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Inspirada en la clásica atracción del parque temático, MANSIÓN EMBRUJADA cuenta la historia de una mujer y su hijo quienes reclutan a un grupo de supuestos expertos espirituales para que los ayuden a librar su casa de ocupantes sobrenaturales.
Inspirada en la clásica atracción de parque temático, MANSIÓN EMBRUJADA , de Walt Disney Pictures, cuenta la historia de una mujer y su hijo que acuden a un heterogéneo grupo de supuestos expertos espirituales para que los ayuden a librar su casa de unos ocupantes sobrenaturales.
Justin Simien (Bad Hair, Dear White People) dirige la película, sobre un guion de Katie Dippold (Chicas armadas y peligrosas, Cazafantasmas), protagonizada por un destacado elenco coral de comedia integrado por LaKeith Stanfield (Entre navajas y secretos), Tiffany Haddish (Un viaje pesado), Owen Wilson (Loki, de Marvel), Danny DeVito (Jumanji: El siguiente nivel), Rosario Dawson (Zombieland: Tiro de gracia), Chase W. Dillon (El ferrocarril subterráneo), Dan Levy (Schitt's Creek) junto con los actores ganadores de premios Oscar® Jamie Lee Curtis (Todo en todas partes al mismo tiempo) y Jared Leto (La Casa Gucci).
El director imaginó un grupo diverso de actores para dar vida a los pintorescos personajes del guion con especificidad y excentricidad, y eso fue exactamente lo que logró. "Es el elenco de mis sueños" -dice-.
Para interpretar a Ben, un científico que se especializa en actividad paranormal y está en una encrucijada existencial en su vida, eligió al actor nominado a los Premios Oscar® LaKeith Stanfield (Judas y el mesías negro, Más dura será la caída, Atlanta).
El actor había ido recientemente a la atracción del parque temático por primera vez y le pareció "muy inmersiva, genial y espeluznante en su justa medida".
Stanfield quedó impresionado por la genial combinación de terror, comedia y emotividad del guion. "Hay momentos que son muy graciosos, luego hay suficiente del elemento escalofriante y también hay introspección, de modo que uno puede atisbar la humanidad de los personajes. No es frecuente ver una película que tenga todo eso, y esta lo tiene, es muy especial".
Stanfield explica: "Los personajes están experimentando situaciones difíciles. Cuando encontramos a mi personaje, Ben, al comienzo de la historia, está en un mal momento. Bebe demasiado y además llora la muerte de su esposa que falleció recientemente. De modo que está tratando de encontrar respuestas a estas preguntas insondables y está en un momento de su vida en el que prácticamente se dio por vencido".
Pero a pesar de sus conocimientos sobre actividad paranormal, Ben no cree que la Mansión esté realmente habitada por fantasmas. Cuando el Padre Kent le pide ayuda, acepta únicamente cuando le ofrece pagarle, pensando que va a hacer dinero fácil.
El director Simien dice de Stanfield: "Soy admirador de él desde hace muchísimo tiempo. Cuando lo llamé, le dije, «Sabes, tu superpoder es poder convencer al público de cualquier cosa». Tiene algo en la mirada, algo en su habilidad de ser vulnerable en casi todo momento, pero al mismo tiempo fuerte. Te convence. Ben es un personaje difícil porque él realmente es el protagonista que mueve la historia, pero no es un típico protagonista de Disney. Es un hombre al que conocemos al comienzo de la película cuando está de duelo. Y la idea es que nos conectemos emocionalmente con el personaje para que nos lleve consigo durante toda la película. Para eso hace falta una habilidad muy especial, y realmente no nos decepcionó. Fue genial trabajar con él".
La actriz y comediante ganadora de premios Emmy® y Grammy® Tiffany Haddish (Viaje de chicas, El día después) interpreta a Harriet, la extravagante clarividente del Barrio Francés que descubre que sus habilidades sobrenaturales podrían ser mucho más fuertes de lo que imaginaba cuando se enfrenta a la potente energía que fluye dentro de la Mansión Embrujada.
A pesar de aparentar ser una aficionada que trabaja para los turistas en Bourbon Street, Harriet proviene de una larga tradición de clarividentes. Pero todavía debe dominar el arte de lo oculto y, tras años de cuestionarse su falta de habilidad, enmascara el malestar de su fracaso con una fachada de estafadora.
Al igual que el Padre Kent y Ben, Harriet no sabe lo que le espera cuando visita la Mansión, y se va rápidamente luego de experimentar un poco de la energía oscura del mundo de los fantasmas. Pero vuelve y acepta ayudar, aunque más no sea para liberarse del fantasma que se le adosó luego de su visita inicial.
Harriet es lo suficientemente inteligente como para saber que necesitará cada hechizo, poción y conjuro que tenga a su disposición, pero, insegura de su capacidad, aborda la tarea con vacilación.
Desde el comienzo, Haddish hizo suyo el personaje de Harriet.
"Me encanta interpretar a Harriet -dice la enérgica comediante-. En primer lugar, ella no es solo una clarividente, es una médium, de modo que puede hablar con los espíritus. Investigué y conozco muy bien a Harriet. Así que cuando digo que hay espíritus, hay espíritus. Estoy llevando el personaje a otro nivel y plasmando la esencia de Nueva Orleáns".
Describiendo a su personaje como "alguien que quiere divertirse", Haddish dice: "Harriet es muy ecléctica, y su aspecto es exótico y refinado a la vez. Tiene unas uñas espectaculares y usa turbante y muchas capas de ropa. A Harriet le gustan las capas. Es como una cebolla, hay que pelarla".
Fanática de la atracción del parque temático desde hace tiempo, Haddish comenta: "Lo que me encanta de la atracción Mansión Embrujada es que es escalofriante, pero no demasiado. Es escalofriante en su justa medida".
Y continúa diciendo: "Para mí, la atracción representa el tipo de película que quiero ver cuando tengo ganas de ver una película de miedo. Te da miedo, pero no es cruenta. Es divertida, y te permite usar tu imaginación. Siento que, al igual que la atracción, esta es una película que está dentro del género de terror, pero que igual te da alegría. Y eso es muy importante para mí".
Dice Simien: "Lo que tiene Tiffany Haddish de maravilloso es que todo lo que hace es perfecto. Si se equivoca la letra o dice algo que no está en el guion o hace algo inesperado, siempre lo hace perfecto, siempre es auténtico, siempre es real. Además, obviamente, es graciosísima. Con ella era como si estuviéramos jugando. La siento como mi hermana. Trabajar con ella es extraordinario".
