SINOPSIS
Napoleón es una epopeya de acción llena de espectáculo que detalla el accidentado ascenso y caída del emblemático emperador francés Napoleón Bonaparte, interpretado por el ganador al Oscar, Joaquin Phoenix.
Napoleón es una cinta épica y de acción, repleta de elementos espectaculares, que detalla el escabroso ascenso de Napoleón Bonaparte, interpretado por el ganador del Óscar, Joaquin Phoenix.
Desplegando un impresionante trasfondo cinematográfico a gran escala- orquestado por el legendario director Ridley Scott- la historia captura el infatigable viaje en pos del poder a través del prisma de su adictiva y volátil relación con su único y verdadero amor, Josefina, y pone de manifiesto sus visionarias tácticas militares y políticas, que resaltan por encima de las secuencias bélicas más prácticas y dinámicas jamás filmadas.
Joaquin Phoenix (Napoleon Bonaparte), Vanessa Kirby (Empress Josephine), Tahar Rahim (Paul Barras), John Hollingworth (Marshal Ney), Youssef Kerkour (General Davout), Davide Tucci (Lazar Hoche), Edouard Philipponnat (Tsar Alexander), Ludivine Sagnier (Theresa Cabarrus), Matthew Needham (Lucien Bonaparte), Erin Ainsworth (Hortense de Beauharnais), Thom Ashley (Charles de la Bédoyère), Anna Mawn (The Duchess Marie-Louise), Gavin Spokes (Moulins), Jonathan Barnwell (Bourrienne), Hannah Flynn (Dancer), Phil Cornwell (Sanson 'The Borreau')
FECHA DE ESTRENO
EN SALAS DE CINE DE ARGENTINA
23 de noviembre 2023
Uno de los más grandes líderes militares de toda la historia, la fascinante vida de Napoleón Bonaparte ha evocado tanto la crítica como la admiración de eruditos, de políticos y de sus propios súbditos. Tanto su ascenso al poder como sus ríspidas y estratégicas campañas militares son tristemente célebres y han ejercido su influencia en generaciones posteriores, de Winston Churchill a Friedrich Nietzsche.
Implacable en el campo de batalla, tirano en su país, pero asimismo un libertador que provenía de una vida de escasez y una de las primeras figuras históricas en saber mostrar que el talento para el liderazgo no pertenece a una sola clase social, el éxito de Napoleón en la guerra se ha transformado en leyenda. Su brillantez táctica y su reputación despiadada eran tales que el mundo requirió siete distintas coaliciones europeas para vencerle. Pero fuera del campo de batalla, su obsesión por Josefina- su amante, su esposa, su emperatriz- definiría su vida tanto como cualquier encuentro bélico.
Para el director Ridley Scott (nominado a Premios de la Academia y conocido por su trabajo en Gladiator, Thelma and Louise, Black Hawk Down, etcétera), semejante historia- el ascenso meteórico de un genio militar, la oportunidad de mostrar su dualidad y su psicología en una escala épica que pocos directores actuales se atreverían a acometer- constituye una idea que él mismo ha querido llevar a la pantalla grande desde hace años. "Me inclino por el drama histórico, porque la historia es tremendamente interesante", dice. "Lo napoleónico marca el comienzo de la historia moderna. Él cambió el mundo y rescribió el reglamento".
Pero más que ello, Napoleón constituía un personaje fascinante para una película, porque- como ocurre con muchos de nosotros- fue prisionero de su propio corazón, de sus propias emociones. "Además de ser un estratega incomparable, un político maravilloso, intuitivo e incluso despiadado… me fascina el hecho de que un hombre como éste- que está a punto de tomar posesión de Moscú- pudiera obsesionarse con la vida de su esposa en París".
El productor Mark Huffman, quien ha trabajo en muchos de los proyectos de Scott, entre ellos House of Gucci, The Martian y Prometheus, señala que Napoleón es una cinta que exige la visión, tenacidad y experiencia de Ridley Scott- y que pocos directores tendrían el valor de emprender esta tarea actualmente. "Esta cinta ostenta una escala épica que difícilmente verás de nuevo en un futuro próximo", explica. "Ya no quedan muchos directores en el mundo que cuenten con la sabiduría y la experiencia que cintas como ésta requieren, haciendo todo esto, además, de la manera más práctica posible en el plano de las cámaras".
¿Y quién podría culparles? Napoleón es, antes que nada, un tema que ha intimidado a algunos de los más grandes directores- sobre todo a Stanley Kubrick, cuyo famoso proyecto al respecto jamás se materializó. El productor Kevin Walsh nota en Scott un deseo de retomar todo esto ahí donde Kubrick lo dejó. "Kubrick es uno de los héroes de Ridley", dice. "Kubrick intentó hacer algo con Napoleón, pero no lo consiguió, así que cuando le pregunté a Scott, hace un par de años, '¿Qué película sería aquélla que aún no has podido filmar?', su respuesta fue, 'Napoleón'".
La fascinación de Scott con el líder y su periodo histórico data de sus comienzos como director de cine. Su primera cinta, The Duellists, se desarrolla en la era Napoleónica. Scott señala que con esa cinta él pudo sondear la manera como el público respondería a una cinta de corte histórico. "La historia es muy interesante, porque no solemos aprender de nuestros errores", asegura. De esta manera, dice Scott, "Una cinta histórica que aborda lo acaecido hace doscientos años, filtrada a través de la perspectiva de un artista, se vuelve totalmente relevante para nuestro presente".
Como cineasta, Scott sabe de primera mano que su responsabilidad es histórica y artística; crea impresiones de sujetos, y esto les insufla vida ante la mirada del público. "Un año después de haber creado Gladiator, recibí una carta de un connotado conferencista, que imparte lecciones en una prestigiosa universidad", dice Scott. "Me dijo, 'Quiero agradecerte por darle vida al Imperio Romano'. Mis imágenes entusiasmaron mucho a sus estudiantes". Scott compara la creación de una cinta histórica con una ecuación matemática- o esto pudo haber pasado o bien esto otro pudo haber ocurrido; todo proviene de la investigación, pero más adelante debes elegir".
Scott comenta que se sintió atraído tanto por la posibilidad de explorar la psicología del personaje como por la filmación del espectáculo de sus épicas batallas. "Creo que la gente se sigue fascinando con Napoleón a causa de su complicada personalidad", comenta. "Su vida no puede definirse de una sola manera. Puedes leer una biografía para saber qué ocurrió, pero lo que me interesa como realizador es su carácter- aquello que nos lleva más allá de la historia y que nos adentra en su mente".
"Ridley se permite cierta licencia poética, pero el trasfondo es verídico", dice Walsh. "Investigamos mucho al lado de los historiadores y de nuestros escritores, gente que supo profundizar lo suficiente como para conferir autenticidad a esta producción".
