.

Jaboukie Young-White es un comediante, escritor y director de Chicago, conocido por su papel como corresponsal en The Daily Show With Trevor Noah.

Nombrado uno de los 10 comediantes para mirar, según Variety, en el Festival de Comedia de Montreal del 2018, Jaboukie realizó dos veces un espectáculo de stand‑up en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon y hace poco hizo su debut de media hora en Comedy Central Stand-Up Presents. Jaboukie actúa en la última temporada de Crashing de HBO; en la película de Sony Rough Night, dirigida por Lucia Aniello; la película de Netflix Set It Up, dirigida por Claire Scanlon; y en la película de Jennifer Kaytin Robinson Someone Great, también de Netflix. Antes Jaboukie trabajó como escritor de la serie de Netflix American Vandal y de la serie animada Big Mouth. Próximamente, se lo podrá ver junto a Joaquin Phoenix en la película C'mon C'mon, producida por A24 y dirigida por Mike Mills, y como protagonista de la comedia romántica independiente Dating & New York, que se estrenó en el Festival de Cine Tribeca del 2021 y fue distribuida por IFC Films. Jabouke será un personaje recurrente en la serie Only Murders in the Building, de Hulu, y en la serie de HBO Max Rap Shit, producida por Issa Rae. Jaboukie también le presta la voz a Truman, el personaje principal de la serie animada Fairfax, disponible en Amazon. Jaboukie tiene más de 886.000 seguidores en su cuenta de Twitter: @jaboukie.

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