Owen Wilson, conocido por interpretar papeles en una variedad de géneros, como la serie de Marvel Studios Loki, la franquicia de comedia Zoolander, y todas las películas de Wes Anderson, interpreta el papel del Padre Kent, a quien Gabbie recurre cuando descubre que su nuevo hogar está embrujado. A pesar de su perspectiva de vida positiva y optimista, y su vestimenta eclesiástica, el comportamiento bohemio del Padre Kent y sus extraños comentarios parecen fuera de lugar en un clérigo.
Wilson dice que su personaje "decididamente no es un sacerdote típico. No se ven muchos sacerdotes corriendo por ahí con un hacha. Tiene una manera muy relajada de abordar las cuestiones de fe y se especializa en exorcismos. Es una especie de pionero en su campo, y las habilidades que tiene son únicas. No creo que haya otro sacerdote como él en Luisiana".
Wilson recuerda: "Cuando Justin y yo estábamos conversando por primera vez sobre el personaje, a mí me impactó lo abierto que estaba a mis sugerencias. Siempre colaborativo y alentador. Tiene buena oreja para lo que es gracioso e interesante, así que fue genial escuchar sus ideas y ser dirigido por él".
De Wilson, Simien dice: "Owen es un profesional consumado, sin embargo cuando está frente a la cámara, está totalmente relajado y en el momento presente. Deja que la cosa fluya. Aporta una calidez y un humor a todo lo que dice y hace. Es como si te guiñara el ojo, sin guiñarlo. Este personaje del Padre Kent es muy diferente interpretado por Owen a lo que era en el guion, y lo que logramos con ese personaje superó mis expectativas en todo sentido. Mucho de su diálogo es improvisado o lo decidíamos justo antes del plano o entre tomas. Siempre está tratando de ver cómo darle más vida al personaje, cómo hacerlo más gracioso, cómo hacerlo más interesante".
El veterano actor Danny DeVito (Jumanji: El siguiente nivel, Siempre hay sol en Filadelfia) interpreta al profesor Bruce Davis, el hosco e irritable profesor de la Universidad Tulane que estudió científicamente las ocurrencias sobrenaturales, tales como los espíritus que habitan espacios físicos en el mundo real.
Dice DeVito: "Hace tiempo que Bruce estaba buscando esta legendaria Mansión Embrujada. Un día, en el aula, se le presenta la oportunidad cuando ve una imagen que traen dos personas que él no conoce. Ellos conocen la ubicación de la Mansión Embrujada, lo que es muy misterioso, porque Bruce, a pesar de interminables búsquedas y mucha investigación, nunca tuvo suerte para encontrarla".
DeVito, que tiene tres hijos y estuvo en la atracción "al menos una docena de veces", dice que la película es "un homenaje a la atracción Mansión Embrujada. Te da la misma experiencia inicial de cuando te subiste a la atracción por primera vez".
Y continúa diciendo: "No dudé en interpretar el papel de Bruce por Justin Simien. Vi sus otras películas y me encanta su estilo, gracioso pero real, y estaba deseando ver cómo iba a encarar este tipo de material. Creo que hizo un gran trabajo. Está la veneración por la atracción, sin duda, que es genial porque incluyó todo lo que se siente en la atracción, pero le agregó su propia interpretación, que tiene que ver con humanidad y humor, y personajes con los que uno se puede relacionar emocionalmente".
Simien dice que DeVito es "un actor extraordinario y brillante, un verdadero maestro. Elevó todo lo que hacía, y tiene un carisma tan particular que le aporta su energía muy especial a todo. No puedes dejar de mirarlo. Además, él también es realizador, de modo que cuando terminaba con sus tomas o planos, se quedaba en el plató para ver lo que yo hacía y preguntaba por qué hacíamos esto en lugar de aquello. Fue como un mentor impresionante. Yo me sentía muy honrado de tener en él a un amigo y a un colega, más allá de su personaje. Es una persona increíble. No me alcanzan los elogios para Danny".
Rosario Dawson (Dopesick, Ahsoka) interpreta a Gabbie, una médica inteligente y consumada, madre de un niño, Travis, que se dispone a enfrentar lo que espera sea un nuevo comienzo en una enorme casona prebélica en Nueva Orleáns. Con las mejores intenciones, le promete a su hijo una nueva aventura, aventura que da un giro inesperado.
Dawson ve a Gabbie como una protectora maternal incondicional que estimula al grupo con pasión y resiliencia.
Dice Dawson: "Lo que me encanta de Gabbie es que es alguien muy capaz, muy formada, que tiene la imaginación y los medios para llevar a cabo este gran proyecto de comprar una mansión. Es una madre viuda que está presente para su hijo con pasión e integridad y está totalmente concentrada en salir adelante. En última instancia, cuando la cosa se pone difícil, Gabbie tiene una tenacidad que me encanta, sin importar las circunstancias. Tiene agallas, que funcionan como un buen grito de guerra para los demás, y termina uniéndolos en una especie de familia por elección".
Gabbie y Travis se dan cuenta rápidamente de que su nuevo hogar está habitado por fantasmas. Pero en lugar de huir en la primera oportunidad, Gabbie decide mantenerse firme y resolver el problema como la mujer fuerte que es.
Para Dawson, ardiente fan de toda la vida de todo lo relacionado con Disney, con una especial afinidad por la Mansión Embrujada, incorporarse al proyecto fue un sueño hecho realidad. Le gustó especialmente que la versión de los realizadores estuviera tan hábilmente entrelazada con el ADN de la atracción.
Dice Dawson: "Me encanta esa atracción, significa todo para mí y para los millones de personas que tienen los mismos recuerdos mágicos. Me encanta que sea una parte de la experiencia Disney, que es tanto para niños como para adultos, a nivel que entretiene y cuenta una hermosa historia sobre el más allá. Me entusiasma que todos los fans hagan el mismo viaje con nuestra película".
Y continúa diciendo: "Es genial ver este grupo de personajes unirse y encontrar una conexión y un grupo familiar. Hay unos momentos muy emocionantes y emotivos que luego viran a una total hilaridad y después a los sustos. Creo que eso es lo que te da la sensación de la atracción porque está cambiando todo el tiempo, de momentos que son dulces y tiernos, pasa a escalofriantes y luego a momentos mágicos fascinantes, y luego es espeluznante otra vez, y rara. Es una verdadera montaña rusa de emociones".
Dice Simien sobre Dawson: "Es como un rayo de sol, así que trabajar con ella te levanta inmediatamente el espíritu (valga la expresión). En esta película, le toca ser una versión más relajada y graciosa de sí misma y realmente encontrar el humor en la vida. Es fantástica y le aportó mucha vida a un personaje que podría haber sido genérico, y ella lo hizo divertido, interesante y lleno de vida".
Para interpretar a Travis, el hijo de 9 años de Gabbie, a quien le cuesta hacerse de amigos en la escuela, los realizadores eligieron a Chase W. Dillon, de 13 años, que actuó en la película Más dura será la caída y en la aclamada miniserie El ferrocarril subterráneo.