Para materializar la escala épica de la cinta, Scott se reunió con muchos de sus colaboradores del pasado, quienes han trabajado a su lado a lo largo de los años. El diseñador de producción Arthur Max (nominado al Óscar por su trabajo en Gladiator y The Martian), la diseñadora de producción Janty Yates (ganadora de un Óscar por su trabajo en Gladiator), el director de fotografía Dariusz Wolski (All the Money in the World; Alien: Covenant), y el coordinador de efectos especiales Neil Corbould (colaborador en Gladiator y en otras cinco cintas de Scott, y ganador de dos Óscares) han regresado con el fin de contribuir a la visión de Ridley.
Podríamos pensar que Scott puede atraer a estos artistas por la sencilla razón de que todo mundo desea trabajar con un gran director, pero para Scott esta calle tiene dos sentidos. "Todos esos elementos son muy importantes", dice. "Agradezco mucho poder contar con estas personas extremadamente talentosas, que al parecer aún disfrutan lo que hacen a mi lado. Cuando sé que estos departamentos están en buenas manos, yo mismo me torno híper eficiente".
"Ridley es una persona muy preparada", dice Huffman. "Los guiones para pantalla de sus cintas los crea él mismo, y esto supone una gran ventaja para todos los departamentos. Sabe exactamente cómo lucirá el producto final- suele editar todo sobre la marcha".
"Ridley filma la cinta en su mente", dice Walsh. "En cualquier descanso lo puedes ver planeando y creando. No es un trabajo; para él, esto es arte".
Esta cinta también reúne al director con Joaquin Phoenix, quien previamente había interpretado a Commodus en Gladiator. Para Ridley, el desempeño del galardonado actor (un Premio de la Academia) en Joker le recordó su gran colaboración en Gladiator, y enseguida supo que sería perfecto para este nuevo papel: "Lo vi en pantalla y todos esos recuerdos me inundaron- la manera como trabajamos en Gladiator, el viaje que él mismo emprendió con la interpretación de su personaje, y pensé, 'Maldición, ahí está Napoleón".
Phoenix comenta que, para Scott, la preparación es siempre meticulosa. Por ello, los actores pueden explorar su papel libremente en el set.
Con Phoenix a bordo, resultaba imperativo hallar una actriz ajustada a la tenacidad y ambición de Josefina. Para Scott, la selección del elenco se reduce a la "intuición", nos dice. "Si piensas que el papel exige a alguien alto y con cabello oscuro, pero entonces alguien con cabello rubio y estatura baja hace acto de aparición, puedes pensar, 'Oh, esto es interesante'. Debes mantener una mente abierta. Vanessa [Kirby] interpretó el papel con sensualidad y confianza, pero lo mejor de ella es su humor. Tiene una gran sentido del humor y un sentido natural e intuitivo del momento más oportuno, y esto la diferenció y la convirtió en una contraparte llamativa e interesante para Joaquin".
La química entre los actores generó una tensión y una dinámica que, para Scott, no sólo insuflarían vida a los personajes sino que asimismo añadirían capas volátiles a Napoleón mientras éste da seguimiento a su épica búsqueda del poderío absoluto en Europa. Los actores aportarían fuego a la tempestuosa y nada convencional relación que David Scarpa puso por escrito en el guion para la pantalla, revelando así los demonios internos de Napoleón, pero asimismo un lado desconocido de la historia.
Scarpa había colaborado previamente con Scott en All the Money in the World, y este dúo conversó repetidas veces acerca de los ritmos clave en la vida de Napoleón y también sobre la versión específica que les atraía en lo tocante al personaje. Desde las primeras reuniones quedó claro que Scott tenía en mente una película épica y de acción, pero a la vez una historia de amor entre Napoleón y Josefina. "Ése era el punto específico que quiso investigar: a través del prisma de la historia de amor entre Josefina y Napoleón", explica Walsh. "Lo suyo es un auténtico estire-y-afloje. Se obsesionan mutuamente, se proporcionan combustible. Y uno sin el otro no serían las personas que son".
En cada aspecto de la vida de Napoleón, dice Huffam, existen conflictos y dualidades. Pensemos, para empezar, en su legado como general y emperador. "Napoleón hizo grandes cosas para la política y el hombre común. Mostró que cualquiera podía convertirse en general o político, que no era necesario pertenecer a la aristocracia", señala. "Pero, claro, él era un dictador, y la sangre en sus manos es algo horrendo. Con esta producción nos propusimos explorar un balance".
Y cuando cuenta la historia a través de la relación entre Napoleón y Josefina, Scott no hace sino colocar una dualidad por encima de otra. "El personaje termina bañado en lágrimas- el hombre que, ante nuestros ojos, ha orquestado todo el recorrido que le ha llevado a ocupar el trono de Europa, el genio táctico, se convierte en este hombre pequeñito e indefenso, enamorado de la mujer que se sienta a su lado sobre un sofá, admitiendo que sin ella no sería nada", dice el director. "Las cartas que le dirigía son cómicamente rudas y juveniles, exageradamente románticas, un poco sucias. Estaba fascinado con ella. Y tras su despedida, ella ni siquiera las leyó. Cuando murió, éstas se encontraban arrumbadas en uno de los cajones de su mesilla de noche".
Columbia Pictures y Apple Original Films presentan una producción de Scott Free, una cinta de Ridley Scott, Napoleón. Protagonizada por Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby. Dirigida por Ridley Scott. Escrita por David Scarpa. Producida por Ridley Scott, Kevin J. Walsh, Mark Huffam y Joaquin Phoenix. Los productores ejecutivos son Raymond Kirk, Aidan Elliott y Michael Pruss. El director de fotografía es Dariusz Wolskim ASC. El diseñador de producción es Arthur Max. Editada por Claire Simpson y Sam Restivo. Los diseñadores de vestuario con Janty Yates y Dave Crossman. La Música es de Martin Phipps.
- EL EMPERADOR Y LA EMPERADORA
Phoenix reconoce que no sabía mucho acerca de Napoleón antes de sumarse al proyecto, y muchas de las facetas del personaje le provocaron tremendo asombro.
Para Scott, esta reunión con Phoenix- la primera desde la época de Gladiator- supuso un placer inmenso. "Es el único actor con el que converso semanas antes de ponernos manos a la obra: tuvimos pláticas y debates en la oficina acerca de los diversos aspectos de su personaje. Al final del día no hubo discrepancia alguna", dice Scott. "Él es bueno para mí, porque me mantiene honesto, y yo soy bueno para él, porque lo mantengo a raya. Físicamente, Joaquin es perfecto para su papel- algunos de sus rasgos faciales son extrañanamente similares a los de Napoleón".
