SINOPSIS
Mónica no realizó unos pagos de un cliente de la oficina en la que trabaja.
Los quince mil pesos que faltan no solo la comprometen a ella sino también a un compañero, que es quien descubre la falta.
Parece que no es la primera vez, pero el compañero, a pesar del enojo, conserva el silencio y vuelve a creerle: Mónica se compromete a reponer la suma de dinero a la mañana siguiente.
Son catorce horas aproximadamente; catorce horas, en su mayoría nocturnas, de las que dispone Mónica.
Durante ese tiempo la acompañamos por su derrotero.
Sus movimientos, siempre intensos, conllevan finos tajos (y a veces no tan finos) sobre sus vínculos.
Como si sólo se tratara de intercambios, transacciones desligadas de afecto.
Un ir y venir de la ciudad al suburbio, una y otra vez.
El espacio nocturno, que se vacía y se enrarece, favorece la intimidad y profundiza rasgos en Mónica: un dolor que no tiene reparo, una lectura del cinismo del mundo y de los otros.
Las ayudas de su hermana y un amigo, más el dinero que tienen ahorrado con su pareja, le permiten alcanzar la cifra. Ya tiene la cantidad en su cartera, puede pagar la deuda.
Pero todavía queda un encuentro en el fondo de la noche.
Palabra del director: Motivación Personal
Hace unos años vi esta escena: en un pequeño jardín abierto en el frente de una casa, en una esquina, había tres gatitos. Alguien los habría abandonado ahí un rato antes. Una mujer los vio, y probablemente conmovida se acercó a acariciarlos. Cuando la mujer se fue, uno de los gatos fue tras ella. En el cordón de la vereda, ya a punto de cruzar, la mujer lo vio junto a su pie. Se agachó, lo levantó y lo volvió a colocar en el jardín junto a los otros. Enseguida la mujer se apuró para cruzar la calle, como si la rapidez le ocultara su movimiento al gato, o simplemente escapara. Lo cierto es que el gato volvió a ir tras ella y un auto lo pisó.
Durante muchos meses esta escena rondó mi cabeza, me interpeló. Me hice muchas preguntas sobre la ternura en el mundo, sobre las formas de vincularnos con los otros. Hay algo que me impacta, ya por fuera del vínculo con los animales: el modo como se dan las transacciones entre los humanos en un mundo que propone la alienación. Mónica debe dinero, no es mucho, algo así como un sueldo mínimo. Pero para ella y sus seres cercanos, es mucho. El derrotero de Mónica, si bien está sustentado en la necesidad de conseguir dinero, pone en evidencia vínculos, aun cercanos, que se constituyen como transacción. La sensación que tuve y que tengo, y que espero le dé sustento emocional a la película, es que todos, de algún modo, en este mundo en que vivimos, cada día nos vamos quedando un poco más solos.
La deuda es seguramente mi película más narrativa. Es esto un enorme desafío. Siento una enorme seguridad para llevarla adelante a partir del rigor y la confluencia sensible con el grupo con el que vengo trabajando desde hace mucho: Diego Poleri, Abel Tortorelli, Mario Bocchicchio, Alejandro Mateo. Se agrega en este caso, con todo lo que sabemos que significa, la producción de Lita Stantic.
"La Deuda" Co producción Argentino Española
Elenco
Belén Blanco: Mónica
Marcelo Subiotto: Sergio
Leonor Manso: Mujer
Edgardo Castro: Pablo
Walter Jacob: Rafael
Andrea Garrote: Laura
Pablo Seijo: Esteban
Director: Gustavo Fontán
Guión: Gustavo Fontán & Gloria Peirano
Productores
Lita Stantic
Pedro Almodóvar
Agustín Almodóvar
Esther García
Silvana Di Francesco
Compañías productoras
Lita Stantic (Argentina)
El Deseo (España)
Producción Ejecutiva
Lita Stantic
Silvana Di Francesco
Director de Fotografía: Diego Poleri
Director de Arte: Alejandro Mateo
Jefe de Producción: Martín Rago
Asistente de Dirección: Alejandro Nanton
Casting: Gabriela Fantl
Maquillaje: Mariela Hermo
Director de Sonido: Abel Tortorelli
Editor: Mario Bocchicchio