Dillon se encariñó con sus colegas durante la filmación, adoptando a Dawson como su "mamá en y fuera del plató", Stanfield como su "hermano mayor" y Haddish como su "tía". Admira muchísimo a DeVito -"una leyenda viviente"- y a Wilson, y dice que todos formaban una "gran familia feliz".
En la película, mientras investigaban Gracey Manor, los personajes se enteran de otra mansión que está conectada con la historia de Gracey Manor, que fue convertida en un hotel de media pensión por Vic, su melodramático dueño. Vic es interpretado por Daniel Levy, el cocreador, guionista, director y protagonista ganador en los Premios Emmy® de Schitt's Creek.
De Levy, Simien dice: "Dan es fantástico, es desopilante, prácticamente todo lo que dice me hace caer al piso de la risa".
Mientras nuestros héroes investigan la Mansión, se topan con un baúl en el ático que contiene una bola de cristal. Esta bola de cristal resulta ser el "hogar" de uno de los personajes más memorables de la atracción del parque temático: Madame Leota. Para traer su cabeza flotante a la gran pantalla, los realizadores la imaginaron como una antigua clarividente cuya misteriosa desaparición nunca fue resuelta. Crearon una elaborada historia preliminar del personaje, en la que ella era una gitana de Europa Oriental con una capacidad inigualable como médium, sumada a una afición por el arte de vender. También es la heroína personal de Harriet.
La actriz ganadora de un premio Oscar® Jamie Lee Curtis (Todo en todas partes al mismo tiempo, Entre navajas y secretos, Halloween) le aporta a la película una Madame Leota que deleitará al público.
Dice Curtis: "No te puedes imaginar mi alegría cuando mis agentes me llamaron y me dijeron que me querían para interpretar a Madame Leota en la película MANSIÓN EMBRUJADA . Nací y me crie en California. Crie a mis hijos aquí y probablemente subí a esa atracción 25 veces en mi vida. Fue algo emocionante".
Curtis explica: "Madame Leota es la cita misteriosa de la película. Es la entidad desconocida. Es la mujer detrás de la bola de cristal. La vimos en la atracción, pero no sabemos por qué está en la bola. ¿Cómo llegó allí? ¿Está atrapada en la bola o le gusta estar allí? ¿Es algo que la hace feliz o que la frustra? Lo divertido de la película es que podemos explorar todo eso porque ella tiene que ayudar a responder algunas preguntas sobre lo que pasa en la Mansión Embrujada".
Simien dice: "Jamie Lee Curtis es todo lo que uno se imagina y mucho más. Para un personaje tan icónico como Madame Leota, hacía falta alguien icónico para interpretarla. Lo que me encanta de ella es que es denodadamente auténtica, y es muy difícil canalizar autenticidad cuando se es solo una cabeza en una bola, y de alguna manera, ella lo logra, y de alguna manera, te lleva a su historia y a su presencia. Es divertida y eléctrica. Fue emocionante trabajar con ella".
De Simien, Curtis dice: "Es una persona muy alegre que ama lo que hace y es un placer estar con él".
En el baúl del ático, el grupo también encuentra un libro de conjuros. De allí son atraídos a una habitación secreta en donde, con la guía de Harriet, hacen una sesión espiritista y la verdadera historia de la Mansión comienza a develarse.
Aunque la mayoría de los fantasmas de la Mansión Embrujada están satisfechos con su existencia y son relativamente benignos, hay algunas entidades malevolentes que amenazan con romper el equilibrio de poder y hacer estragos con cualquiera que entre. Uno en particular es el Fantasma del Sombrero, que está basado en un personaje que apareció originalmente en la atracción del parque temático. Se trata de un aristocrático espíritu con capa cuyo aspecto amenazador, su forma sin cabeza y su misterioso sombrero asusta a todos los demás fantasmas de la Mansión. Este fantasma tiene una fijación especialmente intensa en los nuevos residentes de la casa con motivos ocultos que podrían dejarlos atrapados en la mansión para siempre. Está interpretado por el actor ganador de un premio Oscar® Jared Leto (El club de los desahuciados, La Casa Gucci, Escuadrón suicida).
Dice Simien: "Lo divertido de Jared es que no sabrías que es él quien interpreta al Fantasma del Sombrero, salvo que alguien te lo diga. Aun así, trabajó muchísimo el personaje y pensó mucho sobre cada decisión. Trabajamos muchísimo tiempo para encontrar cosas como el acento y su historia preliminar y por qué camina así en lugar de caminar asá. El Fantasma del Sombrero es un producto de los fans. Es una cara que la gente vio en la atracción y esa cara lentamente se convirtió en este personaje. Realmente creo que los fans van a sentir que le hicimos justicia y que le dimos cuerpo a este personaje fantástico y lo anclamos en alguien que se siente real".
Leto también hace la voz del personaje de Alastair Crump, un acaudalado industrial del norte del estado de Nueva York con una conexión siniestra con la Mansión Embrujada. Dicho sea de paso, el apellido Crump es un homenaje al legendario imagineer de Disney Rollie Crump, que junto con su compañero Yale Gracey -en homenaje a quien llamaron Gracey Manor a la mansión- fue responsable de gran parte del aspecto de la atracción original del parque temático.
La película cuenta también con cameos de Hasan Minhaj (The Morning Show), Marilu Henner, que coprotagonizó con DeVito la popular serie de televisión de los años setenta Taxi y el humorista Jo Koy (Easter Sunday).
Simien explica: "Una de las cosas que más me gusta de tener una obra coral es sacar el mayor partido de estos personajes que aparecen en un momento y luego desaparecen. Lo genial de estos actores es que son estrellas por derecho propio, pero aportan muchísimo con los cameos que hacen. Personifican el viejo adagio que dice que no hay papeles pequeños, porque en cada uno de sus momentos, se roban el espectáculo".
Simien, Lin y Eirich reunieron un equipo creativo de primera línea recrear la Mansión para MANSIÓN EMBRUJADA , encabezado por el director de fotografía Jeffrey Waldron (Dear White People), el diseñador de producción Darren Gilford (Spider-Man: Sin camino a casa), el decorador de escenografía ganador en los Premios Oscar® Victor J. Zolfo (El curioso caso de Benjamin Button) y el maestro de utilería Steven B. Melton (Tren bala, Godzilla vs. Kong).
La producción comenzó en Atlanta el 11 de octubre de 2021 en los Trilith Studios, en donde la compañía filmó durante once semanas y media antes de trasladarse a Nueva Orleáns, en donde rodaron once días.
Casi un año antes del inicio de la producción, el diseñador de producción Gilford, que comenzó como pasante en Walt Disney Imagineering, empezó a consultar con imagineers y equipos de los parques temáticos para crear un aspecto de la Mansión que dejara satisfechos a los fans de la atracción y al mismo tiempo impresionara al público de cine de todo el mundo.