"Joaquin es un talento único", dice Walsh. "No hay quien se le parezca. Él desaparece cada vez que se pone de pie delante de una cámara. Además, es un trabajador incansable. Se sumerge completamente en lo que está haciendo, lo cuestiona todo a fin de mejorar la estructura general de la película. Y su sentido del humor es maravilloso. Es uno de los aciertos más grandes de nuestra cinta".
Para Huffam, la comprensión de Phoenix de los procesos de Scott facilitó su transformación en el personaje. "Ridley y Joaquin se desafían regularmente, pero jamás dejan de sonreír", dice. "Joquin no sabía si podría aceptar el papel, porque no hay quien no le tema a un personaje como éste. Sin embargo, gracias a las conversaciones con Ridley, nuestro actor se sintió cómodo rápidamente, y, sin lugar a dudas, su desempeño es fantástico".
Esas discusiones incluían las diferentes interpretaciones de Napoleón, así como las fuentes mediáticas de donde cada quien extraería material e inspiración. "Hablamos incesantemente acerca de lo que él mismo podría ser, de quién podría ser en realidad, y Joaquin es enfocó en su manera de hablar, de caminar, de sentarse", dice Scott. "Vimos una buena cantidad de pinturas, a cuál más fantástica. Son, en esencia, fotografías de ese periodo. No son muy halagüeñas- puedes mirar fijamente a ese hombre y notar que el ego desempeña un papel compensatorio".
Scott contrasta dicho ego con esa fascinación que Napoleón siente en presencia de Josefina, utilizando incluso las palabras de éste última a fin de generar Un contrapunto poderoso mientras la vida de Napoleón declina en la isla Santa Elena. "Mientras Napoleón muere, Josefina está ya muerta, pero tiene la última palabra", dice. "Es un toque muy romántico, pero para un tipo tan apasionado, quién sabe que pudo haber cruzado por su mente en esos momentos". Y, señala Scott, Josefina estuvo en la mente de Napoleón hasta el final- su nombre fue lo último que pronunció.
"Ella sabe cómo intoxicarle", dice Walsh. "Es muy hermosa, pero también es suave y sutil, y esto atrapa a Napoleón. Vanessa supo explotar esos momentos con Joaquin, para engatusarle".
En cuanto a Kirby, ella se sumergió en su propio personaje a través de la lectura abundante y la investigación profusa. "No sé nada acerca de la historia de Francia- de hecho, mi ignorancia me sorprendió mucho", dice. "Por ello, esto fue un placer: me encerré y leí todo lo que pude acerca de estos dos personajes. Fuimos a París, al Museo de Napoleón, al palacete conocido como Malmaison. Visité la tumba de Josefina. Me atiborré de información acerca de esa historia y ese periodo, fue un verdadero privilegio poder aprender algo acerca de esta mujer".
Un privilegio, sí, pero harto dificultoso. La interpretación del papel resultó "dolorosa e incómoda", dice la actriz, porque "es la historia de muchas mujeres. Sentí una enorme compasión, porque no se le permite tener voz, a pesar de su potente y sólida energía".
Kirby comenta que dicha energía fue, muy probablemente, lo que atrajo a Napoleón, y lo que, más adelante, destruyó su relación. "Ella era rara y poco aceptada, como él", dice Kirby, señalando que Josefina fue criada en La Martinica, lejos de la aristocracia a la que tiempo después se sumaría a través de su matrimonio. Kirby señala que esta crianza "le impide tener un lugar en una sociedad aristocrática", pero que, al mismo tiempo, estuvo a punto de seguir a su esposo a la Guillotina durante la Época del Terror. "A Joaquin y a mí nos pareció que estos personajes simplemente se entendían sin mayor problema. Nadie quería casarse con ella- era viuda, madre de dos chicos y seis años mayor que él. Pero le cautivó. Tenían algo en común- se identificaron, se reconocieron y se comprendieron como atípicos".
Llamando 'sobreviviente' a Josefina, Kirby comenta que tanto ella como Scott investigaron todo lo que el personaje hacía para sobrellevar la vida. "Charlamos una y otra vez acerca de las diferencias entre sexualidad y sensualidad", dice. "Me parece que su sensualidad natural se debe a su crianza en el trópico- la calidez, la música, la cultura, el ambiente. Sus primeros años tienen que ver con los sentidos, no con el intelecto. Pero cuando se casa con Napoleón tiene que adaptarse, cambiar por completo, a fin de sobrevivir. Tiene que ser mejor esposa, la esposa que él desea".
"Vanessa puede transmitir toda esa información acumulada a través de los más sutiles movimientos y las más delicadas expresiones", dice Scott. "Ella y Joaquin desplegaron un muy natural e intuitivo sentido del instante".
- ES FÁCIL CREAR UNA CINTA ÉPICA. SÓLO TIENE QUE HACERLO CONSTANTEMENTE A LO LARGO DE CINCO DÉCADAS.
Napoleón se distingue por el hecho de que muy pocos realizadores cuentan con la experiencia, la versatilidad, la visión y la confianza requeridas para crear una película de semejante envergadura. Con una trayectoria que abarca casi medio siglo, la maestría épica de Scott es tan completa que sin duda está en su elemento incluso durante los días más intimidatorios y complicados en el set, con todas esas cámaras que operan en escenarios de 360 grados, los únicos aptos para escenificar esas batallas que acontecen a lo largo y ancho de cientos de acres.
El rodaje mediante un gran número de cámaras supone un reto para cada departamento, pero sobre todo para un par: el de cámaras, porque el director de fotografía Dariusz Wolski tiene que asegurar que cada cámara sea capaz de capturar una imagen bien iluminada y encuadrada; y el de diseño de producción, porque Arthur Max diseña sets en que pueden habitarse como si fuesen parte del mundo real".
Para Wolski, el trabajo junto a Scott- cuya carrera incluye tantas imágenes icónicas y memorables- fue una especie de regalo. "La gente suele creer erróneamente que si utilizas muchas cámaras la iluminación y el encuadre pueden fallar, pero Ridley es muy visual, y nosotros hemos hallado un método mágico para iluminar un espacio, colocar a la gente en cierto lugar y hallar los ángulos más interesantes", explica.
Cada departamento contribuye a la materialización de la visión de Scott, y para cada cabeza de departamento, la tarea es demasiado atractiva como para rehusarse. "Con Ridley debes estar siempre listo", dice Max. "El tema puede abordar el pasado, el presente o el futuro. Sus temáticas son fluidas. La Edad Media es una de sus áreas favoritas, obviamente; todas las sombras del futuro o del presente, también. Los temas bíblicos. Y, como en esta caso, los siglos XVIII y XIX.
Max comenta que el trabajo que realizó en ese mundo le emocionó sobremanera. "Es mi periodo arquitectónico favorito, y es sumamente diverso", dice. "Cubre un espectro extremo- de la opulencia de los palacios a la verdadera miseria de las chozas, con unas cuantas aldeas en llamas desperdigadas por aquí y por allá. Salimos al mar con los barcos. Las trifulcas militares son gigantescas- la Batalla de Austerlitz, Waterloo, Marengo, Borodino. Es una enorme caja de juguetes y un festín para diseñadores- qué grandiosa saga".
Bajo la dirección de Scott, Wolski observó también las famosas pinturas de Napoleón a fin de encontrar directrices e inspiración. "No existe persona más documentada", dice Wolski. "Vimos la famosa pintura de la coronación, la de David, y más tarde a Delacroix. Cuando realizas una cinta histórica, lo más importante es la luz natural y, como en Rembrandt, como en Caravaggio, existe en todo momento una única fuente- un ventanal, una chimenea, las velas- y todo luce hermosamente. Así que utilizamos mucha luz frontal. Como la luz frontal, casi como esa luz que puedes notar cuando ves un cuadro de David, la luz recae siempre en Napoleón, y los personajes principales son mucho más brillantes, el resto se encuentra en las sombras".
Claro que, como Wolski explica, cada uno de los ambientes en los sets ejerció su influencia sobre la iluminación de las escenas. "Egipto es muy brillante y duro, con siluetas; Rusia es nebuloso y sutil, siempre en penumbra, casi monocromático con toda esa nieve. Y los palacios opulentos: ahí todo es rico y dorado".
Max, nominado tres veces al Óscar y colaborador de Scott en quince cintas, desde G.I. Jane, estrenada en 1997, ha atestiguado los impresionantes cambios en el negocio de la producción a lo largo de las décadas. "Siempre hemos erigido sets gigantes, pero, actualmente, el espacio se aprovecha de muchas otras maneras", explica. "Durante el rodaje de Gladiator, las imágenes generadas por computadora estaban en pañales. Nuestros logros eran muy limitados. Ahora, nuestras ambiciones crecen junto con esta tecnología. Pero seguimos pensando que es mejor basarnos en sets físicos, y no solamente en un universo virtual".
Como preparativo para el rodaje, Scott reunió a su equipo en una sala de guerra- en este caso, una sala de guerra tan auténtica como puede serlo cuando el tema no es otro que la creación de una película. Con modelos a escala de los sets para las batallas de Waterloo, Austerlitz y Tolón, con dibujos realizados por el departamento de arte, con muchos otros modelos, Scott- quien es un excelente artista y siempre ha creado los guiones ilustrados para sus propias cintas- reunió a todo su equipo a fin de compartir su visión y dirigir la confección de las imágenes que deseaba materializar.
En Napoleón, Scott empleó hasta once cámaras al unísono. Phoenix se sintió agradecido por la oportunidad de trabajar nuevamente en un set de Ridley Scott. "Si corremos con suerte y descubrimos algo y en cierto momento especial las cosas se salen de lo planeado, es casi una garantía que Ridley sabrá pescar dicho suceso", dice. "Gozar de esta oportunidad como actor es algo fuera de serie. Intentar atrapar alguna cosa y recrearla es prácticamente imposible".
"Esto nos permitió improvisar y modificar nuestro método de trabajo", dice Kirby. "No tenías que recordar los movimientos exactos que realizaste en las escenas previas. Fue una oportunidad para colaborar, porque veíamos escenas en el monitor al lado de Ridley y arrojábamos ideas acerca de lo que podíamos hacer de otra forma".
A causa del deseo de Ridley, consistente en filmar al unísono con múltiples cámaras, las locaciones y los espacios de filmación debían ostentar un decorado completo. A pesar de haber trabajado previamente con Scott, en diversas ocasiones, Max se sintió inicialmente nervioso frente a la magnitud de la tarea a emprender. "Mi equipo tenía que observar los monitores cuidadosamente", explica. "No hay trasfondos con Ridley, es decir, no hay trucos ni engaños; todo gira alrededor de la escala y la densidad del detalle. Es como vivir dentro de una pintura- un desafío, sin duda, pero también algo tremendamente divertido".
Para Vanessa Kirby, la magnitud de la producción resultaba sobrecogedora. "Recuerdo que Joaquin y yo miramos desde cierta altura una plaza en Malta, con todos esos puestos del mercado y la enorme cantidad de personas- tantos sets, tantas escenas", dice la actriz. "Un asunto realmente increíble e inmenso".
Uno de los factores claves en esta filmación de una cinta épica e histórica consistió en hallar las locaciones que podían hacer las veces de los palacios y las casas señoriales que constituían el telón de fondo en la vida de Napoleón. En Inglaterra, el diseñador de producción Arthur Max halló una buena cantidad de locaciones adecuadas. "Hay mucha arquitectura neo-clásica en Inglaterra, quizás porque gran parte del diseño que vemos en Francia e Inglaterra está basado en la arquitectura del palladianismo clásico, aquel movimiento arquitectónico italiano".
En gran medida, la enorme producción intentó mantenerse cerca de Londres, en vez de moverlo todo a locaciones remotas. Sin embargo, en unas cuantas ocasiones, no pudieron resistir la tentación. "La casa de campo Broughton está en Northamptonshire, a tres horas en automóvil partiendo de Londres", dice Max. "Fue construida en el siglo XVIII por un francófilo- un inglés que amaba la arquitectura francesa. Luce como una fortaleza francesa en un terreno muy hermoso, de cientos de hectáreas, con ovejas y caballos pastando, rodeados de viejos e imponentes robles. Por esta razón nos pareció un lugar muy especial, así que la utilizamos como el castillo de Napoleón".
En dicha fortaleza, los decoradores de sets de Max pudieron amueblar una habitación con objetos muy especiales. "Rentamos una cama en Victoria & Albert, pero la condición era mantenernos alejados de ella, a causa de su fragilidad", rememora. "Preguntamos si podíamos usarla para una escena de amor, y la compañía se mostró profundamente ofendida".
De manera parecida, los realizadores transportaron la producción a Oxfordshire a fin de filmar en el Palacio Blenheim. Este lugar haría las veces de las cámaras de Napoleón el Emperador, tanto en el castillo de Fontainebleau como en el Palacio de las Tullerías- pero también sirvió para muchas escenas en exteriores. "Se trata de un edificio neoclásico, en el estilo Palladiano- su grandeza, los materiales, todo es magnánimo", dice Max. "Y entonces caímos en la cuenta de que podíamos utilizar el exterior desde diversos ángulos para diferentes países, mientras Napoleón se acerca a París o regresa de Moscú. Ridley es un maestro para estas cosas- te puedes preguntar, '¿Cómo hará para que esto luzca diferente?' Pero con un movimiento del mobiliario, un cambio en la iluminación, en el ángulo o en los filtros de la cámara, uno nunca sabe qué puede ocurrir. Ridley es un cineasta muy experimentado, para él no supone ningún esfuerzo".