Dice Gilford: "Tenemos mucha suerte de tener el apoyo de losimagineers de Walt Disney Imagineering para informarnos sobre las atracciones Mansión Embrujada de todo el mundo, ya que cada una tiene sus particularidades. Los imagineers tuvieron la amabilidad de prestarnos su biblia, en donde están catalogados todos los detalles de la atracción Mansión Embrujada, algo que realmente fue invaluable. Nos permitió elegir elementos de todas las atracciones para producir la versión ideal de lo que queríamos que fuese nuestra Mansión Embrujada, además de darnos la posibilidad de incluir huevos de Pascua y darle toques sutiles a nuestra historia".
"Todos nos inclinamos hacia la riqueza y la historia de la Mansión Embrujada de Disneyland -comenta Gilford-. Tiene muchísimo material y muchos elementos icónicos de diseño para elegir. Por ejemplo, cuando llegas a Anaheim y estás entrando al parque, la entrada principal enmarca la Mansión de una manera tal que se la ve entera, algo que fue muy importante para mí de mantener. Quería que el público experimentara ver la Mansión por primera vez en la película de una manera que recordara la visita al parque. Esa fue una decisión importante, e hicimos algunos pequeños cambios para la filmación, pero el efecto, la revelación, es igual".
Se construyó una fachada de dos pisos del exterior de Gracey Manor en el plató de exteriores de Trilith Studios, entera, con la verja de entrada y una hilera de robles vivos repletos de musgo español.
Para tener espacio para la acción cinematográfica y las exigencias de la filmación, Gilford y el equipo del departamento de arte se tomaron algunas libertades creativas con la escala del espacio interior de la Mansión, diseñándola mucho más grande que la casa de la atracción.
El plató del nivel principal de la Mansión incluía su fachada con los escalones exteriores que conducían a la entrada de la casa y luego al vestíbulo y al corredor principal. La sala de estar y la biblioteca, polvorientas y llenas de telarañas pero lujosamente decoradas, estaban ubicadas a la izquierda del corredor, mientras que el amplio comedor estaba a la derecha. Al final del pasillo, en donde una armadura montaba guardia, había una escalera que conducía a los pisos superiores.
El resto de los platós, que incluían una enorme cocina que conducía al porche trasero, varias habitaciones, los pasillos del piso superior, la sala de sesiones espiritistas de Madame Leota, el ático y el sótano, serían construidos en otros escenarios.
Eirich comenta: "Nuestra intención colectiva era asegurarnos de que el público tuviera la oportunidad de bajarse del carrito de la atracción y recorrer la casa apreciando todos los detalles de nuestro mundo. Darren fue muy meticuloso, estudió a fondo la historia y el diseño de la atracción y lo interpretó en nuestro mundo a una escala similar, con los colores, las paletas y el mobiliario acentuados con detallados referentes, como el papel de las paredes, las manijas de las puertas, los grabados y las docenas de cuadros que colgaban de las paredes. Todo se hizo al servicio no de crear una copia exacta de la atracción sino de imitar su atmósfera. Queríamos dar la sensación de estar en la atracción y descubrir este mundo más amplio".
Simien, Gilford y los productores tuvieron una gran imaginación y una gran cantidad de oportunidades de colocar huevos de Pascua durante todo el transcurso de la película para la gran cantidad de entusiastas de la atracción con ojos de lince.
Aunque era vital plasmar la magia de la atracción e incluir características esenciales como la sala que se expande, la icónica galería de retratos y la araña de techo gigante, era de igual importancia emplear una estrategia deliberada y bien dimensionada.
Dice Gilford: "Uno de los aspectos más interesantes de mi trabajo cuando tengo una propiedad intelectual como Mansión Embrujada es cómo hacer para insertar delicadamente estos pequeños guiños de la atracción dentro de la película. Hay ciertos elementos que uno quiere destacar de entrada, y hay otros que uno quiere sean una lectura secundaria y un poco más sutiles de modo que quede todo equilibrado y entretejido muy cuidadosamente cuando vamos diseñando y construyendo los platós o cuando los decoramos".
El decorador de escenografía Zolfo y el maestro de utilería Melton incluyeron piezas curadas basándose e inspirándose en las que se usaron para decorar la atracción del parque temático.
Zolfo explica: "Mi plan era obtener antigüedades muy hermosas y originales. Básicamente retapizamos, repintamos y reconfiguramos casi todo el mobiliario, los accesorios y los objetos decorativos que pusimos en la casa. La idea para la mayoría de los muebles era que todo tuviera un tinte dorado. Fue la mejor manera de elevar la estética al punto en el que es viejo pero de una manera mágica".
Uno de los platós más significativos para Zolfo y su equipo en cuanto al alto impacto que debía causar fue la sala de sesiones espiritistas, para la cual Gilford imitó el diseño circular de la atracción. Con una gran mesa redonda colocada en el centro, Gilford imaginó las paredes de piedra circundantes con pequeños nichos.
Zolfo imaginó rincones y estantes dentro de esos pequeños espacios llenos de pequeñas ofrendas y recuerdos de personas que habían estado en la casa y tratado de contactar a sus seres queridos que habían pasado a mejor vida. El equipo de decoración de escenografía colocó urnas funerarias, pequeñas fotografías, grabados y hasta frascos de perfume que luego se envejecieron apropiadamente con polvo y telarañas.
Para conseguir la enorme cantidad de obras de arte necesarias para decorar los platós, que incluían copias de las obras usadas en las atracciones, contrataron a un curador de arte con dedicación exclusiva.
Simien dice: "Para Darren, y también para mí, cualquier cosa que el público pueda ver ayuda a contar la historia, de modo que hay mucha reflexión y esmero puesto en cada pequeño rinconcito de los platós de MANSIÓN EMBRUJADA . Lo genial es que cuando tienes un elenco como este, en el que todos poseen la habilidad de estar en el momento presente, ellos utilizan todo lo que tienen a su alcance y están totalmente inmersos en este mundo que creó Darren. Es mágico".
Los actores alabaron efusivamente el diseño de producción y la decoración de la escenografía. Stanfield le atribuye al entorno fantástico el haberle provisto una base sólida para cada aspecto de su actuación.
Dawson dice: "Era imposible caminar por cualquiera de nuestros platós sin notar algo valioso. Desde el título de un libro en un estante a los bustos de la biblioteca, siempre había algo escalofriante que encontrar dondequiera que miraras, y eso era importante para cada uno de nuestros personajes. La sensación era abrumadora, pero por otro lado, los platós generaban espacio para improvisar cosas maravillosas. Hubo algo muy alentador en cómo todos nosotros interactuamos en esos espacios".