Algunas de las locaciones ya eran sitios conocidos para Scott, porque muchos de estos lugares fueron utilizados para Gladiator, incluyendo Bourne Wood en Surrey y el Fuerte Ricasoli en Malta. "Tal como ver a un viejo amigo, como ponerse un viejo par de zapatos", dice Max. "Son lugares muy cómodos. Utilizamos muchas de las áreas y espacios de antaño, pero de muy distinta manera".
Una cinta épica y de acción de Ridley Scott, que además recrea las batallas más famosas de Napoleón- Waterloo, Austerlitz, Tolón, etcétera- requiere de una enorme cantidad de actores capaces de moverse y pelear como los soldados de aquella época. El encargado de recrear los ejércitos (el francés, por supuesto, pero asimismo el austríaco, el ruso y el británico) fue el consejero militar Paul Biddiss.
"Establecimos un campo de entrenamiento básico para nuestra infantería y nuestra artillería", rememora. "No se trata solamente de tomar a un artista de apoyo y ponerle un uniforme- deben conocer las maniobras implementadas en aquellos tiempos. Esta es una de las épocas más difíciles de representar, todo era extremadamente técnico, incluyendo las expresiones".
Con tantas cámaras capturando la acción, no había manera de falsear las cosas, ni de ocultarlas un fondo, porque ese fondo jamás existió. "Todo mundo debía conocer las rutinas y la técnica, cómo cargar un mosquete, cómo caminar y marchar, cómo ir del punto A al punto B, tal y como un soldado napoleónico habría hecho en aquellos tiempos".
Biddiss sabía, además, que estaba trabajando con actores que debían representar el pavor mortal de sus personajes. "Las Guerras Napoleónicas fueron guerras de desgaste. La gente moría en masa", explica. "Los actores tenían que manifestar esto a través de su trabajo- como si estuvieran preparándose para morir mientras marchan hacia el fuego de los cañones y de los mosquetes".
A final de cuentas, Biddiss no preparó a los actores para coreografías muy específicas, sino para estar listos en todo momento, más allá de las circunstancias en el set. "En una cinta de Ridley Scott debes estar preparado para cualquier eventualidad", dice. "Si llegamos al set y Ridley nos dice, 'Necesito que todo mundo forme una escuadra', yo puedo decirles, literalmente, 'Reacción a caballería', y los hombres reaccionarán a la caballería y formarán una escuadra de inmediato, y luego adoptarán la posición adecuada. Siempre utilizo un lema de mi propio regimiento: Utrinque Paratus- listo para lo que sea".
Este es el lema del Regimiento de Paracaidistas, al que Biddiss sirvió a lo largo de veinticuatro años. Esta experiencia le ha sido muy útil en su segunda carrera, como consejero cinematográfico. Ahora, en vez de saltar desde aeroplanos, Biddiss ayuda a que Scott elija cómo escenificar las batallas, pero asimismo asesora a otros departamentos- los acróbatas y dobles, los efectos, el vestuario- acerca de cómo materializar la visión de Scott. "La asesoría militar es 60% investigación, lo demás son tus experiencias en las fuerzas armadas", dice.
De hecho, ésta no es la primera vez que este hombre contribuye a la escenificación de las más grandes batallas de Napoleón. "He cubierto la batalla de Waterloo en tres ocasiones. Y le he vencido siempre".
No existen muchos supervisores de efectos especiales cuyos nombres sean reconocidos, ni siquiera por los cinéfilos. Pero Neil Corbould constituye una excepción. Ampliamente respetado, sus pares le han honrado con un par de premios Óscar (incluyendo uno por su trabajo junto a Scott en Gladiator).
Corbould no lo dudó ni un segundo cuando fue invitado a sumarse a Napoleón. "Otra cinta épica de Ridley Scott- una de ésas que suponen el sueño de cualquier supervisor de efectos especiales", dice.
Esta cinta supuso un manojo de desafíos: cañonazos, caballos saltarines, degollamientos… incluso la escena de una batalla en la que los caballos debían caer a través del hielo en un río helado. "Cuando te encuentras en mitad de una batalla, Ridley desea que todo sea un caótico desastre", dice Corbould. "El público se adentra en la batalla. Más sangre, toses ensangrentadas, tierra y suciedad. Mojar la tierra para que se adhiera a los disfraces; cosas que salen disparadas por todos lados, mucho humo".
Quizá el momento más brillante para Corbould fue la creación del lago de hielo en el que los caballos del enemigo caen. Napoleón ordena a su ejército bombardear la superficie. Una vez más, la vasta experiencia de los realizadores- sobre todo de Scott y Corbould- proporcionó un nítido camino. "Había hecho algo parecido previamente- una caída en el hielo- pero en un tanque, en un estudio muy cómodo. Aquí tuvimos que hacerlo en el campo de batalla", dice. "Insistí en que ésta era la mejor manera de hacerlo, y todo mundo me dio la razón".
Y esta manera consistió, primeramente, en la creación misma del lago de hielo y nieve. "Típico de Ridley- ésta es la nieve más monstruosa jamás creada. Acres y acres", dice. "Cuando vimos la locación por primera vez, el lugar no era más que un gran campo- doscientos, trescientos acres. La única manera de crear un lago de hielo consistía en cavar agujeros y compactarlo todo- cosa que el equipo de Roger Holden realizó excelentemente- para recrear la superficie de un lago congelado, que mi equipo de hielo y nieve llenó un poco después".
El maestro ecuestre Daniel Naprous- utilizado siempre por Scott y colaborador del director en cuatro cintas previas- comenta que el secreto estriba en saber lo que un caballo real puede o no hacer, y asimismo en saber en qué momento emplear un caballo mecánico. "Intentamos realizar la mayor parte con caballos reales, dentro de nuestra zona de seguridad", dice. Bajo las capas de la nieve creada por Corbould, los realizadores colocaron un tapete de hule- parecido al que se utiliza en las áreas de juegos infantiles- a fin de que los caballos pudiesen correr. Y, según Naprous, los caballos verdaderos podían adentrarse en el agua bajando por una rampa; podían ser entrenados para nadar; y podían salir del agua mediante otra rampa.
Pero muchas cosas no podían ser puestas en marcha por caballos reales. Otra solución se hacía imperiosa.
A fin de mostrar a los caballos mientras éstos caen a través del hielo, Naprous pidió ayuda a Corbould, quien implementó caballos mecánicos y construyó un tanque para redondear el efecto. "Cavamos un tanque de treinta por cuarenta en el suelo, y este espacio fungió como nuestra área de efectos especiales, sobre todo en lo que respecta a la gente que cae en el hielo". Explica Corbould. La fabricación de una trampa coronó el truco. "Y luego, con las ocho cámaras de Ridley, lo capturamos todo en una o dos tomas extrapolables", dice. "Nos tomó un buen rato acomodar todo para esas pocas escenas, pero obtuvimos material para otras cincuenta o sesenta tomas. Es una manera sumamente eficiente de trabajar". Con Scott dirigiendo todas esas cámaras, los integrantes del equipo de Corbould tenían que aparecer inevitablemente en las tomas, disfrazados de soldados".
Otro desafío consistió en la creación del episodio en el que el caballo de Napoleón es impactado por un cañonazo durante una batalla. Esto requería de una plataforma especial; el caballo mecánico debía dar un giro y caer con mucho realismo; debía salpicar sangre por todos lados. "Eso fue muy complicado, porque requería de la combinación de muchas disciplinas: efectos especiales, prótesis, efectos visuales, un titiritero que operara la plataforma. Todos estos departamentos debían conjuntarse en aras de una escena perfecta", dice Corbould. "Se trataba de la imagen más icónica de Napoleón, en el corazón de la batalla, cubierto de sangre".
Otra elegante solución consistió en implementar la magia cinematográfica de cuando en cuando. Para el ataque en el puerto de Tolón, la escena requería que los equipos corrieran con escaleras que debían escalar en ciertos momentos. Si así fue como esto ocurrió en realidad, las escaleras eran de madera, por ello, el equipo de Corbould fabricó una de madera de roble. "Ni seis tipos podían con ella, era de lo más pesado", dice. La solución de Corbould fue crear treinta escaleras de metal, muy ligeras, que grupos de cuatro personas podían cargar sin molestias.
Añadiendo algo de drama a esta escena, el equipo de Corbould creó piezas para explotar en serie en el set. Bajo la dirección de Corbould, estas explosiones imitarían la explosión ensordecedora y flamígera de las balas de cañón auténticas. Pero, en este caso, los golpes son de aire, lo que permitió a los extras y dobles apostarse más cerca de las explosiones.
- LAS NUEVAS ROPAS DEL EMPERADOR
Luego de haber trabajado con Ridley en numerosas ocasiones a lo largo de los años, incluyendo Gladiator, la diseñadora de vestuario Janty Yates sabía bien en lo que se metía al aceptar la invitación para esta nueva producción. "El trabajo con Ridley es siempre a gran escala. Tienes que dar lo mejor de ti, y mucho más", dice. "Aprecio el reto e intento estar a la altura".
Como parte de su investigación, Yates viajó por Francia a fin de aperender más acerca de los personajes. "Fui al Museo del Emperador, visité el Museo del Hombre, la Malmaison, es decir, el sitio de retiro de Josefina, en donde pasó sus últimos años. Visité Fountainbleau, que está atestado de iconografía napoleónica". Todo esto le ayudó a ubicar a Josefina en diversas temporalidades al interior de la trama y así representar la trayectoria de su relación con Napoleón. "Nos quedamos con los dorados y los plateados en cuanto Josefina comienza a ascender", explica. "Sus batas y vestidos van de lo sencillo a lo muy ornamentado, además de toda la joyería que empezó a utilizar".
A causa de la escala de la producción y la enorme cantidad de extras requeridos, Janty pidió ayuda a David Crossman, experto en diseños militares. Crossman se hizo cargo de los detalles más específicos del atuendo de Napoleón y de los diversos ejércitos. Para este diseñador, el reto principal consistió en la fabricación de esa enorme cantidad de disfraces. "Podrías creer que sólo había que salir a comprarlos, pero en realidad no había nada en existencia. No había manera de rentar las piezas. Tuvimos que crear el 95% de los uniformes- estuvimos a punto de llevar a la quiebra a la fábrica con la presión ejercida para obtener todo este vestuario a tiempo. A causa de la velocidad que caracteriza el trabajo de Ridley, la coronación fue filmada en una semana, y Waterloo unos días después- tareas enormes, sin duda".
En cuanto a los detalles de los trajes de Napoleón, Crossman intentó capturar la belleza de las modas de la época. "Los uniformes guardaban relación con la vestimenta de civiles, así que hallamos piezas auténticas, estudiamos los patrones y creamos algunas muestras para Napoleón".
Tras entregar los vestuarios a tiempo y disfrazar al elenco entero, Crossman comenta que fue gratificante escuchar la reacción de Scott. "Nos decía, 'Fenomenal fenomenal fenomenal', por radio- y esto nos hacía sentir maravillosamente", rememora. "Ahora que hemos terminado el rodaje podemos tomar un respiro, admirar lo realizado y sentirnos inmensamente orgullosos".
Los actores suelen decir que hallan a sus personajes una vez que se han colocado el disfraz, y Kirby no es la excepción. "El viaje que emprendí a través del vestuario supuso una experiencia maravillosa- Janty es una experta genial", dice. "No podía creer la pasión artesanal implicada en cada vestido. Todo lo que Janty diseñó estuvo basado en los vestidos reales, y fue confeccionado a mano. Incluso para una escena de treinta segundos, la pieza a usar no podía ser menos que asombrosa. Cada mañana, lo más divertido consistía en elegir la vestimenta para la jornada".
Para Huffam y Welsh, la enorme cantidad de disfraces y el detalle en cada pieza resultaron sobrecogedores. "El equipo entero trabajó con ahínco para garantizar una apariencia militar auténtica, ajustada a esa época, avejentada convenientemente, incluyendo las suelas de los zapatos", dice Walsh. "Un tarea hercúlea, no cabe duda".
Huffam se muestra de acuerdo y añade que, "Los vestuarios militares y civiles son una maravilla. Josefina es el sueño de todo diseñador de vestuario, y con Napoleón ocurre lo mismo. La forma que todo esto cobró fue magia pura".
Para la banda sonora de la película, Scott enlistó al compositor Martin Phipps en lo que constituye su primer trabajo en equipo. Durante las reuniones previas del rodaje, Scott describió ante Phipps los diferentes momentos y texturas de la cinta que estaba a punto de crear. "Si piensas en una cinta típica de Ridley Scott, la música está por todos lados- música para la acción, música romántica, todas esas composiciones funcionando como normalmente lo hacen. Pero Ridley dijo que admira particularmente la cinta Barry Lyndon, de Stanley Kubrick", explica Phipps, señalando que dicha película se basó en gran medida en las investigaciones que el mismo Kubrick realizó para la cinta sobre Napoleón que jamás filmó. "Tonalmente, todo ello fue una especie de guía para él. Barry Lyndon no tenía banda sonora- no había música compuesta especialmente para la producción- sólo temas de la época que Kubrick mismo había seleccionado e incluso editado cuidadosamente. Éste fue el abordaje que implementé para la banda sonora de nuestra cinta: muchas de las piezas que compuse se parecen a lo que sonaba en aquellos tiempos, u ostentan un sabor muy de ese periodo, sin nada de lo que tradicionalmente se espera de una banda sonora. Fue como dar un paso atrás, una oportunidad de ser más específicos, más particulares acerca de las partes en las que pondríamos música, de descubrir en dónde no teníamos por qué hacerlo, y a la vez de hallar aquello que la música propiciaría".