DeVito agrega: "Cuando vi por primera vez los platós de MANSIÓN EMBRUJADA , me quedé impresionado por su magnitud y su magnificencia. La enormidad de ese techo de 8 o 9 metros. Los salones y los corredores amplios, y los magníficos detalles. Justin y su equipo de diseño crearon un entorno increíble para todos nosotros".
Curtis recuerda: "Llegué a Atlanta y me encontré con estos enormes platós a la antigua. No eran simplemente platós cinematográficos, eran obras de arte hermosamente construidas. La Mansión es la estrella de la película, y fue muy fuerte, un poco abrumador, y emocionante ver lo meticuloso que era el diseño. Se podría hacer una película entera sobre esas pequeñas cositas que tallaron en la madera".
Gilford y su equipo tuvieron que enfrentar el desafío de diseñar no solo una sino dos mansiones embrujadas. Además de Gracey Manor, tuvieron que crear Crump House, que fue construida originalmente por Alastair Crump y luego convertida en un hotel de media pensión por su dueño, Vic. Para diseñar Crump House se basaron en la atracción Mansión Embrujada del Disney World de Orlando (Florida), que es un edificio gótico de ladrillo y piedra, le añadieron detalles franceses y rococó para reflejar la actitud arrogante y ostentosa de Crump.
Luego de terminar de rodar en Atlanta, la compañía viajó a Nueva Orleáns para filmar en locación. Para Simien, fue importante tener Nueva Orleáns para ambientar MANSIÓN EMBRUJADA y para empezar, como corresponde, con un funeral.
"Quería empezar esta película con una procesión funeraria típica de Nueva Orleáns para reflejar inmediatamente tanto el duelo como la celebración cuando fallece un ser querido, porque eso es exactamente lo que hace la atracción. Hay una síntesis muy clara que nos brinda Nueva Orleáns, que se intersecta tan orgánicamente con la Mansión Embrujada que fue, honestamente, una de las primeras cosas que consideramos a nivel creativo en todos los departamentos".
El rodaje continuó por todo el Barrio Francés, con puntos de referencia notables como Jackson Square y Preservation Hall para reproducir la "excursión de fantasmas" de Ben. El elenco y el equipo de filmación luego viajaron fuera de la ciudad a una propiedad apartada para rodar las escenas de noche en exteriores.
Para el diseñador de vestuario nominado a los Premios Oscar® Jeffrey Kurland (Tenet), la oportunidad de encargarse del amplio arco de épocas que abarca la película, desde fines del siglo XIX hasta el presente, fue algo irresistible.
Siguiendo la única directiva de Simien de mantenerse fieles a cada época al momento de diseñar el vestuario de los habitantes fantasmagóricos de la Mansión Embrujada y de los personajes de la época moderna, Kurland se inspiró en la atracción de Disneyland sin adherirse completamente en relación a la fabricación y el estilo. Empleando su propio estilo de taller, diseñó la vestimenta para todo el elenco principal y para los actores que interpretaban a los fantasmas con trajes, accesorios y zapatos hechos a medida.
Dice Kurland: "Diseñar de esta manera significa mucho detalle para cada traje, ya que cada uno se diseña individualmente y luego se integra como parte del conjunto. Todo se combina con una estricta paleta de colores a la que me adhiero para cada personaje y luego está la paleta de colores más amplia. Son muchos niveles, muchos extras y mucho color, pero todo es muy sutil. Justin y estos maravillosos actores aceptaron de muy buen grado las ideas locas que se me ocurrieron".
Para Harriet, la médium inspirada en los gitanos interpretada por Tiffany Haddish, Kurland combinó la cultura criolla con las adivinas de feria y las gitanas rumanas, con un toque de la cantante de neo soul Erykah Badu. Turbantes multicolores, manos con henna y larguísimas uñas acentuaban las capas sueltas de suntuosas telas, un vestido ajustado a la cintura usado debajo de un abrigo de estilo antiguo con botas con cordones hechas a medida.
Kurland dice: "Claro que Tiffany lo viste todo con su propia personalidad, que es lo que le da el encanto, porque ella siempre sale airosa aunque le pongas cualquier cosa. Uno nunca quiere que el actor sea lucido por la ropa, la ropa debe ser lucida por el actor".
Para crear el aspecto del sacerdote bohemio de Owen Wilson, Kurland, en colaboración con Wilson, decidió que pantalones negros hechos a medida con una raya de esmoquin de satén, una camisa negra abotonada, un chaleco cruzado negro bajo un abrigo de lana negra adornado con sutiles puntadas rojas y un cuello clerical serían la base del atuendo. A eso le agregaron accesorios: un bombín estilo antiguo de terciopelo negro, guantes de cuero negro, una pata de conejo blanca en una larga cadena y un montón de otros talismanes, zapatos wingtip Oxford blanco y negro bien lustrados y lentes de sol de cristal rojo. Más adelante, cuando el Padre Kent es secuestrado en la Mansión, tuvieron la oportunidad de mostrar un costado diferente del personaje, vistiendo una bata negra de seda estilo chinoiserie usada sobre un piyama de seda color crema con un gorro de lana rojo.
Imaginándose al Padre Kent como un hombre mayor que Wilson, la diseñadora de peluquería Jeri Baker tiñó de gris el cabello rubio del actor.
"El Padre Kent no en un sacerdote común y corriente" -comenta Kurland-.
Para Bruce, el excéntrico pero malhumorado académico, Kurland confeccionó un traje de lana de tweed del estilo de los años cuarenta con una gabardina, y Baker le hizo un peinado tipo cortinilla, ralo pero activo, usando extensiones de cabello bien colocadas y pegamento para crear un efecto cómico.
Aun con docenas de fantasmas para vestir con trajes apropiados a la época, el desafío más grande para Kurland y su equipo de artesanos sería transformar a Jamie Lee Curtis en Madame Leota, el personaje que todos los que hayan ido a la atracción recordarán como una cara que habla dentro de una bola de cristal.
Cada puntada del complejo tocado, vestido y bata de Madame Leota sería dada por el equipo de Kurland de los cortadores de patrones, los modistos, los tintoreros y añejadores, los sombrereros, los sastres, los trabajadores de cuero y las costureras especializadas que elaboraron su conjunto.
Curtis recuerda: "Los trajes realmente cuentan una historia, en muchos sentidos. Cuando me mostraron los bocetos de los trajes, yo me quedé anonadada. A mí me han hecho muchos trajes pero nunca me hicieron un traje como el que me hizo Jeffrey para Madame Leota. Apenas vi la influencia rusa y lo intrincado del detalle, las cuentas y esos hermosos tocados, eso me dijo todo. Enseguida me di cuenta de que ella no se había criado en el Valle de San Fernando. Era una mujer claramente criada fuera de Estados Unidos y eso me ayudó mucho. La manera en la que los trajes te hacen pararte, eso solo lo cambia todo. Cambia la manera en la que respiras, cambia la manera en la que actúas, sin duda, así que me informaron todo".