Un elemento importante en el plano sonoro era la sensación de Napoleón como un paria- un rufián de Córcega, un rencoroso que anhela demostrar algo- "Quisimos incluir esto en la música- esa sensación de ser un extraño", dice Phipps. "Una manera de hacerlo guarda relación con una de mis partes favoritas de la banda sonora- añadimos cantores de Córcega, especialistas que no hacen nada más que cantar música de la zona, muy poco conocida más allá de Córcega. Asimismo utilizamos temas que deben ser tocados en instrumentos un poco más toscos, nada muy pulido ni orquestal- música más dura".
Uno de estos toscos instrumentos fue un piano perteneciente a Napoleón, que un museo londinense prestó. A este piano se le suman instrumentos folclóricos, entre ellos el acordeón, instrumentos de cuerdas más primitivos e incluso un organillo.
Los temas musicales medulares de la cinta son, naturalmente, los temas para Napoleón y Josefina. "El tema de Napoléon comienza sencillamente, en piano, y poco a poco se deja llevar por una trompeta solista; al final de la cinta, este tema florece hasta transformarse en una versión vocal y orquestal", explica Phipps. "Por otro lado, el de Josefina es mucho más quejumbroso. Es un vals en ¾. Cuenta con un acordeón y un enorme coro que canturrea suavemente. Esto ocurre cuatro veces, mientras Josefina la va pasando mal".
JOQUIN PHOENIX (Napoleón Bonaparte) es un actor galardonado con Premios BAFTA y de la Academia.
Recientemente, Phoenix protagonizó Beau is Afraid, de A24. La cinta fue dirigida por Ari Aster (Hereditary, Midsommar) y estrenada en las salas de cine de Nueva York y Los Ángeles el 14 de abril, y en el resto de EUA el 21 de abril del año en curso. La cinta cuenta la historia de Beau (Phoenix) tras la repentina muerte de su madre, con los retos que este hecho le pone enfrente. El ensamble de apoyo incluye a Nathan Lane, Patti LuPone, Parker Posey y muchas otras estrellas.
Recientemente, Phoenix concluyó el rodaje de Joker: Folie a Deux, la secuela de Joker, lanzada en 2019. Esta nueva parte, está dirigida por Todd Phillips, coproducida por Phillips y Bradley Cooper, y distribuida por Warner Bros. Su lanzamiento ha sido programado para el 4 de octubre de 2024, y presentará asimismo las actuaciones estelares de Lady Gaga y Harley Quinn.
Próximamente, Phoenix se enfrascará en el rodaje de la próxima cinta de Pawel Pawlikowski, The Island (título tentativo), coestelarizada por Rooney Mara. Esta cinta está basada en la verdadera historia de una pareja estadunidense que intenta crear un paraíso aislado en una isla desierta, de la que extraerán todo lo que necesitan para subsistir. Cuando una condesa europea se entera de sus planes, se dirige hacia la isla a fin de apoderarse del territorio y construir un hotel de lujo. Esta acción supone el catalizador para la traición, la infidelidad y, eventualmente, el asesinato. Apocalypso Pictures y Brightstar son, junto con Wildside, Fremantle y Vision, las compañías productoras de este proyecto.
En 2020, Phoenix ganó un Premio de la Academia, un BAFTA, un SAG y un Globo de Oro al Mejor Actor Principal por su desempeño en Joker. La cinta fue nominada asimismo para un BAFTA y un Premio de la Academia a la Mejor Película.
En 2021, Phoenix estelarizó C'mon C'mon, en la que interpreta a Johnny. La cinta fue dirigida y escrita por Mike Mills y fue estrenada en el festival en Telluride. La crítica la aclamó enseguida.
En 2018, Phoenix estelarizó Don't Worry, He Won't Get Far on Foot. El guion para pantalla de Gus Van Sant está basado en las memorias de John Callahan. La historia gira alrededor de los verdaderos sucesos de John (Phoenix), quien queda paralizado a causa de un accidente debido a su adicción y que, más adelante, halla la pasión de su vida. La cinta fue estrenada en Sundance y cuenta asimismo con las actuaciones de Rooney Mara, Jonah Hill y Jack Black.
Phoenix puede ser visto también en You Were Never Really There, estrenada en Cannes en 2017. Phoenix ganó un Premio Cannes al Mejor Actor y la cinta ganó un Cannes Film Festival al Mejor Guion para Pantalla. La cinta fue escrita y dirigida por Lynne Ramsay y está basada en la novela del mismo nombre, escrita por Jonathan Ames y publicada originalmente en 2013.
En 2013, Phoenix interpretó el papel principal en Her, cinta de Warner Bros y Sony Pictures. La película fue escrita, dirigida y coproducida por Spike Jonez. En la película, Theodore Twombly (Phoenix) desarrolla una relación romántica con Samantha (Scarlett Johansson), un robot inteligente que cuenta con voz femenina- la cinta cuenta asimismo con las actuaciones de Amy Adams, Rooney Mara, Olivia Wilde y Chris Pratt. La cinta ganó tanto un Premio de la Academia como un Globo de Oro al Mejor Guion para Pantalla.
Otros créditos cinematográficos incluyen Hotel Rwanda, Irrational Men, Inherent Vice, Mary Magdalene, Ths Sisters Brothers, Gladiator, Walk the Line, The Immigrant, The Master, Two Lovers, Signs, Ladder 49, We Own the Night, Reservation Road, The Village, Brother Bear, To Die For, My Own Private Idaho, 8mm, Inventing the Abbotts, Parenthood y SpaceCamp.
Sus créditos como productor incluyen Stutz, Gunda, What the heakth, I Am Dying, The End of Medicine, Across My Land, The Animal People, Indigo y Liberty.
Ganadora de la Copa Volpi y del BAFTA, y nominada para el Óscar, el Globo de Oro, el Emmy y al Critics Choice, VANESSA KIRBY (Josefina) ha sido reconocida internacionalmente por sus papeles en cine, televisión y teatro.