Aunque efectos visuales construiría el paisaje de la película, asistiría en la formación del mundo de los fantasmas y realzaría el brillo espectral de las apariciones, los realizadores querían usar efectos especiales prácticos en lugar de fantasmas digitales lo más posible, especialmente porque habría mucha interacción en pantalla entre los personajes vivos y los espíritus. En consecuencia, se usaron casi 50 actores para interpretar los fantasmas de la Mansión.
El diseñador de maquillaje ganador de un premio Oscar® Joel Harlow, que estuvo a cargo del maquillaje de efectos especiales para las películas basadas en atracciones tales como JUNGLE CRUISE y la franquicia PIRATAS DEL CARIBE, y que fue asesor de proyectos de la división de parques de Disney, fue elegido para diseñar siete de los fantasmas de la película basados en los personajes más memorables de la atracción: los tres Fantasmas Autoestopistas -Ezra, Phineas y Gus-, la Novia, el Fantasma del Hacha, la Momia y el Fantasma del Sombrero. Todos menos el último fueron interpretados por actores que pasaban un mínimo de cuatro horas en peluquería y maquillaje para su transformación. El Fantasma del Sombrero fue hecho de manera digital, con un actor vistiendo un traje de captura de movimiento debajo de la galera, el sobretodo y el bastón característicos del personaje. Jared Leto luego grabó el diálogo del Fantasma del Sombrero durante la posproducción. Harlow ya conocía bien a los personajes de la atracción de Disneyland pero le interesó mucho obtener información adicional de la atracción de Disney World, en Orlando.
Dice Harlow: "Tuve la suerte de caminar por la atracción Mansión Embrujada antes de que abriera el parque. Con todas las luces encendidas, pude ver de cerca los efectos de los fantasmas y su funcionamiento".
El objetivo de Harlow era adaptar los fantasmas de la atracción a un entorno del mundo real, usando maquillaje y prótesis, no solo concentrándose en el rostro y la cabeza sino en todo el cuerpo.
"Hay muchas cosas que hay que tener en cuenta cuando tienes a un actor que debe actuar con uno de los personajes de fantasmas que está totalmente maquillado con prótesis. El aspecto no debe ser demasiado discordante para la cámara o con el actor. Ahora los dos conviven en la misma realidad, de modo que tenía que pensar en cómo darle esa capa extra de realismo. ¿Está bien la textura de la piel? ¿Los rasgos son demasiado exagerados? Era importante traer a nuestros famosos fantasmas al mundo real aunque pertenezcan al mundo de los espíritus".
Harlow y su equipo agregaron un pigmento fluorescente a las prótesis de silicona para que cuando los actores que interpretaban a los fantasmas estuvieran iluminados en el plató, brillaran con un poco de magia espectral. El equipo de efectos visuales trabajó en sintonía con Harlow para ajustar los elementos luminiscentes en la medida de lo necesario.
Harlow y Simien pronto desarrollaron un código entre ellos debido a su gran amor por la atracción.
"Trabajar con Justin es muy fácil y colaborativo -dice Harlow-. Los dos somos fanáticos de la atracción y cuando te encuentras con un director con quien tienes cosas en común, es fácil comunicarte, incluso con una sola palabra. Justin aprecia muchísimo la atracción, lo que se traduce en que aprecia mucho lo que estamos haciendo, y eso te hace querer trabajar más duro".
Los actores que interpretaron a los demás fantasmas, entre ellos, Lady Blue, la Emperadora Ming, el Rey y la Reina Medievales, el Guerrero Africano y la Abuelita, junto con los personajes vivos, quedaron en las hábiles manos de la jefa del departamento de maquillaje Kimberly Jones (Ms. Marvel) y la jefa del departamento de peluquería Jeri Baker (Dopesick) y sus respectivos equipos.
Mi juguete preferido cuando era muy pequeño era el Fisher-Price Movie Viewer. Era una cámara nueva, parecida al View Master, pero con unos cartuchos de cinta que reproducían una serie de fotogramas de dibujos animados. Casualmente, todas las cintas que yo tenía eran del catálogo de Disney. Este juguete no solo alimentó mi asombro y fascinación por la imagen en movimiento, sino que quizás también me ayudó a recluirme del entorno social de la escuela en donde mis intereses me definieron claramente como alguien raro y marginal. Muchos años después, mi Movie Viewer se convertiría en una cámara filmadora de verdad, que me permitió ingresar a espacios y mundos a los que quizás no hubiera entrado sin ella, y al mismo tiempo me daba una sensación continua de nostalgia de mi niñez.
Desde mi primera película y serie Dear White People hasta ahora, mi modus operandi fue entretenimiento sarcástico con elenco coral con temas humanistas y florituras de género, y desde el momento que tuve mi primer contacto con el guion de MANSIÓN EMBRUJADA , vi la oportunidad de usar mis habilidades y mi perspectiva para elaborar una versión novedosamente divertida de un legado de Disney que también me toca de cerca personalmente. Después de todo, en el medio de toda la aventura, el humor y la fantasía de terror que había en esas páginas, esta era una historia que descansaba en la cuestión de si era posible que un hastiado introvertido fuera capaz de tener sentimientos complejos y mostrarse vulnerable frente a los demás. Era una historia que entretenía y al mismo tiempo mostraba cómo enfrentar esas cosas de la vida que más nos asustan. Era un guion con un potencial cinematográfico inmenso pero también un mensaje personalmente relevante sobre el dolor de la pérdida y cómo atravesarlo. Dicho en pocas palabras, era una historia sobre mí: alguien que construyó barreras sociales que eran necesarias es atrapado en los misterios de la Mansión Embrujada de Disney y debe aprender a relacionarse con otras personas para poder descubrir una nueva vida y un nuevo propósito.
La interacción entre una gran aventura escapista y emociones humanas muy reales está en la base de todas mis películas preferidas de Disney, que tuvieron un impacto inconmensurable en mi desarrollo como elaborador de historias. Cuando empecé la escuela, la educación me resultaba interesante solo cuando el maestro se dirigía a donde estaban las películas Disney para elegir una y verla en clase. En la escuela primaria, me incorporé al coro de los shows de Disney, que siguió solidificando mi imagen de 'tontín', y también iba regularmente a ver todos los estrenos de las películas animadas de Disney. Volvía embelesado tras ver LA SIRENITA, LA BELLA Y LA BESTIA, ALADDÍN y EL REY LEÓN. Para mí eran experiencias espirituales y me dejaban pensando, no solamente cómo era que estas películas podían transportarme de esa manera, sino también cómo podría hacer lo mismo para el público algún día.