Kirby fue vista recientemente repitiendo su papel como la Viuda Blanca en el último episodio de la icónica franquicia Mission: Impossible, Mission: Impossible- Dead Reckoning Part One, de Christopher McQuarrie. La cinta fue lanzada el 14 de julio de 2023.
Próximamente, Kirby y Jake Gyllenhaal protagonizarán Suddenly, cinta de Thomas Bidegain.
Kirby fue aclamada por la crítica gracias a su papel estelar junto a Ellen Burnstyn en Pieces of a Woman, de Kornél Mundruczo. Por su desempeño como Martha, Kirby fue nominada para los Premios de la Academia, los Globos de Oro, los BAFTA, los Critics Choice y el SAG. La cinta fue estrenada durante la edición 2020 del Festival de Cine en Venecia durante la competencia principal, y ahí mismo, Volpi recibió una Copa Volpi a la Mejor Actriz. La cinta fue asimismo presentada ese mismo año en el Festival de Cine en Toronto. Tras su estreno en Venecia, la producción fue vendida a Netflix y lanzada el 7 de enero de 2021.
Kirby lanzó su compañía productora, Aluna Entertainment, en 2021. Inmediatamente firmó un acuerdo para primicias con Netflix. Bajo Aluna, Kirby, asociada con Lauren dark, Ejecutiva Principal en Film4, desarrollará y producirá un catálogo de cintas centradas en personajes femeninos.
En 2022, Kirby fue vista como protagonista en The Son, cinta de Florian Zeller que, además, cuenta con las actuaciones de Hugh Jackman y Laura Dern. Esta producción fue estrenada en 2022 en el Festival en Venecia y recibió una nominación para un León de Oro a la Mejor Cinta. La cinta fue asimismo presentada en el Festival de Cine de Toronto, en el Festival en Zúrich y en el Festival de Cine en Londres, y fue lanzada en salas de cine el 11 de noviembre de 2022.
En 2019, Kirby desempeñó un papel estelar en Fast and Furious Presents: Hobbs and Shaw, un proyecto derivado de la franquicia mejor conocida como Fast and Furious y coprotagonizdo por Dwayne Johnson, Idris Elba y Helen Mirren. Ese mismo año, Kirby protagonizó The World to Come, una cinta independiente que cuenta la historia de dos mujeres que forjan un vínculo a pesar de su aislamiento en la frontera estadunidense del siglo XIX. Dirigida por Mona Fastvold, la cinta compitió durante la edición 2019 del Festival de Cine en Venecia, ganando un premio Queer Lion.
En 2018, Kirby protagonizó la muy taquillera Mission: Impossible- Fallout, y así compartió pantalla con Tom Cruise, Henry Cavill y Rebecca Ferguson. Ese mismo año, Kirby interpretó el papel principal en "Julie", obra de carrie Cracknell presentada en el National Theatre, en Londres.
Kirby puso en marcha su carrera teatral apareciendo en dos obras del National Theatre, "Women Beware Women" y "And As You Like It". Protagonizó una serie de papeles teatrales tremendamente exitosos para el director David Thacker, apareciendo primeramente como Ann en "All My Sons", de Arthur Miller, trabajo por el que ganó un BIZA Rising Star. A esto le siguió una temporada en "Ghosts", de Henrik Ibsen. Sus créditos escénicos incluyen asimismo "Three Sisters", "Uncle Vanya", "The Acid Test" y "A Streetcar Named Desire", que no tardó en transferirse a Nueva York. Por su participación en esta última puesta en escena, Kirby ganó un premio WhatsOnStage a la Mejor Actriz de Reparto.
Kirby es embajadora global para War Child, un organización caritativa que apoya a los niños del mundo que se ven afectados por la guerra y los conflictos.
TAHAR RAHIM (Paul Barras) encontró la fama como actor cuando Jacques Audiard le ofreció el papel principal en A Prophet, en 2009. La cinta ganó el Frand Prix en Cannes así como nueve premios César, incluyendo uno al Actor Más Promisorio y otro al Mejor Actor por la muy aclamada actuación de Rahim.
Al principio de su carrera, Rahim fue elegido para encarnar a un príncipe en The Eagle, cinta de Kevin McDonald coprotagonizada por Channing Tatum, y poco después para interpretar a un joven enamorándose en Love and Business, de Lou Ye, antes de reunirse con Jean-Jacques Annaud para la taquillera Black Gold (Or Noir).
Regresó a la alfombra roja de Cannes en 2013 con dos poderosas piezas: la muy galardonada The Past, de Asghar Farhadi, y la tragedia Grand Central, de Rebecca Zlotowski. Ambas fueron bien recibidas por la prensa y el público. Esto le condujo a otros impresionantes papeles internacionales, incluyendo un papel principal en The Cut, de Faith Akin.
A lo largo de los siguientes años, Tahar desempeñó papeles estelares en todo el mundo, desde Les Anarchistes, de Elie Wajeman, a Heal the Living, de Katell Quillévéré, pasando por Daguerrotype, de Kiroshi Kurosawa.
En 2018 interpretó a Judas y compartió pantalla con Joaquin Phoenix y Rooney Mara en Mary Magdalene, de Harth Davis. Ese mismo año formó mancuerna con Jeff Daniels en la serie de la BBC, "The Looming Tower", y más tarde con Stacy Martin en la cinta romántica y francesa Joueurs. Asimismo apareció en "The Eddy", la primera serie de Damien Chazelle para Netflix.
En 2021, Tahar desempeñó el papel principal en "The Serpent", una serie de Netflix producida por la BBC. Encarnó a Charles Sobhraj, un conocido asesino de los años setenta. La serie fue escrita por Richard Warlow ("Ripper Street") y Toby Finlay ("Peaky Blinders"). Fue asimismo un actor principal en The Mauritanian, dirigida por Kevin McDonald y coprotagonizada por Jodie Foster, Benedict Cumberbatch y Shailene Woodley. La cinta cuenta la verdadera historia de un prisionero que lucha por su vida a pesar de tenerlo todo en contra. El prisionero, Mohamedou Ould Slahi, fue interpretado por Tahar. Su desempeño le granjeó nominaciones para un BAFTA y los Globos de Oro al Mejor Actor.
En 2022 probó el gozo de la comedia musical con Don Juan, basada ligeramente en la obra de Moliére. Tahar encarnó a un héroe herido que está obsesionado con la mujer que le ha abandonado, interpretada por Virginie Efira.
En 2023, su primer proyecto fue un papel clave en la serie "Extrapolations", de Apple TV+, con Meryl Streep, Kit Harrington y Sienna Miller.
Rahim volverá a la pantalla grande con Monsieur Aznavour, cinta en la que interpreta a Charles Aznavour; y más tarde gracias a una cinta de Marvel, Madame Web, coprotagonizada por Dakota Johnson.