Durante unas vacaciones familiares a Walt Disney World, quedé traumatizado de por vida por dos situaciones: en primer lugar, subir a la montaña rusa Space Mountain con las manos de mi mamá cubriéndome los ojos todo el tiempo, mientras ella le pedía a Dios a gritos que nos salvara; y en segundo lugar, la parte del final de la atracción Mansión Embrujada, cuando un fantasma autoestopista en un espejo parecía seguirme a la salida. Tenía ocho años y me imaginé que era un truco, pero no entendía cómo estaba hecho. Durante años me pregunté si ese fantasma seguía acompañándome en el mundo real. Volví muchas veces a Walt Disney World a lo largo de mi niñez, principalmente para actuar con el coro de los shows que mencioné anteriormente, hasta que tuve trece años, lo cual, para que quede claro, siguió colocándome en el lugar del perdedor a los ojos de mis pares.
Más adelante cuando fui a la universidad, Chapman University, me enamoré de Disneyland, lo que dio como resultado un trabajo de verano como miembro del elenco y conductor de atracciones en el parque (mi factor popularidad parece ser un tema central en este testimonio), pero para entonces, la magia de Disney estaba vinculada inextricablemente con mis ambiciones como realizador cinematográfico. Me subía a las atracciones Mansión Embrujada y Piratas del Caribe maravillándome por cómo se me ponía la piel de gallina por el nivel de detalle y la inmersión en la historia. Me preguntaba, ¿cómo hago para crear esta misma sensación de asombro y fascinación en mis películas?
La fuerza del destino no termina aquí. No solamente sentía una conexión con el tipo de historia que podría ser MANSIÓN EMBRUJADA, sino también con el lugar en el que estaba ambientada. La familia de mi madre es de Luisiana, y yo me crie rodeado de la cultura Criolla Negra. Entendía a nivel celular la cultura de un lugar como Nueva Orleáns. Sé cómo tiene que ser una buena sopa de quingombó y lo que la música zydeco produce en el cuerpo de las personas. Sé cómo las historias de fantasmas y de lo paranormal crean una sensación de tragedia y de confort a la vez. La afición por la paradoja es inherente a esa cultura, y yo la llevo en el ADN.
Luego de ser contratado para la película, tenía una serie de imperativos creativos, pero primero y principal, quería un protagonista Negro. La película está ambientada en Nueva Orleáns, una ciudad cuya población es 80% Negra. Hubiese sido impensable hacer una película sobre un científico blanco aprendiendo a relacionarse con los demás, especialmente suponiendo que sería gente de color de la zona. Para mí, esta es una historia que trata sobre abrirse a los demás a pesar de tener muy buenas razones para ser precavido. El personaje de Ben, yendo por el mundo como un científico Negro, hacía que me pudiera sentir inmediatamente identificado con su misantropía y su sarcasmo. No eran simplemente características graciosas de un personaje, era un armamento necesario.
Más allá del protagonista, el mundo de Nueva Orleáns tenía que ser culturalmente auténtico. Desde el punto de vista histórico, Nueva Orleáns fue uno de los primeros lugares del país en los que los Negros y los Indígenas podían vivir libremente y generar riqueza. Aunque esto resultó efímero en el siglo XIX, creó un entorno de intercambio cultural que dio origen al jazz, entre muchos otros fenómenos norteamericanos tempranos. Al explorar el diseño de producción de la atracción original, la ausencia de artefactos de cualquier persona de color es llamativa, y sugiere un origen de la Mansión que no fue probablemente la intención de Walt Disney. Tampoco me parecía rigurosa o moderna. Hay monarcas británicos, líderes romanos y hasta momias circulando por la mansión, sin duda habría gente de color. En esta iteración, William Gracey, el dueño original de la mansión, está basado en los muchos Criollos de Color libres que vivían en Nueva Orleáns en el siglo XIX. Victor Geist, el organista, se convirtió en un guiño a Fats Waller. A los que bailan el vals se les unen los que bailan Lindy hop, las chicas que bailan el cancán y otras cosas que son típicas de los desfiles de Mardi Gras desde hace siglos.
Además de destacar el ambiente cultural, sentí que era vital preservar el encanto de la atracción original, que en gran parte proviene de los efectos prácticos antiguos tales como el fantasma de Pepper, que es una técnica de ilusionismo. Como en las películas de terror fantástico con las que me crie (Beetlejuice, el superfantasma; La tiendita del horror; Los cazafantasmas, etc.), sabía que podía llevar al público a lugares fantásticos que siguieran siendo creíbles con las características físicas y las sensaciones específicas de los efectos prácticos de la atracción como nuestra estrella guía. Obviamente, estaríamos utilizando efectos digitales de tecnología de punta, pero era importante para mí que nunca se sintiera que la película estaba transcurriendo en un vacío digital. Siempre debe existir el asombro de cómo se logró el efecto. Con este fin, construimos platós físicos, que incluyen los gigantescos interiores de la Mansión tanto en los colores normales como en los colores del "mundo de los fantasmas", lo que nos permitió explorar estos diversos espacios en tiempo real con nuestro elenco, en lugar de depender de los efectos visuales. Había mecanismos debajo de los platós para mover las sillas cuando las movían los fantasmas, además de personas sosteniendo filamentos y manejando como titiriteros los misteriosos objetos que flotaban por la casa. La mayoría de los fantasmas se filmaron de manera práctica con actores con trajes y prótesis, muchas veces colgando de cables -que luego fueron retocados digitalmente- para que el elenco pudiera interactuar, ya sea que estuviesen interpretando a los vivos o a los muertos.
Claro que el efecto especial más potente de cualquier película es el carisma y la química inefables que brindan los actores. Para que la película realmente brillara, era vital reunir un elenco coral de comedia que tuviera el poder estelar que requiere una película de esta magnitud, pero que también contara con las personalidades que se complementan y contrastan en donde hace falta. Como una banda de jazz bien afinada, cada uno produce un sonido individual que funciona con los de los demás para crear algo único.
El resultado es lo que espero que se convierta en una película clásica para toda la familia. Al igual que la atracción, también espero que nuestra película logre hacer un truco de magia con el público, porque aunque es una historia para hacernos reír y darnos un momento para escapar de la realidad, si tenemos suerte, la película también podría transformar nuestros propios miedos sobre la muerte y el dolor de la pérdida en algo que podamos enfrentar.
--Justin Simien
Los productores son Dan Lin y Jonathan Eirich (ALADDÍN). Nick Reynolds (Easter Sunday) y Tom Peitzman (EL REY LEÓN) son los productores ejecutivos. El experto equipo creativo detrás de las cámaras de Simien está encabezado por el director de fotografía Jeffrey Waldron (Dear White People), el diseñador de producción Darren Gilford (Spider-Man: Sin camino a casa), el diseñador de vestuario nominado a los Premios Oscar® Jeffrey Kurland (Tenet), el montajista Phillip Bartell, A.C.E. (Dear White People), el supervisor de efectos visuales Edwin Rivera (Guasón), el compositor Kris Bowers (Chevalier) y el diseñador de maquillaje de efectos especiales ganador de un premio Oscar® Joel Harlow (PANTERA NEGRA).
Con el correr de los años, Disney tuvo un gran éxito adaptando las sensacionales atracciones de sus parques temáticos transformándolas en experiencias para la gran pantalla para el público de todas partes del mundo, tales como PIRATAS DEL CARIBE y el reciente éxito de taquilla JUNGLE CRUISE.
Dan Lin y Jonathan Eirich, el equipo de producción responsable del fabuloso éxito de taquilla de Disney de acción real ALADDÍN, tenían una clara visión de cómo hacer una adaptación de la Mansión Embrujada para la gran pantalla, una de las atracciones más famosas de los parques temáticos de Disney. Pensaban que era importante para los fans de la atracción que la versión cinematográfica fuese fiel a su espíritu, con su humor, sus emociones y, por supuesto, una gran variedad de fantasmas, pero dentro del marco de una historia de la época moderna y con un reparto diverso.
Dice Eirich: "Es mi atracción favorita desde que era niño. Lo genial de la atracción es el tono, que es escalofriante, divertido, elegante, original y nostálgico, y queríamos que el tono de la película fuera todo eso también".
Los productores eligieron para el guion a Katie Dippold, conocida por sus proyectos cinematográficos de comedia con el director Paul Feig, entre ellos Chicas armadas y peligrosas, protagonizada por Sandra Bullock y Melissa McCarthy; Cazafantasmas, con McCarthy y Kristen Wiig; además de la exitosa serie de televisión Parks and Recreation.
Dippold comenzó a realizar una investigación exhaustiva del material fuente, visitando constantemente Disneyland para experimentar la atracción, y realizando un viaje a Nueva Orleáns, en donde se encerró en la habitación de un hotel que tenía la reputación de estar embrujada para trabajar en el guion. Emergió con un guion que plasmó todo lo divertido y lo escalofriante que deleita a los fans de la atracción y añadió una sorprendente cantidad de emoción al material.
Dice Eirich: "Katie es una fan impresionante de la atracción y la conoce al detalle, y supo plasmar en el guion lo divertido y los sustos de la atracción".
Ideó una misteriosa aventura de comedia en la cual una mansión embrujada en las afueras de Nueva Orleáns es el personaje principal de la historia, y alrededor de la cual un grupo de personas vivas tratan de arrebatarles el control a los habitantes fantasmagóricos de la casa. Cada uno de los personajes que llega a la mansión atravesó algún tipo de circunstancia difícil que le impidió seguir adelante con su vida.
Tenemos a Gabbie, una médica de Nueva York viuda, con su hijo de 9 años, Travis, a quien le cuesta hacerse de amigos, ambos con la esperanza de comenzar una nueva vida en Nueva Orleáns, en donde había vivido la madre de Gabbie. Se mudan a esta inusualmente barata casona de estilo de preguerra en un pantano en las afueras de la ciudad y descubren que el lugar es más de lo que habían imaginado: en la Mansión vive un variado grupo de espíritus, algunos simpáticos y otros "mortalmente" serios.
Desesperados por conseguir ayuda, contactan a un sacerdote, el Padre Kent, que se especializa en exorcismos, que a su vez recurre a varios "expertos" para eliminar a los indeseados huéspedes de la Mansión, conocida como Gracey Manor. Ellos son: Ben, un ex astrofísico que llora la muerte de su esposa y ahora se dedica a guiar "excursiones de fantasmas" en la ciudad; Harriet, una clarividente y médium del Barrio Francés que hace lecturas en Bar Mitzvás; y Bruce Davis, un profesor de la Universidad Tulane que conoce muy bien la historia de embrujos de Nueva Orleáns.
Cada uno de ellos llega a esta casona por razones diferentes, sin saber que quienquiera que entre no podrá salir sin uno de sus fantasmas adosados a ellos para siempre. Cuando se enteran, por las malas, de la gravedad de la situación, se dan cuenta de que deben encontrar la manera de trabajar en equipo para librarse a sí mismos y librar a la Mansión del poder de los espíritus. En el camino, descubren no solo la retorcida historia de la Mansión, sino que cada uno de ellos debe enfrentar con valentía sus miedos y sus propios demonios internos para superar el apuro en el que se encuentran y poder apartar a los fantasmas de la casa y de sus vidas para siempre.
Para dirigir la película, los productores eligieron a Justin Simien, conocido por su ingenioso guion y su visualmente inventivo trabajo como director en su película Bad Hair y su película y serie de televisión Dear White People, quien tenía su propia historia personal con la atracción Mansión Embrujada del parque.
Eirich comenta: "La primera vez que hablamos con Justin parecía que era el destino que lo había traído. Él ya había hecho una película de terror, Bad Hair, y una comedia satírica con Dear White People, se crio apasionado por la atracción de la Mansión Embrujada, y trabajó en Disneyland cuando empezó a estudiar cine, pasándose todos sus momentos de descanso en la atracción. Gran parte de su familia es de Luisiana y de los alrededores de Nueva Orleáns, de modo que también conocía la rica historia de la zona. Sentimos que entendía todos los elementos que hacen que esa atracción sea tan especial. Supo enseguida la mejor manera de plasmar el tono del guion y crear un paisaje visual en la película que haría justicia a la atracción".
"Soy un fanático de alma -dice Simien con entusiasmo-. Quería ser realmente fiel a la atracción porque allí hay historias maravillosas y mucha inspiración, y adaptar para la pantalla un referente tan querido e icónico como es la Mansión Embrujada es una oportunidad para construir sobre su legado".
Y explica: "Cuando experimentas la atracción desde todos los ángulos, te das cuenta bastante rápidamente de que los momentos que te quedan grabados son pequeños detalles con mucho espacio negro a su alrededor. Supe inmediatamente que quería preservar esos detalles que los superfanáticos recuerdan, y al mismo tiempo expandir el universo. De modo que cuando espías lo que sigue, lo que ves tiene sentido y te deja una impresión. Pero siempre rindiendo homenaje y siendo fiel al material fuente mientras estás contando una historia increíble".
Dice Simien: "El hermoso guion de Katie Dippold nos lleva fuera de la historia de la Mansión. Creó personajes que tienen su propia historia que encajan a la perfección con lo que pensamos que la atracción de la Mansión es en realidad. Son como nosotros cuando vamos a la atracción por primera vez. Su experiencia en nuestra Mansión Embrujada refleja lo que experimentan todos cuando se sientan en el carrito de la atracción".
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